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Sin medidas concretas, el Presidente insiste con los controles de precios

Los ministros del gabinete económico serán los encargados de presentar acciones más contundentes, según comunicó el Presidente.
 

Por El Litoral

Sabado, 19 de marzo de 2022 a las 01:00

La declaración de la guerra contra la inflación que anunció Alberto Fernández generó una expectativa que chocó de frente con el contenido discurso presidencial. El Presidente describió el marco general de las medidas que terminarán de definirse tras la reunión que el jefe de Estado y el equipo económico mantendrán a comienzos de la semana con la conducción de la CGT y de la Unión Industrial Argentina, con quienes se entrevistó en la Casa Rosada, el miércoles, luego de que el Consejo del Salario estableciera el nuevo haber mínimo.
En un mensaje grabado de 18 minutos, Fernández enfatizó que el acuerdo con el FMI —que el cristinismo rechaza— es el primer paso para ordenar la macroeconomía. “Ha sido un momento histórico. Por primera vez la refinanciación de una deuda con el FMI se discute y se aprueba en el Congreso”, celebró el mandatario, aunque nada dijo del rechazo de los socios mayoritarios del Frente de Todos, que quedaron en soledad.
“He instruido a mis ministros para que tomen las medidas necesarias y ellos serán los encargados de comunicarlas a partir de mañana”, sostuvo Fernández, que anunció la creación de un fondo de estabilización con el objetivo de evitar el traslado de la suba internacional del precio del trigo y sus derivados, producto de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Este sábado, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, brindará una conferencia de prensa en la que brindaría más detalles sobre las medidas, que incluiría un alza de las retenciones. El lunes, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, anunciará más medidas y el martes se convocará a un mesa para un acuerdo económico y social, una promesa de campaña del Presidente que nunca terminó de materializarse.
Fernández destacó que hace más de 10 años la Argentina vive con inflación alta, destacó el impacto de la guerra y subrayó la ineficacia del gobierno anterior, a pesar de sus promesas, para bajar los precios. Negó, además, que la condición de la Argentina como productor de alimentos exceptúe al país de la crisis o signifique una oportunidad. “Una guerra es siempre una mala noticia”, señaló.
El mandatario dejó abierta la posibilidad de implementar la Ley de Abastecimiento, apuntó contra “la codicia” de los formadores de precios y advirtió que no dejará de fiscalizar y controlar comercios.
Tras su viaje a Tucumán, adonde fue para participar de la entrega de patrulleros y luego de reunirse con el viceprimer ministro israelí junto a Santiago Cafiero, Fernández se recluyó en la intimidad de Olivos con los ministros y funcionarios del Gabinete Económico y el canciller para evaluar las medidas para contener los precios. “Ya empezamos a trabajar con cada sector”, sostuvo un hombre de máxima confianza del Presidente, antes de que se emitiera el discurso. Algunos de los máximos dirigentes de las cámaras empresarias negaron de plano esas versiones y esperaban con nerviosismo la palabra presidencial. 
El alza de precios en los dos primeros meses del año —3,9 en enero y 4,7 en febrero— obligó al Ejecutivo a diseñar un paquete de medidas, que todavía está en ciernes. El alza de la canasta de alimentos y bebidas que subió 7,5 puntos en febrero (y llegó al 8,6 en el Conurbano) y de la canasta básica de alimentos para una familia tipo —que se utiliza para medir la indigencia y que trepó 9 % el último mes— ponen la alarma a la Casa Rosada. 
(JML)

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