Con una variación de 6,3 por ciento, marzo de 2019 fue el mes que registró un pico de aumento en productos alimenticios y bebidas no alcohólicas en el NEA. La cifra prácticamente duplicó a las anteriores y subsiguientes.
Si se traza una evolución de la inflación en los alimentos durante un año, la menor variación se observó en julio de 2019, con una suba de 1,8 por ciento. En enero del año pasado fue de 3,2 por ciento la variación en el NEA, mientras que en enero de 2020, de seis puntos.
En el Nordeste, desde noviembre pasado, los alimentos y bebidas no alcohólicas presentan una desaceleración de alzas, pero que luego retoman una senda de subas a partir de 2020. En el 11º mes del año pasado la variación fue de 4,7 puntos, mientras que en diciembre fue de cuatro y, finalmente, en enero trepó a seis puntos.
De esta manera, el segundo pico de aumento máximo se registró en el primer mes del año, si se tiene en cuenta el periodo enero de 2019 y enero de 2020. El tercer máximo se dio en septiembre con un incremento de 5,8 por ciento.
Los primeros dos picos coinciden con periodos de corrida cambiaria. La suba del dólar impactó de lleno en los precios de los alimentos en el Nordeste. Esto está vinculado no sólo con la confianza en la economía, sino con la dolarización de insumos, como tarifa eléctrica y combustibles, con fuerte incidencia en la cadena productiva-comercial.
Por otra parte, en enero si bien no hubo corrida cambiaria, se notó el regreso del IVA a productos esenciales. Sucede que en septiembre del año pasado se evidenció en las góndolas la reducción a 0 por ciento del IVA en algunos productos de la canasta básica, primordialmente alimentos. Fue parte de una medida para morigerar el efecto de la suba del dólar, que trepó a 60 pesos luego de conocerse los resultados de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) que se celebraron en agosto del año pasado.
El beneficio de reducción del IVA en estos productos básicos finalizó en 2020. Los incrementos se apreciaron en las góndolas. No obstante, la inflación a modo general se desaceleró debido a la reducción en otros ítems de la canasta, principalmente en productos y servicios regulados.