“La batalla del Donbas ha comenzado y es un infierno”, dijo un comandante ucraniano en la madrugada de este martes, cuando cayó en manos rusas la ciudad de Kreminal al iniciarse la gran ofensiva para ocupar el este del país, en esta guerra en Ucrania que ya lleva 55 días.
Los rusos, precedidos desde hace tres días por fuertes bombardeos y lanzamientos de misiles contra la capital Kiev y Lviv, la ciudad occidental vecina a Polonia, avanzan en un frente de 480 kilómetros con 80 mil soldados divididos en 76 batallones tácticos integrados por infantería, tanques, morteros, cañones, helicópteros, defensas antiaéreas y soporte logístico, asistidos por bombardeos de la aviación.
El Donbas es una rica región al este de Ucrania con una larga frontera con Rusia, que cuenta con una población prevaleciente de etnia rusa.
Desde 2014 es el escenario de una guerra entre ucranianos y rusos, que proclamaron el nacimiento de dos pequeñas repúblicas, Donetsk y Lugansk, reconocidas por el presidente Vladimir Putin en una ceremonia en Moscú.
Ambas repúblicas ocupan la mitad del territorio del Donbas en el que viven unos 4 millones de personas, en su mayoría rusos.
La segunda fase debería ser decisiva para una victoria o derrota rusa en la guerra iniciada el 24 de febrero. El canciller ruso Serguei Lavrov anunció hoy el comienzo de la batalla del Donbas y dijo que Rusia se limitará a usar armas convencionales.
Con esta nueva estrategia, Putin ha decidido corregir los errores cometidos en la primera fase en la que los rusos intentaron ocupar todo el país, sufriendo derrotas serias, como el no poder tomar Kiev, la capital, asediada durante buena parte de los 55 días que dura la guerra.
El ejército ucraniano indicó que al menos 20.800 soldados rusos han perdido la vida desde el inicio de la invasión. También que fueron abatidos 169 aviones de caza, 150 helicópteros y 158 drones.
Además según las fuerzas ucranianas afirman haber destruido 802 tanques rusos, 396 piezas de artillería y 2063 vehículos blindados. También cuatro sistemas de misiles, 132 sistemas de lanza misiles, ocho naves de guerra y 67 unidades de defensa antiaérea.
Los rusos han cambiado los movimientos operativos que dirige el general Alexandr Dvornikov, nombrado hace dos semanas por Putin para dirigir la batalla del Donbas y la ocupación del este y sur de Ucrania.
Rusia ha concentrado un armamento formidable para impulsar el ataque de la infantería. Los 80 mil soldados cuentan con el respaldo de 20 mil hombres de las reservas que en la mañana de este martes continuaban desplegándose más allá de la frontera rusa.
La ocupación completa de las repúblicas prorrusas de Donetsk y Lugansk representa la mitad del territorio del Donbas. Es probable que los rusos hayan decidido extender su marcha a la otra mitad de la rica región que alberga enormes reservas de carbón y otros minerales, además de contar de buenas tierras para la agricultura.
(JML)