Argentina recibirá la primera misión de fiscalización y control del Fondo Monetario Internacional (FMI) entre julio y agosto de este año. La situación se repetirá cada trimestre durante los 12 años que dure el Facilidades Extendidas Reloaded que terminó de negociase ayer entre el Ministerio de Economía y los técnicos del organismo.
Según los tiempos que manejan Martín Guzmán y los negociadores del Fondo, la norteamericana Julie Kozac y el venezolano Luis Cubeddu, para fines de marzo el acuerdo habrá pasado por el Congreso nacional.
La directora adjunta para el Hemisferio Occidental y el responsable del caso argentino cerraron ayer su trabajo de discusión de variables y metas financieras, monetarias y económicas.
Le plantearon a su jefe Illan Goldfjan el texto definitivo de la Carta de Intención que, previa traducción oficial, el director gerente para el Hemisferio Occidental rubricó dará vía libre al gobierno argentino para que se tome la estrategia política que decida para presentar en sociedad el acuerdo.
El brasileño esperará ahora a que el proyecto de ley culmine, se supone, con final feliz su trayectoria por la Cámara de Diputados y el Senado argentinos, para que, una vez aprobado, pueda ser derivado al board del organismo para su aprobación final.
Esto demandará unas semanas, donde se mirará constantemente el reloj diario de un cronograma que culmina el 22 de marzo, día en que el país debe liquidar un total de USD 4.800 millones al FMI. Ahora, en realidad, el tiempo no apremia, ya que las partes entienden que lo mejor es llegar a tiempo para esa fecha. Pero que si eso no sucediera, pero el proceso de cierre del Facilidades Extendidas estuviera en marcha, unos días de retraso en el final de la historia de las negociaciones no provocaría mayores turbulencias. Siempre y cuando, claro, el acuerdo se apruebe.
La presentación del acuerdo la hizo Alberto Fernández en la Asamblea Legislativa, donde anunció al hablar del capítulo endeudamiento externo que “ahora el Gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el staff del FMI para llevar adelante un programa que nos permita refinanciar la deuda con ese organismo que nos dejó el gobierno anterior y al cual nos opusimos en su oportunidad”. Dijo además que “el acuerdo que anunciamos semanas atrás sobre el marco de políticas económicas es el mejor acuerdo que el gobierno de la Argentina podía conseguir. Me hubiera gustado que el gobierno anterior no hubiera recurrido en 2018 al FMI y muchos menos en las condiciones que ya describí. Pero esto es lo que sucedió y trabajé desde el primer día de mi presidencia para encontrar una solución. Con el entendimiento que logramos, podemos ordenar el presente y construir un futuro. Repito: este es el mejor acuerdo que se podía lograr. Y gobernar es un ejercicio de responsabilidad. Gobernamos con convicciones firmes y con el pragmatismo necesario para saber qué es lo mejor para los argentinos y argentinas”.
El cronograma que enfrentará ahora la Argentina es el siguiente. El acuerdo general con el Fondo Monetario Internacional (FMI) será a 12 años y medio. Los primeros dos años serán para que el organismo se haga cargo del autopago de los 44.700 millones de dólares correspondientes al stand by firmado en 2018; comenzando por el trimestre posterior a la firma del tratado.
Si, como se supone, este fuera aprobado por el board y dado a conocer en abril de este año; la primera liquidación propia del FMI se concretaría en el segundo trimestre del año, con el segundo vencimiento de junio por unos USD 4.800 millones. Luego habría dos pagos más similares en septiembre y diciembre, y otros cuatro durante el 2022 y un cronograma que terminaría de cerrarse en 2024.
(AG)