Griselda, madre de ocho hijos e hijas de entre 3 y 18 años, quedó en la calle tras haber sido expulsada de la vivienda en la que vivía de prestado. Ahora intenta armar una casilla en un descampado del barrio Esperanza, pero corre peligro debido a las precarias condiciones del lugar.
“Estaba en la casa de una señora que me prestó el terreno, en el barrio San Roque Este. Ella también tenía problemas con su familia y me dijo que ya no podía estar ahí. Por el Facebook me avisaron que acá (en el barrio Esperanza) había lugar y me vine”, contó Griselda a Radio LT7.
De acuerdo con lo informado por este medio, la mujer se encuentra intentando armar “una casilla que le había dado el Ministerio de Desarrollo Social en un baldío del barrio Esperanza”. “Pese a los intentos de sacarla del lugar, por ahora Griselda permanece allí en una precaria choza armada con palos, plásticos y cartones”, destacaron.
“Al rato que llegué, estaba levantando la casilla con ayuda de unos muchachos, y vino un hombre a patotearme y querer echarme, llamaron a la Policía”, relató Griselda, y agregó que también “vinieron desde la delegación del barrio Esperanza y me llevaron la casilla que me había dado Desarrollo Social. Luego, a decirme que me llevarían a un refugio, que me iban a avisar dónde, pero hasta ahora no volvieron”.
La situación se torna más apremiante para ella, teniendo en cuenta que uno de sus hijos padeció recientemente una neumonía y teme que las condiciones actuales en las que están perjudiquen su salud.