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Mauricio Macri: Para qué (Segunda parte)

Por El Litoral

Martes, 22 de noviembre de 2022 a las 01:00

Por Ricardo Leconte
Especial para El Litoral

El libro del expresidente Mauricio Macri titulado “Para qué”, contiene interesantes reflexiones sobre liderazgo, gestión de gobierno, valores y experiencias, que son de evidente utilidad para jóvenes, políticos, emprendedores y ciudadanos responsables e interesados por los problemas de nuestro tiempo.
Por ello, transcribo los siguientes conceptos fundamentales:
Gané la elección en Boca.
P. 53 Pero cuando llegué a casa después de los primeros días al frente del club y lograba un rato a solas, aparecía un sentimiento muy fuerte: la responsabilidad. Pero poder tener resultados positivos en cualquier lugar, hace falta una base institucional sólida.
P. 57 La relación entre el liderazgo y el riesgo es un tema en el que voy a volver en más de una oportunidad. No hay liderazgo sin riesgo.
P. 59 ¿Para quién trabaja el presidente de Boca? Me hice siempre la misma pregunta y siempre encontré la misma respuesta. Mi responsabilidad era con los socios y con la institución. Era la primera vez en muchísimos años que Boca anteponía el orden económico y administrativo del club a la idolatría de los hinchas por los jugadores.
P. 63 La imagen de corrupción que la dirigencia del fútbol había acumulado con los años era gigante. Tomé una decisión drástica para que todo quedara claro desde el primero momento. Yo mismo avalé con mi patrimonio personal el fondo del club.
P 64 Vistos a la distancia, aquellos primeros años en Boca representaron mis primeros combates de lleno contra el populismo, el sistema que habita con la misma comodidad el ambiente del fútbol y de la política.
P 67 En cualquier actividad la austeridad es un principio básico. Es algo fundamental para que los sueños salgan de tu mente y comiencen a hacerse realidad.
P 67 A mediados de los años 90 Boca Juniors había perdido buena parte de la legendaria mística deportiva.
P 68 Los clubes deportivos como muchos otros sectores de la sociedad civil no contaban con una dirigencia profesional. Boca fue el lugar donde aprendí que el verdadero cambio es siempre un cambio cultural.
P 69 Rápidamente descubrí que las fuerzas del statu quo tienden  siempre a neutralizar la voluntad de cambio.
P 72 Papá recorría el mundo buscando a los socios más adecuado para sus proyectos. Aprendí a su lado que la integración al mundo es lo que genera crecimiento y progreso. No es una cuestión teórica. Es práctica. El encierro sólo conduce al fracaso.
P. 73 El líder, en última instancia, tiene dos responsabilidades que le son propias: una la de comunicar las ideas; y la otra, indelegable, la de transmitir las emociones.
P. 83 Pocas cosas hay más importantes en el trabajo de un líder que saber decir que no. P. 98 El riesgo es ni más ni menos que dejar de ser uno mismo. Nunca se debe perder la identidad. Tenía razón Julio Grondona, el eternopresidente de la AFA, cuando me dijo: “Los costos de no hacer lo que uno cree que hay que hacer van a llegar igual, más tarde o más temprano.
Designación de Carlos Bianchi como entrenador de Boca Juniors.
P. 100 La mejor palabra que lo define es precisamente, liderazgo. Llegué a la conclusión que Bianchi era la persona que Boca necesitaba. Bianchi confirmó mis mejores presentimientos. Su método era clave para demostrar aquello que me obsesionaba desde antes de llegar a Boca. Para lograr los objetivos propuestos hay que ser coherente, trabajar dentro de un orden, ser persistente y mantenerse fiel a sí mismo.
P. 103 Sentir que tu trabajo empieza a dar sus frutos es algo único
P. 107 El respaldo es una responsabilidad indelegable del líder. El líder que escatima el apoyo a los que lo acompañan no está a la altura de lo que exige su posición. Cuando las cosas parecen no salir, cuando parece que los objetivos no se van a alcanzar, cuando el desánimo quiere hacer bajar los brazos, es cuando aparece el valor y el misterio del liderazgo en toda su extensión.
P. 111 Luego del mayor triunfo de Boca. En ese ómnibus, rodeado por los jugadores de Boca, fue cuando llegué a una conclusión definitiva: digan lo que digan, si se trabaja lo suficiente, los sueños pueden hacerse realidad.
P. 128 La copa Libertadores del año 2007. Esa Libertadores fue la última copa conquistada durante mi gestión. Con ella empezó acerrarse una etapa en la historia de Boca y llegaba a su fin un tiempo imborrable en mi propia vida.P. 129 Habíamos ganado. Una vez más pude evocar aquel verso sabio de Rudyar Kipling en su poema “SI” y comprobar toda su verdad cuando dice: “Si puedes encontrarte con el triunfo y laderrota / y tratar a esos impostores de la misma manera”.
P. 135 El liderazgo y el poder van siempre de la mano. Como el liderazgo el poder encierra misterios y peligros. Por un lado es una maravillosa herramienta para hacer y para transformar la realidad.A su vez te puede destruir si no está bien plantado.
Mi PADRE. Dueño de una inteligencia superior y de una enorme capacidad de trabajo, podía ser al mismo tiempo generoso,arbitrario e incluso cruel con las personas que estábamos a sualrededor. Hacia la época de mi secuestro, papá había logrado convertirse en el número uno de los empresarios argentinos. Fue en él que pude reconocer lo mejor y lo peor que el poder puedehacer sobre las personas. Con el tiempo papá fue cambiando y conel mismo esfuerzo que puso en construir un gran imperioeconómico lo llevó luego hacia la destrucción de muchos de sus logrosComo todos los padres fue un maestro para mí. Pero también tuve que aprender a alejarme de su influencia.En el ejercicio del poder aparecen los rasgos más extraordinarios ylos más perversos de los seres humanos. A veces el poder es unadroga. Un veneno frente al cual uno debe generar sus propios antídotos. Frente a las trampas del poder, la familia es otro antídoto. El amor está a la cabeza de todos los demás. Nuestro mundo personal más íntimo, la pareja, los hijos, los amigos de la vida. El poder debe quedar fuera de la relación con los seres queridos. Ante ellos no existe el hombre público. Se es uno más, sin privilegios ni protocolos.
P. 137 Hay buena y mala gente. Hay honestos y corruptos. Hay idealistas y pragmáticos. Pero tanto en el fútbol, como en la política encontré gente con un compromiso inquebrantable por hacer y cambiar las cosas.En 1996 Claudia Bello en nombre de Carlos Menem me ofreció ser candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad y rechacé la propuesta.
P. 138 En 1999, de mano de Carlos Menem, volvió a hacerme la misma propuesta. Y nuevamente rechacé.
P. 139 A mediados de 2002 recibí a través de mi amigo Ramón Puerta, una invitación a comer en la quinta de Olivos de parte del entonces presidente Eduardo Duhalde. Este buscaba un candidato para vencer a Carlos Menem en las elecciones del año siguiente.José Manuel de la Sota y Carlos Reuteman ya habían rechazado el ofrecimiento que me estaba haciendo.
P 140 Le contesté: “Eduardo te agradezco muchísimo que haya pensado en mí . Tal vez tengas razón y si acepto tu propuesta a lo mejor podría ganar la elección. Pero mi respuesta es no.”
Continuará

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