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Pérdidas millonarias

Desde el sector privado realizaron un nuevo relevamiento de pérdidas económicas en las cinco cadenas productivas más importantes de Corrientes. La falta de lluvias y los incendios afectaron en igual medida a todos los sectores, con pérdidas proyectadas en más de $82.000 millones.

Por El Litoral

Martes, 05 de abril de 2022 a las 23:10

En el marco de la crisis productiva que se vive en Corrientes a raíz de la sequía y los incendios, el sector privado realizó un nuevo relevamiento de pérdidas, actuales y proyectadas, dentro de las cinco cadenas productivas más importantes que tiene la provincia de Corrientes. El estudio determinó que en ganadería, arroz, citricultura, forestación y yerba mate, las pérdidas económicas estimadas superan los $82 mil millones.
El relevamiento fue realizado y presentado por distintas entidades de productores de las mismas cadenas agropecuarias, que representan los sectores más importantes que tiene la economía correntina. En el estudio aparecen la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes, la Sociedad Rural Argentina Distrito 8, Coninagro Corrientes, la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz, la Asociación Forestal Argentina Regional Corrientes, la Asociación de Citricultores de Corrientes y la Asociación de Plantadores del NEA. 
Dentro de los sectores con mayores pérdidas aparece la ganadería, al tratarse de la principal actividad productiva que tiene Corrientes. La semana pasada, referentes del sector se habían reunido con el gobernador, Gustavo Valdés, a quien presentaron una radiografía del sector, con importantes pérdidas que superarían los $30 mil millones –tanto reales como proyectadas- y pidieron ampliar la ayuda provincial y nacional.
En el último documento conjunto con las demás entidades, el sector ganadero presenta pérdidas en infraestructura por los incendios, por caída de alambrados, principalmente. En este sentido, desde el sector contabilizaron 10.450.000 metros de alambrados perdidos a raíz del fuego, con una pérdida económica que supera los $7.315 millones.
Sin embargo, en ganadería la mayor preocupación pasa por las pérdidas proyectadas, tanto por menor producción de carne como por mortandad. En este sentido, las pérdidas por disminución de producción se tomaron sobre la base de la superficie ganadera de la provincia, de unas 6.110.616 hectáreas, con 53,2 kilos de carne/ha que produce Corrientes. Se prevé una reducción de producción de pasto, por lo cual la pérdida de producción de carne rondaría el 15%, lo que significarían unos $12.678 millones de pesos en kilogramos totales de carne perdidos.
En lo que refiere a pérdidas por mortandad, se estima que este año será más elevada en el invierno. Sobre un stock de hacienda de 4.660.000 cabezas aproximadamente, la mortandad promedio anual es del 3%. Sin embargo, se estima que ese porcentaje se duplicará este año, por lo cual serían unas 139.800 animales menos por mortandad, a un valor promedio por cabeza de $75.000, lo que hace una estimación de pérdidas de $10.485  millones.
El sector arrocero también sufrió los embates de la sequía, principalmente, a lo que se sumaron muchos días de intenso calor en el mes de enero, en medio de la campaña. En esta actividad, se relevaron distintos factores que determinarán un importante déficit productivo, con su consecuente repercusión económica. 
En este sentido, el relevamiento realizado desde el sector privado señala que en esta campaña se sembraron 96.000 hectáreas (el 45 % de la superficie nacional), y se estima un 40% de pérdida de producción. Son unas 300.000 toneladas menos aproximadamente que no se cosecharán en las chacras correntinas, con una consecuencia económica de $9.540 millones.
Según explicaron desde la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz, en el marco del desastre climático, fueron tres factores los que influyeron en la merma productiva: la falta de riego adecuado, producto de la sequía; la falla en la red eléctrica nacional que afecto el sistema de riego; y la solarización excesiva, a raíz de lo cual se obtuvo menor producción, y además un producto de inferior calidad. 
Po otra parte, señalaron que el 65% del arroz sembrado en Corrientes se riega con agua de represas, y las mismas están con baja o nula reserva, con lo cual, y si las lluvias continúan siendo escasas, peligra también la próxima campaña.
En citricultura, la provincia de Corrientes posee unas 30.000 hectáreas de citrus, distribuida en dos cuencas: la zona de los departamentos Bella Vista, Concepción y Mburucuya, con unas 9.000 hectáreas mayormente de limón. Y la zona determinada por las localidades de Monte Caseros y Mocoretá, con 21.000 hectáreas de cítricos, mayormente dulces.
Las consecuencias de la sequía fueron severas en ambas zonas. En la línea ubicada en el Centro-Oeste de Corrientes, hubo grandes pérdidas de fruta, estimadas en un 50%. Serían unos 72 millones de kilogramos de fruta, a un precio promedio de $25 por kilo, lo que da un total de $1.800 millones en pérdidas.
“Como está la situación, ya se sabe que se perderá la cosecha de fruta del otoño/invierno, que para el caso de la zona Norte serían unas 50.000 toneladas, lo que haría un total de $200 millones de pesos de pérdida”, señalaron desde el sector.
En referencia a la zona citrícola del departamento Monte Caseros, sus productores sufrieron un menor impacto climático, por haber tenido un mejor registro pluviométrico. Lo cual permitió una menor disminución de la productividad. No obstante, las pérdidas estimadas en esta región prevén un 20% menos de producción, es decir, unos 84 millones de kilos de fruta, a un precio promedio de $14/kg, que da un total de $1.176 millones de pesos en pérdidas por menor producción y precio del producto.
Por otra parte, también se sabe que el perjuicio se prolongara en el tiempo, comprometiendo las zafras 2022 y 2023: se estima un 50% menos de producción, es decir unos 210 millones de kilos de fruta, con una proyección de déficit –a los precios actuales- de $2.940 millones en pérdida por menor producción y precio del producto.
La actividad forestal también fue fuertemente castigada, en este caso por los innumerables incendios que se produjeron en el verano, producto de la sequía. En este sentido, según estimaciones oficiales se quemaron en la provincia de Corrientes 28.935 hectáreas de bosques implantados. Tomando un promedio de valor de la madera por hectárea de $472.550, la merma económica para esta actividad superaría los $13.672 millones.
En lo que se refiere al sub sector forestal relacionado con la actividad del resinado, desde el sector señalaron que se afectaron 4.414.000 plantas, que a $2.100 de producción por planta da un déficit de $9.269 millones. El costo de implantación de 1 hectárea cueta, en promedio, $150.000, lo que multiplcado por las 28.935 hectáreas quemadas, daría un monto de reforestación de $4.340 millones. 
Por último, también hay fuertes pérdidas proyectadas para la actividad yerbatera. En este sentido, Corrientes posee unas 60.000 hectáreas cultivadas –un 30% del total nacional-, donde se estima un 50% de perdida de producción por la sequía. Estos 76 millones de kilos menos de hoja verde, a un precio de $54/kg. dará una pérdida de $4.100 millones.
En cuanto a superficie perdida por plantas muertas, se relevaron 4.000 hectáreas aproximadamente, con un costo de implantación inicial por hectárea de $400.000, lo que da un monto de $1.600 millones para recomponer las plantas perdidas por mortandad y altas temperaturas.
Sin embargo, esta actividad intensiva tiene un costo de implantación adicional o complementario por hectárea, que ronda los $320.000, por las 4000 hectáreas perdidas, lo que arroja un total de $1.280 millones de pesos de costo adicional y complementario de implantación. Dicho monto es el total que se deberá invertir en los próximos cuatro años posteriores a la implantación inicial.
En este sentido, como para empeorar el cuadro, desde la Asociación de Plantadores del Nordeste (Apnea), señalaron que actualmente el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) posee una cuestionada normativa que prohíbe la implantación de más de cinco hectáreas por productor y por año, y no hay novedades sobre alguna flexibilización de esta medida debido a la situación extraordinaria que atravesó el sector en Corrientes por la sequía y los incendios.

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