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¿Quién escribió Romeo y Julieta? ¿Existieron? ¿Dónde?

Por El Litoral

Martes, 26 de julio de 2022 a las 01:00

Por Ramón Cavalieri 
Especial para El Litoral

Treinta años enseñando teatro en las escuelas fueron suficientes para que mis alumnos me apoden: “William”. “Chau, William...!” me dicen por la calle cuando me ven. Es que mi inquietud por transmitirles la vida y obra del gran William Shakespeare casi siempre logró convencerlos y hasta “enamorarlos” de sus letras y también de su enigmática vida.
Lógicamente que “Romeo y Julieta” siempre ha sido una especie de “gancho” para despertar su interés. 
Es que la vida y obra del inglés tiene insospechadas aristas según el cristal con el que uno quiera analizarlas. La humanidad misma no ha podido, a lo largo de seis siglos, ponerse de acuerdo casi en nada. Pero lo que no se puede negar es justamente eso: lo enigmático e increíble.
No pretendo aquí entrar a analizar y deshojar las virtuosas letras jamás igualadas en su fondo y estética, donde contrariamente no existe nada que discutir.

Romeo y Julieta
Esta obra de William Shakespeare se ha convertido en un símbolo inequívoco de la maestría en la literatura occidental y fue escrita entre 1593 y 1594. La historia, transcurrida en Verona (Italia), tiene como protagonistas a los enamorados Romeo Montesco y Julieta Capuleto.
Allí “siempre” aparecen con gran actualidad un sinnúmero de temas secundarios que el ser humano lo padece, lo vive o lo goza. Este es, quizás, uno de sus máximos logros: 

Actualidad durante casi 600 años
Uno de los grandes dilemas es saber si ha sido una historia real. ¿Existió Romeo y existió Julieta? Aquí caben muchas respuestas. La más escuchada es la que afirma que en Verona hay un balcón atribuido al verdadero atrio amoroso, también existe la casa de Romeo y hasta la misma tumba de Julieta donde dicen estar sus restos.
Dejemos de lado este “pequeño” debate y pregúntennos cómo escribió Shakespeare esta historia si jamás estuvo en Italia. 
Aparecen miles de hipótesis. Bueno, al menos ya aceptamos que un tal Williams Shakespeare por lo menos existió y no es un “tal Bacón” mimetizado.

Teorías y más teorías
Su raíz proviene de una historia ideada por el italiano Luigi da Porto en el año 1531 narrada después por Matteo Bandello en 1540; más tarde, en poema narrativo y en inglés, hizo lo mismo Arthur Brooke en un libro llamado “La Trágica Historia De Romeo y Julieta” (1562).
Ahora, ¿da Porto fue el creativo? Parece que no, ya que se habría inspirado en la historia de Mariotto y Ganozza, los protagonistas de la trigésima tercera novela del Novellino de Masuccio Salernitano, publicada póstumamente en 1476 y ambientada en Siena.
Pero...pero…pero… no es tan fácil. Es probable, diría casi seguro, que don William se haya inspirado en un relato de origen de la Antigua Grecia. Se trata de la historia de Píramo y Tisbe, otro relato de amor prohibido que acaba en el suicidio de los amantes.
Claro que hay una gran diferencia respecto de su “inspirador” ya que el Gran Maestro escribió está historia con un lenguaje compatible con el de la tragedia lírica. Cerca de 15% del texto está en rima. Un verdadero genio.

Píramo y Tisbe
El barroco Luis de Góngora escribe en versos octosílabos una historia en 1618 donde dos amantes de dos familias enfrentadas no son autorizados a casarse y ellos se dicen emotivas palabras de amor por unas grietas, en la pared que divide las dos casas. Estamos en Babilonia.
 Los amantes mueren y dónde ella (Tisbe) se clava un puñal al encontrar muerto a Píramo (su nombre deviene del fuego).
Pero al parecer Góngora escribe casi al mismo tiempo que Shakespeare. 
Se dice que el verdadero inspirador, más directo y más cercano en el tiempo, fue Arthur Brooke con un poema extenso y narrativo The Tragicall Historye of Romeus and Juliet publicado por primera vez en 1562, unos treinta años antes que Shakespeare. Pero ya se llamaban Romeo y Julieta.
Si bien el final del poema difiere significativamente de la obra de Shakespeare: en el poema, la enfermera es desterrada y el boticario ahorcado por su participación en el engaño, mientras que Fray Lorenzo deja Verona para terminar sus días en una ermita. Casi todos los personajes son los mismos.
De todos modos, y para no quedarnos tan conformes temprano, debemos aclarar que tampoco Brooke habría sido muy creativo ya que a su vez fue “inspirado” (sigamos usando esa palabra) por Bandello .

Bandello
Matteo Bandello un Piamontés del norte de Italia que no era Shakespeare, no tenía su estirpe e impronta. El problema es que no supo moldear la idea que luego sí lo logró Shakespeare: dar con ese resorte que convierte las palabras en magia. Es difícil comprender que sus argumentos fueron el núcleo de algunas de las obras maestras de la literatura. Sin embargo, sólo su contemporáneo William Shakespeare supo versionarlas con el genio que aquel no tenía. Hablamos de piezas como Romeo y Julieta y Mucho Ruido y Pocas Nueces, Sueño de Una Noche de Verano, entre otras.
Bandello fue además inspirador de otros grandes escritores.

Más atrás
Empero, ocurre que, el verdadero gestor de este mito literario no habría sido ninguno de aquellos sino Higinio; escritor latino de Alejandría contemporáneo del mismo Jesús, o sea unos 1.600 años antes que todo el resto.
Higinio a su vez fue un “adelantado” de Ovidio (Romano) que en el año 8 d.C. también escribió algo “muy parecido” a la historia de Higinio.
O sea que hasta allí tenemos un desfile de siglos por dónde deambulan Romeo, Julieta, Teobaldo, Paris, y todo el resto con sus penurias, venenos, puñales, destierros y muertes.
 Las historias son casi siempre las mismas, solo cambia el escenario, es decir el lugar geográfico. 
A esta altura ya poco interesa si Shakespeare estuvo o no alguna vez en Italia, si, al fin, la historia no le pertenece .
¿Y qué hay de los amantes de Verona? O de donde hayan sido ¿Existieron? Si la respuesta es positiva, habrá que buscar sus restos inclusive antes de la era cristiana, pero bueno, en la modernidad los turistas siguen visitando la casa de Romero, el Balcón de Julieta y hasta su tumba donde descansan sus restos.
Si todos estos sucesos de estos genios escritores de la literatura mundial hubiesen ocurrido en la actualidad, sería un gran alimento de los programas faranduleros y trabajos abarrotados de los tribunales para dirimir culpables en una cadena de plagios y más plagios. 
Y ya que estamos en los comienzos de la era cristiana: El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

(*)Periodista. Escritor. Expresidente de la Sociedad Argentina de Escritores (Sade). Docente jubilado de la carrera de Comunicación Social. Goya.

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