México anunció este jueves la extradición de 29 de sus más notorios narcotraficantes a Estados Unidos, en medio de crecientes presiones del gobierno de Donald Trump para que detenga el contrabando de fentanilo y evite así la imposición de elevados aranceles.
La secretaría de Seguridad detalló que entre los delincuentes entregados está el veterano capo Rafael Caro Quintero, a quien Estados Unidos reclama por el homicidio del agente de la DEA Enrique "Kiki" Camarena" en 1985.
Los extraditados enfrentan cargos por crimen organizado, narcotráfico, asesinato, uso ilegal de armas y lavado de dinero, señaló el Departamento de Justicia estadounidense en un comunicado.
"Procesaremos a estos criminales con todo el peso de la ley", dijo la fiscal general estadounidense Pamela Bondi, citada en el boletín.
El comunicado añade que el castigo máximo que Caro Quintero y otros cuatro de los extraditados pueden enfrentar es la pena de muerte, una posibilidad que el acuerdo binacional de extradición no permite.
Estos traslados ocurren el mismo día en que autoridades mexicanas se reunieron en Washington con el secretario de Estado, Marco Rubio, y otros funcionarios estadounidenses y acordaron efectuar "acciones coordinadas" contra el narcotráfico, informó el gobierno mexicano.