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Hipertensión: la importancia de la alimentación

¿Cuáles son los cuidados nutricionales para mejorar la calidad de vida de las personas con hipertensión y disminuir los riesgos? Menos sal, más agua y caminata diaria, pueden ayudar. 
 

Por El Litoral

Domingo, 19 de mayo de 2019 a las 04:01

Por Narella Antonina Colussi 
Colaboración Especial

 La hipertensión arterial es uno de los problemas más importantes de salud pública mundial. Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión Arterial (HTA) con el objetivo de subrayar la necesidad de trabajar en la prevención y control de la presión arterial elevada por encima de 140/90 mmHg.
El fin es prevenir muertes por enfermedades cardiovasculares, esta situación afecta a cuatro de cada diez adultos, con graves consecuencias para la salud de hombres y mujeres, es decir entre el 20% y el 40% de los adultos en Latinoamérica y uno de cada 3 argentinos es hipertenso. La tasa de tratamiento y control de la enfermedad en pacientes diagnosticados es muy baja. Los estudios muestran que una de cada tres personas hipertensas no logran mantener sus cifras por debajo de 140/90.
En general sus síntomas son imperceptibles por lo que muchos pacientes se enteran de su condición tras sufrir un infarto o un ACV, dado que es el principal factor de riesgo cardiovascular (se encuentra presente en el 80% de los casos de muerte por esa causa) y es la más importante causa de ACV, capaz de producir la muerte o discapacidad de por vida. 
Las Naciones Unidas han propuesto como objetivo sanitario primordial para el año 2025 una mejoría del 25% en su control. Esta falta de control se debe a la falta de diagnóstico en la población general y al abandono de los tratamientos en el caso de los pacientes diagnosticados. 
 
Cuidados nutricionales 
Es un conocimiento popular que ante un cuadro de presión arterial elevada debemos cuidar el aporte de sodio al organismo y como la sal de mesa es la principal fuente de el mismo, debemos controlar su agregado a los alimentos, sin embargo, el salero no es la única fuente de aporte de sodio al organismo, existen otras igual de importantes que la sociedad muchas veces desconoce, de allí la importancia de acudir a la consulta nutricional a fin de obtener el asesoramiento adecuado.
Entre las directrices principales de los cuidados nutricionales se encuentran plan alimentario hiposódico, adecuado al individuo y nutricionalmente equilibrado, óptimo consumo de agua hiposódica y la realización diaria de al menos 30 minutos de actividad física de tipo aeróbica como caminata, bicicleta o cinta o clases de baile.

Sodio oculto en los alimentos
Como mencionábamos anteriormente el salero no es la única fuente de aporte de sodio al organismo, también son igual de importantes las gaseosas y aguas saborizadas, soda, los panificados como panes, galletitas, postres, fiambres como el jamón, mortadela, salame y salamín, embutidos como el chorizo y la morcilla, aguas minerales tradicionales, quesos, snacks como papitas, palitos, maníes, golosinas y jugos en polvo.

Estrategias para saborizar 
los platos
Ante la moderación en el uso del salero surge la falta de palatabilidad de los alimentos, los cuales muchas veces se vuelven insípidos y esto genera frustración en el paciente que tiene la enfermedad. Sin embargo, existe una estrategia pocas veces tenida en cuenta, la revalorización de los condimentos y variedad en la selección de los mismos. Sin dudas que condimentos como pimienta, nuez moscada, pimentón dulce, orégano, perejil, albahaca, romero, clavo de olor y canela entre otros, lograran saborizar los platos haciendo pasar desapercibido la falta de sal y ayudando a que la persona logre una adherencia al tratamiento nutricional sin abandonarlo por falta de placer en la alimentación.
La variedad en la selección de alimentos, en sus formas de preparación y en los condimentos a emplear, se convierte en la clave del éxito del tratamiento nutricional de este cuadro.

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