El costo de la campaña de vacunación contra la aftosa despertó malestar y preocupación entre los productores ganaderos de nuestro país. Si bien es una necesidad para mantener el status sanitario, productores y entidades del agro manifestaron sus quejas por el elevado precio que deben afrontar por animal vacunado desde el próximo lunes.
“Son más de 2 dólares por animal si pagás a crédito, y para nosotros es mucho”, comentó un productor correntino con campos en la zona Norte de la provincia.
Ya en el mes de febrero la Federación Agraria Argentina había alertado sobre el precio de la vacuna antiaftosa, sobre todo el aumento que tuvo la dosis por parte de los laboratorios fabricantes. “Han anunciado un aumento significativo en el precio de la vacuna contra la fiebre aftosa y brucelosis. Esta medida representa un desafío adicional para los productores, quienes ya experimentamos un aumento en el precio durante el mes de diciembre”, señalaron desde la entidad integrante de la Mesa de Enlace.
En concretó la FAA pidió a los laboratorios que adopten medidas para “mitigar el impacto económico negativo en los productores y mantengan una comunicación transparente sobre los cambios de precios en el futuro”.Por su parte, la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos exigió “responsabilidad a los laboratorios ante escenarios futuros, ya que las imposiciones oligopólicas no tienen en cuenta los intereses ni la realidad de los productores”.
“Entendemos que el aumento del valor de la vacuna no se condice con la situación que vienen atravesando los productores ganaderos y exhorta a los laboratorios a reconsiderar en el futuro la aplicación de aumentos que pongan en una situación de ahogo a quienes ya vienen padeciendo años de penurias debido a la sequía que los puso en jaque y al intervencionismo estatal que detonó la base productiva”.
Farer resltó el caracter “unilateral” del aumento por lo que pidió empatía y responsabilidad a los laboratorios ante escenarios futuros, ya que las imposiciones oligopólicas no tienen en cuenta los intereses ni la realidad de los productores”.