A más de dos años de la muerte del cabo correntino, Jorge Arias Moreyra, su madre sigue esperando justicia.
El joven fue encontrado muerto con dos disparos en la cabeza de un fusil FAL 12 de diciembre de 2019 en el regimiento Blandengues de Concordia, Entre Ríos.
“Testigos oculares me dijeron que hubo cosas muy raras. La fiscal no hizo nada, solo dijo que se suicidó y no pidió las armas”, asegura Susana Moreyra sobre las irregularidades que encontró respecto a la muerte de su hijo. Contó que él era el encargado de llevar la contabilidad del lugar. “Lo vivían apretando, le hacían hacer boletas falsas. Estoy completamente segura de que hay corrupción”, remarcó a Radio Dos.
"A este correntinito de mierda lo vas a tener bailando", asegura que decían antes de mandarlo a hacer los papeles a la noche en el piso. “Lo perseguían, le hacían la vida imposible a mi hijo”.
Respecto de la información, aseguró que “le hicieron las pruebas y no tenía pólvora en las manos. Acá va a caer mucha gente por encubrimiento y corrupción. Este regimiento ya venía marcado. Estamos luchando con un poder muy alto, de alto vuelo. Estaban sobornando gente para que esto no salga a la luz. Creo que estaba todo cocinado adentro, y yo les caí de sorpresa”, asegura sobre el papel que cumple para saber qué pasó realmente con su hijo, ya que no cree la hipótesis del suicidio.
“Un jefe militar me dijo: no te quedes con esto, a tu hijo lo mataron”, recuerda Sandra sobre el gesto que tuvo uno de los efectivos de la fuerza. Recordó el día que le rindieron los honores de despedida a su hijo. “Les dije en la cara que esto no va a quedar así, voy a llegar a las últimas consecuencias. Yo les entregué un suboficial de la Escuela Sargento Cabral y ellos me entregaron un cajón”, se lamenta.
(NG)