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Té de yuyos, la receta que no pasa de moda

Por El Litoral

Martes, 25 de septiembre de 2007 a las 21:00
Fin terapéutico de las hierbas medicinales.
Si bien en el Nordeste el consumo de hierbas medicinales (HM) con fines médicos está culturalmente arraigado, los análisis sobre acciones y efectos de ellas son escasos. Por ello, investigadores de la Unne realizaron un estudio para determinar la frecuencia de su utilización conjuntamente con un medicamento prescrito por un profesional de la salud. Tras el análisis, los profesionales determinaron que el elevado consumo de HM y la toma conjunta con remedios, puede aumentar la posibilidad de reacciones adversas o interacciones farmacológicas.
Por esta razón, recomendaron a los consumidores notificar a sus médicos de cabecera de eventos adversos relacionados con las hierbas, como así también su ingesta paralela con los medicamentos.
Mediante un estudio epidemiológico observacional, descriptivo y transversal en personas que concurrieron a los Centros de Atención Primaria de la Salud (Caps) de esta ciudad, integrantes de la Cátedra de Farmacología de la Facultad de Medicina (Unne) -Mabel Valsecia; Pedro Gerometta; Carolina Carrara y Sergio Morales-, revelaron que sobre un total de 201 encuestados, el 98,7 por ciento (198 personas) refirieron utilizar hierbas medicinales.
Asimismo, el 40,4 por ciento aseguraron que las utilizan en forma crónica continua; y el 25% conjuntamente con un medicamento prescrito por un profesional de la salud.

Las más consumidas
El estudio también reveló la utilización de 65 clases de HM, de las cuales las más consumidas fueron Mentha piperita (menta) -42.9%- y Wenatia calycina (burrito) 40.9%; Pimpinella anisum (anís) 30.8%; Matricaria chamomilla L. (manzanilla) 29.8%; Malva sylvestris (malva) 23.2%; Matricaria recutita (boldo) 21.2%; Chenopodium ambrosioides (paico) 20.7%.
Vale decir que las encuestas a pacientes se desarrollaron en la sala de espera de cuatro Caps de la ciudad (el III, IV, V y X). Discriminado por sexo, el 91.7% de las mujeres y el 87.8% de los hombres aseguraron consumir hierbas medicinales.
Relacionado con el grupo etareo y consumo de HM, la investigación reveló que de 15 a 30 años un 86.8% las utilizan; de 31 a 45 años un 92.64%, de 46 a 64 un 93.8% y mayores de 65 años un 100%.
Según el grado de instrucción, el 95.7% de los individuos que tienen primaria completa utilizan HM, el 76.6% de los que tienen secundario completo y el 93% de los tienen terciario o universitario lo hacen.
Por otra parte, el 54.2% refirió que las HM fueron recomendadas por un familiar, un 28% por vecinos y amigos, 10% por decisión propia y 8% otros (médicos, curanderos, odontólogos, libros). Asimismo, al consultarles sobre las personas elegidas para sugerir la utilización de ellas: el 30,8% dijo a familiares; vecinos y amigos 15.2%; no recomendaron 51.2% y a todos 2.8%.

Origen
Con respecto al origen de los yuyos medicinales, el 91% son autoproducidas (cultivadas en sus casas o terrenos cercanos) o son adquiridas de los aborígenes que las comercializan en la vía pública, siendo las denominadas HM a granel; y solo un 9% de las consumidas son manufacturadas, es decir, provenientes de farmacias y herboristerías.
En tanto que el 86.8% de los padres encuestados prepara hierbas a sus hijos; el 90.3% de las que se utilizan en los chicos son las que tienen un fin terapéutico digestivo, señalaron, como boldo, menta, burrito, paico, entre otras.
Asimismo, los encuestados manifestaron que de las hierbas fueron utilizadas hojas, flores, corteza, espinas, semillas y raíces para la realización de las distintas preparaciones (infusiones, jarabes -tipo quemadillos-, cataplasmas, baños, inhalaciones).

Fines terapéuticos
Con respecto al fin terapéutico de la utilización de HM, el 62.8% refirió usarlas para tratar patologías del aparato digestivo. A modo de discusión del trabajo, los profesionales señalaron que “la medicina herbaria ha sido, y sigue siendo, un recurso terapéutico común al no disponer, probablemente por motivos económicos, de las posibilidades terapéuticas existentes en los países desarrollados”.
Asimismo, el estudio destacó que “uno de cada cuatro encuestados utiliza hierbas concomitantemente con un medicamento prescrito por un profesional de la salud, aumentando de esta manera el riesgo de interacciones, de intoxicación y de eventos adversos”.
A modo de conclusión, los investigadores señalaron que “la elevada frecuencia de consumo de hierbas y la toma conjunta con medicamentos, puede aumentar la posibilidad de reacciones adversas o interacciones farmacológicas, siendo necesario alertar a los consumidores y promover la notificación de este tipo de eventos relacionados con ellas” (ver recuadro). Asimismo, nueve de cada diez HM utilizadas no son manufacturadas, lo que incrementa el riesgo de contaminación, de error en la identificación y en la dosificación de éstas”.

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