Desde el Rosgan analizaron el comportamiento del mercado ganadero en el último año, donde alertaron por el alto nivel de faena de algunas categorías. Asimismo, para las categorías de exportación advirtieron que si bien China comenzó a demandar nuevamente algunos cortes, el contexto global mantiene frenado al mercado europeo, y es posible que algunos cortes exportables estén en las góndolas argentinas en los próximos meses.
El informe del mercado ganadero señala que analizar el perfil de lo faenado durante el último período abril-marzo permite comprender la dinámica de mercado del último año y, a su vez, anticipar algunas tendencias respecto de las cifras del stock ganadero que se conocerán -cuarentena mediante- en poco tiempo.
De acuerdo a los datos preliminares recientemente publicados, la faena del mes de marzo registró unos 1,093 millones de animales, siendo un 8% superior a la registrada en marzo del 2019.
En términos acumulados la faena del último ciclo 2019/20 ascendió a 14,092 millones de animales, marcando un 6,6% de crecimiento en relación al ciclo previo, siendo sólo superado por los 15,475 millones faenados durante la gran liquidación del ciclo 2009/10.
Medido sobre el stock total, este nivel de faena equivale al 26,1% de los 53.945.808 animales contados a inicios del actual ciclo 2019/20. Si bien esta tasa de extracción aún se encuentra 2 puntos porcentuales por debajo del máximo alcanzado en 2009/10 (28%), se sitúa ligeramente por encima del 24% a 25% que para el rodeo nacional representaría un nivel de equilibrio.
La participación de las hembras en la faena total durante el último año ha sido muy alta. Si bien en el acumulado anual el porcentaje termina ubicándose en el 48%, hemos tenido un primer trimestre del ciclo –abril a junio del 2019- donde la participación de hembras sobrepasó umbrales del 52% superando incluso los niveles alcanzados en aquel primer trimestre del ciclo 2009/10.
Sin embargo, a diferencia de aquel período, este escenario no ha sido producto de una intención de salir del negocio sino, por el contrario, ante los avatares financieros y el retraso que presentaba el valor del ternero, el productor encontró en la vaca una caja, propiciada por el buen precio pagado por la exportación, para lograr sostener su negocio.
En términos absolutos, en el período abril 2019 a marzo 2020 la faena de vacas fue de 2,554 millones de cabezas, un 3% menos que en el ciclo previo. Pese a todos los guarismos realizados a comienzos del período, su participación fue disminuyendo lentamente, en parte porque la oferta de este tipo de hacienda comenzaba a secarse y en parte debido a que, a los valores que estaba dispuesto a pagar China, comenzaron a ingresar también otras categorías, en especial vaquillonas.
Así, la tasa de extracción final de vacas terminó resultando algo más moderada de lo esperado (10,8%) e incluso bajando levemente respecto del ciclo previo (11,1%).
Sin embargo, de manera conjunta, también debe observarse la tasa de extracción de vaquillonas que, en definitiva, son la reposición de esas vacas enviadas a faena. Es precisamente este indicador el que enciende una alarma debido al crecimiento registrado de un año a otro al pasar del 22% al 26% a marzo 2020. Cuando ocurrió la gran liquidación de 2009/10, sobre un stock inicial de 22,5 millones de vacas y 7,8 millones de vaquillonas, se llegó a enviar a faena el 14% de las vacas y el 30% de las vaquillonas, llegando a perder casi 2 millones de vacas y más de 600 mil vaquillonas en el término de un año.
Por lo tanto, si bien aún estamos lejos de registrar una caída semejante en el nivel de stock, cuando tengamos finalmente los datos a marzo de este año, es posible que veamos un nuevo retroceso en el stock de vacas, aunque moderado y mayormente influenciado por una menor reposición de vaquillonas.
Otro escenario particular se presenta en los machos. En los últimos doce meses, la faena total de novillos, novillitos y terneros registró 7,108 millones de vacunos, 3% más que lo faenado en el período 2018/19. Aquí, la particularidad reside en esta especie de transferencia en la faena, de novillos a novillitos. En el último año se sacrificaron 1,3 millones de novillos menos al tiempo que se registraron cerca de 1,5 millones más machos jóvenes, novillitos y terneros.
La retracción que viene registrando el stock de novillos no es tema nuevo. En la última década, la categoría ha perdido más de 2 millones de cabezas para arribar al último conteo de marzo del 2019 con 2,6 millones animales en stock. Sin embargo, el nivel de faena se mantuvo relativamente estable, fluctuando en torno a los 2,5 millones de cabezas anuales. Esto claramente se tradujo en una tasa de extracción creciente dado que a menor stock se seguía exigiendo similar nivel de faena.
Así hemos llegado alcanzar niveles excepcionales de hasta un 97% de extracción durante el ciclo pasado (2018/19) para luego caer abruptamente al 50% en este último año.
Esto claramente muestra un principio de recomposición, motivado sin dudas por las excelentes perspectivas que volvía a vislumbrar la exportación. Tengamos en cuenta que los ciclos ganaderos, en especial el engorde de novillos pesados, demandan más de un período en reflejar los cambios de tendencia.
Desafortunadamente, el contexto actual posiblemente no logre recompensar este esfuerzo de retención y recomposición de stock. La extrema debilidad que exhibe hoy la demanda de este tipo de hacienda producto de la pandemia del covid-19, seguramente derivará en un excedente de oferta y poco se podrá valorizar la calidad del producto obtenida.
En los próximos meses muy probablemente veamos mayores ofertas de cortes de alta calidad, originalmente destinados a exportación, en las góndolas locales mientras que otra parte podrá embarcarse con destino a China u otros mercados que permanezcan activos, aunque a valores definitivamente inferiores de los que podría estar pagando Europa.
Una vez más, el novillo encuentra un nuevo desafío por superar para volver a instalarse como la categoría de exportación por excelencia que supo convertirse en sello de la carne argentina.