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Sequía e incendios

La provincia atraviesa un verano muy complicado a raíz de la falta de lluvias y los incendios, que fueron moneda corriente en los campos correntinos durante diciembre y enero. En medio de la crisis, en los próximos días se declararía la emergencia agropecuaria.

 

Por El Litoral

Miércoles, 02 de febrero de 2022 a las 03:17

El marcado déficit de lluvias y los incendios que afectan a la provincia de Corrientes impactaron durante este verano de lleno en el sector agropecuario, con importantes pérdidas a corto, mediano y largo plazo, que se avizoran para todas las actividades productivas que se desarrollan en Corrientes. Mientras se esperan las precipitaciones, el Gobierno provincial declarará en los próximos días la Emergencia Agropecuaria, que con beneficios impositivos buscará mitigar, en parte, los efectos económicos adversos de la falta de agua.
Desde principios del mes de diciembre de 2021 las lluvias se hacen desear en Corrientes. Con mayor déficit de precipitaciones en la zona Centro y Norte de la provincia, la situación es crítica en general, dado que las escasas lluvias que cayeron en el Sur provincial no alcanzaron para aplacar la sequía que se vive en esta temporada.
A su vez, en cuanto a efectos del clima, durante el mes de enero se dio una seguidilla de días de extremo calor, que empeoraron la situación en todas las actividades productivas que se desarrollan en el campo. Sin discriminar, se esperan pérdidas importantes por la sequía y el calor extremo en ganadería, arroz, yerba mate, tabaco, citricultura y horticultura. Y en el sector forestal, el segundo en superficie dentro de Corrientes, las pérdidas se están dando por otro efecto del clima: los incendios.
Si bien cada año en verano los incendios rurales son frecuentes, desde la segunda quincena de diciembre de 2021 los focos ígneos son persistentes. Según relevamientos satelitales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), durante el mes de enero de este año el fuego alcanzó más de 100 mil hectáreas dentro de la provincia. La gran mayoría son pastizales, bañados y esteros, pero dentro de esa superficie existen más de 8 mil hectáreas de bosques implantados que fueron alcanzadas por las llamas.
“La sequía, la baja humedad relativa de ambiente y los vientos que hemos tenido en este verano hicieron que los incendios sean muy frecuentes; tenemos focos activos en toda la provincia y algunos de ellos amenazando forestaciones”, comentó Roberto Rojas, director de Recursos Forestales de Corrientes.
Pero el fuego no afectó solamente a la actividad forestal. Muchos de los incendios que se produjeron en campos ganaderos generaron la destrucción de infraestructura de los productores: kilómetros de alambre, miles de postes, tendido eléctrico y hasta mangas de trabajo fueron alcanzadas por el fuego, generando cuantiosas pérdidas que los ganaderos deben afrontar para poner de nuevo en orden sus establecimientos.
“Al productor le genera mucha impotencia ver cómo se quema el trabajo y la inversión de muchos años”, sostuvo Pablo Sánchez, presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes.
Otro problema que afrontan los productores ganaderos de Corrientes –y de todo el Nordeste- es la sequía, que estiman tendrá un efecto muy negativo en la producción a mediano y largo plazo. “En esta zafra estamos viendo los efectos de la sequía de 2020; o sea que estamos saliendo de una sequía y entrando en otra, de la que vamos a tener una idea de las pérdidas dentro de uno o dos años”, comentó Sánchez.
En este sentido, la falta de lluvias durante diciembre y enero –incluso durante gran parte de 2021 también- hace prever un invierno muy difícil para la actividad pecuaria. Si bien hay pronósticos y esperanzas de que la lluvia aparezca este mes, la recuperación de los campos llevará algunas semanas y los productores entrarán en la época crítica del año con poco forraje en los campos.
Además, la sequía ha sido similar en Chaco, Formosa y Santiago del Estero, provincias donde se producen fardos de alfalfa, maíz y otros subproductos que sirven para el suplemento de la hacienda en épocas difíciles.

Economías Regionales
La sequía también produjo enormes trastornos en actividades de la economía regional, típicas de Corrientes como el arroz, la horticultura, la citricultura, el tabaco y la yerba mate. En todos los casos, se estima una reducción de los rendimientos debido a la falta de lluvias.
La producción arrocera venía de dos campañas anteriores muy satisfactorias, y la 2021/22 había comenzado muy bien en la primavera del año pasado. Sin embargo, a partir de fines de noviembre comenzaron a escasear las lluvias y todo se volvió cuesta arriba para los arroceros correntinos.
En un cultivo que necesita contar con agua permanente, los productores que riegan con represas en sus campos vieron muy condicionada la disponibilidad de agua debido a que no llovió prácticamente nada en diciembre y enero. “Muchos productores tuvieron que priorizar el riego de algunos sectores de sus campos y dejaron perder otros lotes adonde costaba más llegar con el agua”, explicó Pedro Tomasella, presidente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz.
La bajante del río Paraná y sus afluentes también repercutió negativamente en las chacras arroceras que riegan con estas aguas. En este caso, el flujo de líquido es permanente, pero muchas empresas debieron readecuar sus sistemas de bombeo para llegar hasta los cauces de donde habitualmente sacan el agua para riego, generando en estos casos algunos costos extras en la campaña.
Otro efecto adverso que sufrió el cultivo fue la gran cantidad de días de calor extremo que se dieron durante enero. “Eso causa un estrés en la planta y genera menores rendimientos; tuvimos muchos días de 38 a 40 grados de temperatura, que se van a traducir en pérdidas de rinde en muchos lotes”, puntualizó Tomasella.

Tabaco
Otro sector muy afectado y donde se prevén pérdidas muy altas es el tabaco. Si bien en la zona productora, comprendida por los departamentos Goya, Lavalle y Esquina, la superficie destinada al cultivo no supera las 2.000 hectáreas, muchas familias de pequeños productores dependen del tabaco, y estiman fuertes pérdidas esta campaña.
Según señalaron algunos productores de la zona rural de Goya, en algunas chacras las pérdidas por falta de lluvias llegarían al 80%. Existe mucha preocupación en las autoridades del Instituto Provincial del Tabaco (IPT), que está relevando las pérdidas en las áreas rurales.

Yerba mate
En la actividad yerbatera, que se desarrolla en el Noreste de Corrientes, la situación es muy compleja, donde también se prevén importantes pérdidas por la sequía. En este sentido, productores del Noreste correntino explicaron que muchas plantaciones nuevas iniciadas el año pasado murieron completamente, y otras con más año en pie están muriendo o con mermas muy marcadas en su productividad.
“Todo lo que eran plantaciones de 2021 se perdió totalmente; las plantas murieron porque no aguantaron el calor y la sequía; y las plantas de 3 años están muriendo de a poco”, comentó Nelson Dalcolmo, productor y dirigente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym). En este sentido, el productor yerbatero estimó que habrá pérdidas importantes durante esta campaña, que comienza su zafra gruesa en los meses de otoño.
Más allá de la situación adversa, Dalcolmo explicó que “si aparecen las lluvias durante febrero, la situación puede cambiar porque la planta de yerba es muy noble y mejora rápidamente ni bien recibe un poco de lluvia; pero los pronósticos no son tan alentadores para nuestra zona”, sostuvo el referente yerbatero.


 

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