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El significado de los detalles

Por El Litoral

Martes, 29 de septiembre de 2015 a las 01:00

Por  Leticia OraisOn de TurpIn (*)

Hay detalles de amor, de cariño, de entendimiento, de apoyo y otros detalles menos importantes pero que animan nuestras vidas  como los detalles de orden, de disciplina, de servicio y ayuda.
Toda la vida está programada y armada con detalles. Una flor entregada con amor es más valiosa que una perla exquisita. Un beso oportuno, alegra y conmueve más que un regalo costoso. Una frase amable consuela más que gestos grandilocuentes.
Se puede alegrar y mejorar cada momento de la vida con simples detalles. El arreglo floral que se pone en la casa, cambia el humor y embellece la vista. Encontrar cada cosa en su lugar, apacigua los ánimos y facilita la convivencia. Relacionarse cordialmente con los próximos (familiares, vecinos, amigos, compañeros o circunstanciales interlocutores) hace mucho más agradable la vida.
Ver, adivinar, adelantarse a las necesidades del otro, crea lazos de simpatía, cariño y aceptación.
Cada minuto de nuestra vida puede estar enriquecida de detalles. Todas las grandes acciones están  plagadas de detalles, podemos decir que la suma de detalles hace la vida más virtuosa y bella.
Se es feliz gracias a los detalles valorativos que nos brindaron e inculcaron en nuestra educación precedente.
Ser agradecidos es consecuencia de haber sido constantemente valorados y enaltecidos.
Entender las dificultades de los demás, es fruto de la paciencia que nos regalaron en nuestra formación humana.
Tener buenos modales es el resultado de tantos y  buenos ejemplos recibidos y enseñados.
Todo lo que somos es fruto de detalles, de pequeños gestos y momentos gratos y enriquecedores que los mayores han sabido transmitirnos con esmero y dedicación.
Hagamos lo mismo, fomentemos en la convivencia  detalles placenteros, bellos, amables y educativos.
Cuánto más nos esmeremos por ser mejores, mejores serán los que nos miran, se acercan o conviven con nosotros, ya que siempre se cumple lo que enuncian los refranes “se copia lo que se ve”.
Tratemos entonces, con simples detalles, transmitir mensajes buenos, positivos, enriquecedores, para hacer más agradable la vida de la familia y de la sociedad a la que pertenecemos.
Cuánto más esmero pongamos en los detalles, más prolijos conseguiremos ser en las cosas importantes, porque el acabado de todas las grandes acciones empiezan con el hábito de poner atención en los pormenores o minucias, que suman y contribuyen a  la atención, respeto y conducta que empleamos en las relaciones humanas.

(*) Orientadora Familiar.

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