Nutrias gigantes volvieron al Iberá y esperan el nacimiento de las primeras crías

Alondra y Coco son la primera pareja de nutria gigante que vuelve al Iberá. La hembra llegó desde Hungría en julio del 2019 y el macho desde Dinamarca, en febrero de este año. Desde entonces, hubo un período de cuarentena previo, están conviviendo en un corral de presuelta y existe una gran expectativa ante la posibilidad de que estén en camino las primeras crías. 

Matías Greco es integrante del proyecto de reintroducción de nutria gigante, Parque Iberá (Corrientes) de Rewilding Argentina, y escribió para perfil.com brindando detalles del proceso. 

Explicó que el corral de presuelta es un gran recinto diseñado para albergar ejemplares de la especie, para facilitar la formación de un grupo familiar y permitir su reproducción. También para que estos animales, provenientes de cautiverio, se adapten de a poco a la vida en condiciones de libertad.  Este corral se encuentra ubicado a orillas de la Laguna Paraná, y cuenta con una porción de tierra firme con árboles y vegetación baja y otra porción de agua. 

Allí se llevó a cabo el procedimiento de unión de ambos ejemplares, lo cual requiere la aceptación mutua. Para ello, estuvo presente y brindó su asesoramiento la Dra. Caroline Leuchtenberger, brasilera experta en comportamiento de nutrias gigantes silvestres. Con mucha expectativa, se liberó a Coco en uno de los recintos de manejo. El proceso de reconocimiento se desencadenó con total tranquilidad. Ambos mostraron un comportamiento receptivo, por lo que se decidió en el transcurso del día hacer efectiva la junta y liberar a ambos en el recinto principal. A partir de entonces, la pareja ha sido inseparable. 

La alimentación con pescado y pollo congelados intercalados con presas vivas, capturadas en la región, es parte de la dieta diaria de estas nutrias. Comprobaron que mantienen su instinto natural, al haber construido una madriguera que supera los 3 metros de largo y que constantemente están utilizando tanto para descansar, como para refugio. 

Se conoce que los lobos gargantilla en estado silvestre utilizan varias madrigueras y que durante la crianza suelen trasladar a sus crías de una a otra. Por esta razón, además de la madriguera natural realizada por ellos, se les colocaron en el corral dos madrigueras de madera y una tercera realizada en plástico y chapa de zinc, adaptada con un recubierto de tierra y vegetación. 

Ya transcurrieron 62 días desde aquel primer encuentro y, desde algunas semanas, empezaron a observar un leve crecimiento de las glándulas mamarias de la hembra, lo que generó expectativas de una posible gestación en curso, la cual suele durar alrededor de 70 días. Consecuente a esta evidencia, el equipo se prepara para una posible etapa de cría y espera con gran expectativa a los primeros cachorros de nutria gigante nacidos en Iberá después de décadas de ausencia.