El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió este martes en que un acuerdo de paz en Ucrania está “muy cerca”. Esto en medio de negociaciones aceleradas y nuevas ofensivas rusas que reavivaron el escepticismo europeo.
Las tratativas se intensificaron el fin de semana en Ginebra, donde delegados de Washington, Kiev y aliados europeos revisaron un plan estadounidense reducido de 28 a 19 puntos, con más demandas ucranianas incorporadas. Un alto funcionario de Kiev calificó la nueva versión como “significativamente mejor”.
Entre los cambios, Ucrania logró elevar el tope propuesto para sus futuras fuerzas militares, de 600.000 a 800.000 integrantes. No obstante, el negociador Rustem Umerov sostuvo que los detalles finales deberán ser definidos directamente por Trump y el presidente Volodímir Zelenski.
Desde Moscú, el canciller Serguéi Lavrov señaló que Rusia espera recibir la propuesta actualizada. En paralelo, medios internacionales confirmaron reuniones entre representantes de EE.UU., Ucrania y Rusia en Abu Dhabi, mientras unos 30 países aliados participaron de una videoconferencia sobre los avances.
Trump, por su lado, anunció que enviará la próxima semana a su emisario Steve Witkoff a Moscú para reunirse con Vladimir Putin. Además, indicó que el secretario del Ejército, Dan Driscoll, continuará las conversaciones con Ucrania. El mandatario dijo que solo se reunirá cara a cara con Zelenski y Putin cuando el acuerdo esté en su etapa final.
Sin embargo, en Europa prevalece la cautela. El presidente francés Emmanuel Macron advirtió que “no hay voluntad de Rusia” para un alto el fuego, horas después de que nuevos ataques con drones y misiles dejaran al menos 7 muertos y 19 heridos en Kiev.
Funcionarios estadounidenses reconocen que persisten “cuestiones sensibles”, en especial sobre cuánto está dispuesto a ceder Moscú. Las dudas se profundizan mientras continúa la ofensiva rusa: según la fuerza aérea ucraniana, en las últimas horas se lanzaron 464 drones y 22 misiles, y la ciudad de Zaporiyia volvió a ser blanco de un ataque “masivo”.
La guerra, iniciada en 2022, mantiene a Rusia ocupando alrededor de una quinta parte del territorio ucraniano. Las pérdidas humanas se cuentan por decenas de miles y millones de civiles debieron abandonar sus hogares.
En el frente, el sargento ucraniano Ivan Zadontsev expresó su cansancio y temor ante una “mala paz”, al admitir su desconfianza sobre la viabilidad real de estas negociaciones.
Con información de Perfil.