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“El drag como un escudo, fortaleza y empoderamiento”

Por El Litoral

Domingo, 30 de octubre de 2022 a las 01:00

Por Carlos Lezcano y Natalia Schjeter
Especial para El Litoral
Especial para El Litoral

Cotin es artista visual, profesor de Artes Visuales de Josefina Contte y cursa virtualmente la Licenciatura de Escenografía en la Universidad Nacional de las Artes en Buenos Aires. Por la pandemia tuvo que volver a Corrientes y este año decidió seguir estudiando a distancia mientras analiza si el año próximo puede regresar a la presencialidad en la Capital Federal.
Es creador de LiberDrag, una propuesta que pasó de los circuitos alternativos a los teatros independientes en nuestra ciudad. El hito fue el año pasado en la Biblioteca Mariño con un espectáculo llamado “Idilio”, un homenaje a las mujeres de la cumbia. Este desplazamiento de lugares alternativos al teatro debe ser señalado como un cambio cualitativo de las posibilidades artísticas del género y porque desde entonces su público sigue en aumento.
Se espera que en los próximos días se confirmen las fechas de los espectáculos de noviembre próximo.

—Antes de irte a vivir a Buenos Aires, en el mundo teatral de Corrientes te conocíamos como escenógrafo, maquillador y vestuarista. Realizaste la escenografía de “Bella esencia”, de “Doña Disparate y Bambuco”, por ejemplo. ¿Cómo fue tu primer vínculo con el teatro?
—Mi primer vínculo fue cuando entré a la academia de Dionisio Soler. En ese momento estaba en los carnavales barriales y tuve la suerte de que Dionisio me vio y me becó en su estudio DiArte', hace ya más de 10 años. Allí empecé a conocer el mundo del ballet clásico y gracias a eso conocí el Teatro Vera. Siempre lo miraba desde afuera pero hacer danza y estar con Dionisio me llevó a conocer ese teatro inmenso. Y ahí es donde descubrí un montón de cosas que siempre las veía por la tele o las revistas, en libros, en películas, pero verlo en la realidad, estar allí, fue gracias a Dionisio. Allí también, descubrí el detrás de escena, la escenografía, las partes del vestuario, los camarines con los maquilladores, peluqueros, vestuaristas, fue todo un mundo nuevo para mí ver ese montón de cosas. Creo que esa experiencia fue mi primer encuentro con el teatro.
—Viviendo en Corrientes comenzaste a organizar LiberDrag, el primer club drag en Corrientes. ¿Qué es el drag?
—El arte drag es el arte de transformarse, el de caracterizarse. Habitualmente, lo hace un hombre que caracteriza o toma los rasgos popularmente femeninos; intenta imitar los rasgos femeninos, los rasgos de la mujer y los exagera con sus pelucas, hombreras, vestuarios, maquillajes. Eso sería el drag, transformarse en el género del sexo opuesto. Y también existe el drag king que sucede cuando la mujer se caracteriza de hombre y también el drag queen, cuando el hombre se caracteriza de mujer. También puede haber mujeres que hagan drag queen y también puede haber hombres que hagan drag king. En realidad, la idea de arte drag es una expresión artística, busca exagerar, teatralizar el vestuario, el maquillaje. También el drag tiene mucho de mensaje. Hay diferentes tipos de drag y cada uno transmite o cuenta algo, cuenta un mensaje, una idea; entonces, es un mundo súper amplio que no tiene límites.
—¿Cómo llegaste al drag? 
—El drag llega a mi vida cuando estaba estudiando en Buenos Aires y al descubrir el maquillaje. Luego en la pandemia como estaba acá en casa, y siempre había estado en el detrás de escena, al estar solo, empecé a ser el actor de todos mis maquillajes. Empecé a jugar con la caracterización, con el maquillaje artístico y también a jugar con el arte drag, que era algo que me gustaba hace mucho, pero no me animaba a hacer, o no tenía las herramientas o el aprendizaje para poder hacerlo. Entonces, arranco en la pandemia. Siempre cuando hablo con distintas personas, me preguntan esto “¿cuándo comenzaste drag?” o “¿por qué te gusta hacer drag?”. Creo que el drag es el resultado de todas las cosas que fui aprendiendo durante mi vida, desde la escenografía, el vestuario, el maquillaje, el baile, lo performático. Mi drag es el resultado de todo eso. Nació la idea de pensar: “Uy, necesito un espacio para poder presentarme, para poder mostrar el arte drag”. Y como en Corrientes no se veía mucho, decidí crear este club drag, que se llama LiberDrag que tiene como idea generar un espacio para que se visibilice el arte drag en nuestra ciudad. En realidad estaban en Instagram o a veces dentro de alguna fiesta, pero no había un lugar en el cual se pudieran realizar este tipos de espectáculos y sea netamente el arte drag. 
—Los participantes de LiberDrag y los performers son un montón de personas que van rotando en cada edición. ¿Hubo un efecto contagio a partir del club, o ya había muchos y estaban en un mundo un poco solapado que empezó a emerger ahora? 
—Sí, un poco eso. Fui conociendo mucho en este corto camino del drag, ya que tiene apenas dos años, fui a algunas competencias por ejemplo o a través de redes sociales, empecé a ver a otros drag y a conocer sus trabajos y tener contacto con ellos. Entonces, nace esta idea, luego de conocer su trabajo, los convoque y les conté la propuesta de compartir  un espacio con ellas. Entonces muchas se coparon, se prendieron y así nace el primer LiberDrag que fue en “Lo de Mari”, en abril de este año. También, gracias a esto, muchas personas a las que siempre les gustó hacer drag y nunca se animaron, me empezaron a preguntar si se podían presentar en siguientes ediciones. Por eso también, dentro de LiberDrag, desde la edición pasada creamos un espacio que se llama “tu momento del LiberDrag”, que es para aquellas personas que siempre quisieron hacer drag o una performance. Ahora tienen ese espacio.
Y una vez que comenzás, una vez que subís al escenario, después es un viaje de ida, ahí cada uno siente ese empujón y ya queda en uno seguir aprendiendo, seguir formándose, porque el arte drag lleva mucha formación. Parece que es algo para divertirte o algo para entretener, pero es arte y el arte es trabajo, y detrás del arte drag hay mucho trabajo. Desde pensar qué peluca te vas a poner, cuál va a ser tu maquillaje, qué idea querés transmitir, editar música para tu show, ver qué zapatos me pongo, confeccionar el traje, ensayar una coreografía. Son un montón de pasos para el resultado final que es el que ve el público. 
—Nos contaba una de las chicas en la primera edición que para cada presentación preparan algo diferente, que nunca repiten el vestuario o la música, ¿esto es una característica del drag o de ese performer?
—Sí. Pasa eso de que cada show o cada edición es diferente y creo que es lo que le hace especial al LiberDrag, que ningún show es igual a otro, siempre hay nuevas propuestas, nuevos vestuarios, nuevas coreografías, nuevos shows. También en cada uno está seguir repitiendo, pero en otros eventos o en cumpleaños, o en fiestas; depende de uno. En  mi caso lo que hice en LiberDrag en la primera edición, lo hice también en ArteCo, porque, se trata de seguir utilizando esos materiales o esos vestuarios porque se invierte muchísimo, pero la característica en general es que siempre va haber una propuesta nueva, cada edición tiene una temática. 
—¿Cómo son los procesos? ¿Cada uno se hace sus propias pelucas, sus propios vestuarios? 
—Sí, nosotros armamos todo. Hicimos una gran familia, la familia donde hay chicos que saben más de pelucas que ayudan a otros, otros saben más de maquillaje y entre todos nos ayudamos. Cada uno presenta su propuesta y eso también es algo característico porque trabajamos la diversidad de propuestas, cada una es distinta, cada drag tiene un estilo muy marcado y eso hace que sea diferente y también hace que sea atrapante, porque no estás viendo algo igual durante la hora y media o dos horas que dura el show, está constantemente sorprendiéndote.
—Tu drag queen es conocida en Corrientes, se llama Isabel. ¿Es un personaje de ficción o está un poco mezclado con la propia identidad de performer?
—Sí, creo que cada drag tiene parte de nosotros mismos, más allá de la transformación creo que nuestro drag toma cosas de nosotros y nosotros tomamos nuestras cosas del drag. O sea, usamos como un escudo, como fortaleza, como una forma de empoderamiento. Creo que es uno mismo pero lo lleva, como decía antes a exagerar formas, de teatralizar, de hacer cosas que no haríamos habitualmente en la calle o en cualquier otro espacio que no sea el escénico. El drag nos permite jugar con eso. Creo que nuestro drag tiene mucho de nuestra personalidad, eso también está bueno porque  marca una diferencia.
—Si bien contás que es efímera cada performance, ¿trabajan en un guión, trabajan en ensayos? 
—Te cuento cómo trabajo yo. A cada drag le tiro la propuesta o la temática de la edición, y en base a eso cada una prepara su show. Después, con el presentador o la presentadora que esté en esa edición, vamos hilando o armando una columna vertebral de lo que va a ser el show.
Vamos hilvanando los temas más alegres con los más dramáticos, más lentos, la clave es combinar eso en cada espectáculo.
Pero cada uno particularmente ensaya su performance, su show aparte y  solemos ensayar cuando hacemos coreografías grupales o finales grupales siempre nos juntamos y ensayamos. Pero cada una cuando arma su performance a partir del momento que les doy la propuesta. Por ejemplo, la edición de agosto fue “Érase una drag” y tomamos la temática de cuentos de nuestra infancia, pero llevándolos al drag. Esos cuentos que cuando éramos chicos nos contaron de una manera pero podría haber sido de otra forma. A veces los cuentos también están muy inspirados en  nuestra cultura y creo que eso está cambiando. 
Siento que los cuentos de  estos nuevos tiempos chocan o hacen un poco de ruido; entonces, a través del drag jugamos con eso. Hablando de Isabel decidí contar el cuento de la historia de una dragona de Shrek, que ve el drag a la dragona. Utilizando este juego de palabra de drag y dragona, jugando con eso conté una historia de una dragona que está prisionera en su castillo pero que decide ser libre, decide romper las cadenas, empoderarse, como draguearse, por así decir, y salir a la vida. Ella se pasó toda su vida esperando que llegue el príncipe; entonces, cuando sale se empodera y no le dice “tardaste”, le dice “fuiste”. Entonces, estamos diciendo que no todos los finales siempre son finales felices, no todos los finales siempre terminan con un final feliz y cierran, sino que hubo también muchos finales abiertos. Eso fue lo que quisimos hacer con la edición pasada, contar nuestra historia como comunidad, nuestra historia como familia y no la historia típica o la historia que nuestros padres nos contaban cuando niños.
—¿Quién es Isabel? ¿Por qué y cómo surgió Isabel? 
—Me llamo así por el segundo nombre de mi mamá, ella es mi inspiración, es la mujer de mi vida, la que también me ayuda con el vestuario y la realización. Siempre es la inspiración y me acuerdo que siempre decía si alguna vez hago drag se va a llamar como mi mamá. La característica de Isabel es ser muy apasionada, ama lo que hace, es una reina latina. Siempre trato de hacer performance con canciones en español, algo que nos represente como latinoamericanos. Eso no quiere decir que no haga también otras canciones en inglés o que haga homenajes a otras divas del pop, pero tengo como bandera lo latino, lo caribeño, lo correntino. Isabel tiene mucho también del carnaval, porque también soy comparsero. Tiene esas cosas, diría que Isabel es una reina apasionada, amante del arte.
—Isabel real, tu mamá, ¿te vio?
—Sí, sí, el año pasado realicé mi primer show drag, antes de que nazca LiberDrag, y fue mi mamá, mi papá, y ahora van a todas estas ediciones. Mamá es la fan número uno, que siempre está ahí presente, entra a los camarines, nos ayuda. El otro día estuvo ayudando a dos drags cosiéndole su vestido y así, siempre está atenta a todo y siempre me está ayudando, me acompaña y me apoya un montón. Es más, ahora estamos trabajando en un vestuario. 
—¿Cómo es antes de entrar? ¿Qué te pasa?
—Uy, antes de entrar se viven muchas emociones, porque particularmente me toca dirigir a un grupo de artistas y cada artista tiene su personalidad y temperamento, su forma de ser, su ego también, su forma de estar. Entonces como la cabeza del shows va acompañando y guiando tiene que estar presente para todas, pero a la vez también estar para uno mismo. Por suerte es un grupo que se lleva muy bien, siempre hablamos;  manejamos los nervios. 
La previa del show es muy linda y después cuando estamos en el escenario al darnos vuelta y ver a los costados a tus compañeras que te alientan, que te apoyan, es algo muy lindo. Siempre les digo a todas que antes de entrar a escena, antes de subir al escenario dejen todo lo que trajeron hasta ese momento: nervios, miedos, cosas que pasan en lo cotidiano que lo dejen afuera y que en este momento disfruten porque es el momento de cada una. Lo hacemos una vez al mes entonces cada una debería mostrar lo que ama hacer, lo que sabe hacer; es el momento de disfrutar.

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