El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicó ayer los resultados definitivos del Censo 2022. Los datos de la encuesta nacional indicaron que en Corrientes hay un total de 1.212.696 habitantes.
El organismo señaló que en Argentina hay 46.234.830 personas al 1 de julio de 2022.
De acuerdo con los datos del Indec, la Capital es el departamento más poblado con 439.270, seguido por Goya con 106.371 y Santo Tomé con 71.927.
Con respecto al último Censo del 2010, la provincia tenía 992.595 habitantes, lo que refleja una variación relativa del 22%, señaló el Instituto.
Por otra parte, del total de habitantes se desprende que son 623.673 mujeres y 588.956 hombres.
Además, la provincia de Corrientes se destaca en la variable del acceso a agua potable para beber y cocinar a través de la red pública, con un 89% frente al 85.40% a nivel nacional.
En tanto que, la variable de desagüe del inodoro del baño a través de la red pública alcanza un 63.20% en Corrientes, mientras que a nivel nacional es de 62.60%.
De esta manera, según los datos proporcionados, Corrientes y Misiones tienen 5 de los 12 indicadores por encima de las demás provincias del NEA. Lo cual, termina indicando un mejor desempeño en comparación con Chaco y Formosa en esos aspectos específicos.
Por último, los indicadores analizados, revelan que tanto Corrientes como Misiones presentan mejores resultados en varios aspectos clave. Por ejemplo, ambas provincias superan el promedio del NEA en indicadores como acceso a agua potable por red pública, baños dentro de las viviendas y conectividad digital.
Demoras
Los problemas con la difusión de la información comenzaron tres meses después de realizado el relevamiento cuando comunicaron que el Indec seguía trabajando en el procesamiento de datos. Tras la difusión de escasa variables provisionales se modificó el esquema y el último compromiso había sido presentar ocho informes temáticos, en forma progresiva hasta fin de este año. Los temas pautados eran estructura de la población por sexo y por edad, migración, identidad de género, afrodescendencia, pueblos originarios, educación, fecundidad, y salud. Hasta hoy, solo se había publicado uno de esos reportes.
Los resultados provisionales se conocieron el 31 de enero, cinco meses después de lo prometido y ocho meses posteriores a la realización del relevamiento: un archivo de 82 páginas en las que los datos concretos van de la 11 a la 53. Se informó que son 46.044.703 las personas que viven en el país, 1.245.247 habitantes menos del número provisional que dieron a conocer al día siguiente del operativo cuando la cifra fue 47.327.407 habitantes.
De acuerdo con el cronograma oficial, esos resultados se iban a conocer 90 días después del operativo nacional, pero por inconvenientes con algunas planillas, como habían comunicado, se postergaron hasta fines de enero. A esa demora, se sumó el incumplimiento del plazo previsto para publicar los primeros resultados definitivos, originalmente anunciado para el 18 de enero pasado; en tanto, para junio, 13 meses después del censo, se publicaría la versión completa y ampliada de esos resultados definitivos, que finalmente se anunció que iba a ser hoy.
El 31 de enero pasado, cuando se difundieron los primeros resultados provisionales, Lavagna señaló como “uno de los cambios” en el esquema original que, a partir de ese momento, el organismo trabajaría en la elaboración de informes temáticos “hasta llegar al mayor nivel de desagregación posible” sobre características habitacionales, estructura de población por sexo y por edad, migración, fecundidad, identidad de género, cobertura de salud, y educación, entre otros. Se publicarían en el primer semestre del año. El primer, y único informe, relacionado con las condiciones habitacionales, se difundió en mayo y esa fue la última información oficial comunicada.
Tres meses después del operativo, el Indec publicó en su página web que continuaba trabajando en el procesamiento de los resultados debido a que “por motivos diversos, un porcentaje de habitantes de las viviendas que respondieron el censo digital no fue incluido y, por lo tanto, no permite reflejar íntegramente los totales preliminares de la población existente en cada una de las jurisdicciones del territorio nacional”.
Recién en noviembre del año pasado reconocieron que hubo errores en el procesamiento de los datos. “No se difundieron en la fecha prevista porque un número significativo de planillas resumen que se completaron el día del censo no cumplen los estándares de calidad suficientes”, indicó Lavagna, en un largo hilo de X.
“En la Argentina y en el mundo, el procesamiento de los resultados de un censo demanda más de 12 meses de trabajo. Tratar de apurar los tiempos naturales podría redundar en datos menos robustos”, agregó el funcionario.