Por Carlos Lezcano y Natalia Schejter
Cuando escuchamos algo sobre huesos prehistóricos normalmente pensamos en dinosaurios y es probable que nuestra imaginación nos lleve a la Patagonia. Pero, ¿sabían que no todos los fósiles son huesos? ¿Y que hay otros animales prehistóricos además de los dinosaurios? Y que en nuestra provincia tenemos una Reserva Natural de Fósiles que es una maravilla patrimonial y que se puede visitar llegando hasta Bella Vista?
Hablamos de Toropí Reserva Paleontológica, ubicada a solo 150 kilómetros de la ciudad de Corrientes, donde hubo animales prehistóricos como mastodontes, que fueron grandes elefantes sudamericanos de más de 4 toneladas; gliptodontes, enormes armadillos de hasta 800 kilos y toxodontes, otro género extinto con características similares a las de los hipopótamos. También se encontraron restos de perezosos terrestres de más de 700 kilos y de tortugas gigantes, con un tamaño similar a las que actualmente se encuentran en las Islas Galápagos, en Ecuador.
De todo esto charlamos con Fanny Soler, gestora cultural bellavistense, museóloga, restauradora y conservadora independiente, ex directora del Museo Paleontológico Toropí y también fue coordinadora del grupo “Expedición Toropí” un proyecto de divulgación científica pensado para infancias. Sobre todo Fanny es una apasionada por lo que hace, y lo hace desde y para su territorio, como ahora que sigue apostando a su querida Bella Vista y creó L.U.PA., un espacio independiente que se dedica a observar y conservar objetos, documentos y fósiles.
¿Qué es Toropí?
Toropí, hoy es una reserva natural fosilífera, una de las más importantes de Sudamérica. Se encuentra a ocho kilómetros de la ciudad de Bella Vista, así que es nuestro patrimonio cultural por excelencia. Nuestra ciudad alberga una colección de fósiles muy interesantes de más de cuarenta especies estudiadas, muchas de ellas endémicas, autóctonas de esta región y de América, así que es un patrimonio natural súper valioso, no solamente para los bellavistenses, para la provincia, el país y para Sudamérica. Los restos que se encuentran acá están estudiados por paleontólogos, investigadores del CONICET, del CECOAL, de la UNNE y están catalogados como muy importantes dentro del gran abanico científico paleontológico del mundo. Es una gran riqueza.
¿Son fósiles de dinosaurios?
Buenísima la pregunta, porque siempre está bueno aclarar. No son dinosaurios, en este lugar particular de Corrientes no se han encontrado todavía restos de dinosaurios. Los fósiles que sí se encuentran son restos de megamamíferos, estamos hablando de mastodontes, gliptodontes, tigres dientes de sable, de esa rama de los animales que no eran dinosaurios, eran muy posteriores en las eras geológicas que existieron en esta parte de la provincia.
¿Y de cuántos años, más o menos, estamos hablando?
Estamos hablando aproximadamente de entre los treinta a los cincuenta mil años de antigüedad. Una gran característica de este yacimiento, es que los fósiles afloran de manera natural, a partir de las lluvias, los vientos, el desmoronamiento porque las barrancas van exponiendo estos fósiles, y eso hace que Toropí sea muy atractivo. Entonces uno va transitando por la reserva y puede ir encontrando desde pequeños fragmentos hasta grandes piezas, que son las que posteriormente se investigan en los laboratorios científicos para determinar a qué animal corresponde. Se pueden encontrar a cielo abierto, distintos tipos de elementos fosilizados: plantas, raíces, huesos de estos animales.
¿Cómo comenzó todo esto? ¿Cuándo fueron los primeros descubrimientos?
Se sabe que en la década del setenta (del siglo XX) los lugareños comenzaron a encontrar este tipo de de huesos grandes que notoriamente no pertenecían a animales de la época, de caballos o vacas, por lo cual empezaron a contactarse con los investigadores, primero el personal del INTA local, y estos a su vez con la gente de los laboratorios en Corrientes, donde trabajaba la paleontóloga Alicia Lutz y Rafael Herbst, que ya no están entre nosotros, pero que fueron los pioneros, los investigadores que empezaron a trabajar y a descubrir de qué se trataban estos fósiles. A raíz de eso, en la década del setenta surgen estas investigaciones que son llevadas a lo largo del tiempo hasta nuestros días, donde van apareciendo especies nuevas y huesos fosilizados, generando nuevas curiosidades para la ciencia.
¿Hay un museo ahora en Bella Vista?
Sí, se creó el Museo Paleontológico en el año 2015 donde se resguardan algunos de los restos de las colecciones paleontológicas de la provincia. Estos huesos fosilizados pertenecen a la colección de la UNNE y del CONICET, y están albergados en su mayoría en el CECOAL, que es el el Centro de Ecología Aplicada del Litoral en Corrientes Capital, donde son estudiados, investigados y analizados por los científicos. Cuando esos fósiles ya tuvieron una catalogación, se supo a qué animal corresponden, qué características particulares tenían, entonces se hizo una selección de algunos de esos fósiles más atractivos, y son esos los que hoy se pueden ver en este Museo Paleontológico en Bella Vista. Hay un museo y están abiertas las puertas para quienes quieran visitarlo igual que la reserva patrimonial.
¿Cómo te interesaste por la museología y la conservación?
Me llamaba mucho la atención el trabajo de los museos puertas adentro. Qué se hace, cómo se logra, porque como visitantes vamos siempre y vemos lo que el museo nos quiere mostrar. Pero puertas adentro hay todo un mundo súper atractivo, muy interesante, con un montón de criterios y de cuestiones que hay que ir analizando, estudiando, investigando y exponiendo, para que ese resultado sea realmente el que el público espera. Eso me interesaba de la museología, todo ese mundo muy poco estudiado, trabajado, sobre todo en nuestro ámbito, nuestra provincia y en general en nuestro país, pero en países de otros continentes está muy desarrollado el tema museológico, no solamente desde el turismo, también desde un trabajo científico, técnico. Es ahí donde a mí me genera curiosidad y empiezo a estudiar museología. Después de eso se va uno metiendo un poquito más en este mundo, y a raíz de eso empiezo a tener interés por la conservación y la restauración, que vienen muy de la mano con museología, porque cada material, cada objeto que está expuesto tiene que ser conservado y en algunos casos también restaurado. Son áreas que van muy de la mano: la museología, la conservación y la restauración.
¿Y específicamente en la restauración paleontológica y la divulgación científica?
Cuando abrió el Museo Paleontológico, buscaban un museólogo de la ciudad, así que me tocó dirigirlo por mi formación. No duramos mucho tiempo por ciertas cuestiones, pero hicimos un montón de cosas y abrimos las puertas del Museo de la comunidad, no solamente como un atractivo turístico, sino con todos estos agregados que estoy contando, que también vuelven a cada pieza enriquecida. A cada pieza, a cada exposición, a cada detalle, y entonces ahí fui metiéndome un poco en lo que es la paleontología. Porque no es lo mismo dirigir, coordinar o investigar en un museo de arte que un museo de ciencias, o a un museo específicamente paleontológico, donde hay otros criterios, donde hay otras cuestiones a tener en cuenta que tienen que ver con el trabajo científico puntualmente, y el paleontológico en particular, en este caso. Entonces, fue ahí donde otra vez se me despierta la curiosidad y comienzo a pensar en qué se hace con esto, con este material, cómo lo podemos llevar a la comunidad y ser ese puente donde el científico pueda a través de esta exposición mostrar y contar qué se hace en un laboratorio científico, paleontológico, en una investigación, en una excavación, en una extracción de fósiles en Toropí, siempre vinculado y pensando en mi ciudad. La reserva está declarada como patrimonio y a raíz de ese trabajo también pudimos lograr en el 2007 la declaración de Bella Vista como capital provincial de la paleontología. O sea que hay todo un desarrollo de investigación, de trabajo, de aportes, no solamente mío claramente, sino de un gran equipo de personas que son tan apasionados como yo, cada uno en su área, científicos, los guías de turismo, en mi caso de la museología, y así estoy formando una cadena hermosa de gente que tiene la misma intención y las mismas ganas de que Bella Vista sea visible por por este patrimonio que tenemos.
En la Patagonia chilena, hay algunos museos al aire libre en medio de un parque que contiene la cueva donde habitaba el milodonte, por ejemplo, que era un mamífero gigante. En torno de la cueva crearon un parque con esculturas a escala con animales que habitaban en el lugar. Los visitantes pueden por lo tanto, tener una idea como era en el pasado. ¿Esto es posible acá o es una idea vieja que ya no sirve más?
La idea es genial, es una idea hermosa, y ojalá algún día podamos tener algo así porque desde la década del setenta, ochenta, donde estuvo un poco más avanzada las investigaciones y de eso determinaron a qué pertenecían estos fósiles, la gran investigadora Alicia Lutz tuvo la propuesta en la provincia, en la ciudad, de crear el geoparque o el parque paleontológico in situ, qué es esto de lo que estás contando acá. Es el mismo espacio de donde estaban estos animales, donde se recrea la vida y las formas y cómo eran estos animales ya extintos. Entonces uno tiene la dimensión de lo que es el espacio en sí y también de la dimensión de lo que eran estos grandes animales, que al tamaño de las personas eran súper gigantes, estamos hablando de animales de más de dos y tres metros de altura, por ejemplo, miles de toneladas de peso, entonces este eso es ideal, eso sería lo que todos pregonamos y buscamos a largo plazo que ojalá se dé, pero bueno requiere de decisiones a veces políticas, de grandes inversiones y de la conservación del espacio también.
¿Qué es LUPA?
Es un proyecto particular, privado que cumple con un sueño de muchísimos años, muy postergado y donde junto a mi familia y montón de amigos que acompañan y que aportan, con mucho entusiasmo, mucho estudio, mucha investigación nace LUPA son las siglas de Laboratorio Urbano Patrimonial. Lo que se propone como idea es poder analizar ciertos objetos, tanto en papel como en fósiles, poder analizar, poder trabajarlo, poder conservarlo y poder mostrar las técnicas de preparación, porque todavía no hablamos de lo que es la preparación de un fósil. Los paleontólogos hacen la extracción del fósil y después eso lleva un proceso de preparación, de limpieza, de acondicionamiento, hasta el momento en que llega a las vitrinas de los museos, por ejemplo. Entonces ese proceso se llama preparación y eso es lo que vamos a aportar desde LUPA, la preparación del fósil, que es el trabajo intermedio, el vínculo entre lo expositivo y el yacimiento en sí. Tenemos un convenio con el CECOAL, el CONICET, con el Laboratorio de Paleovertebrados de Corriente, que lamentablemente, y eso también me toca decirlo, por ciertas políticas nacionales, está sufriendo un desabastecimiento y pérdida de sus personales que han tenido que emigrar a otros lugares, personal técnico y otros investigadores. El laboratorio se queda prácticamente con un personal muy reducido de preparación de fósiles a raíz de estas políticas, entonces desde LUPA, como conservadora, como museóloga y como amante de la ciencia y de la paleontología en particular, de lo que se extrae en Toropí proponemos aportar nuestro granito de arena haciendo ese trabajo de preparación de fósiles. Nuestra función va a ser recibir los fósiles que se extraen del crecimiento fosilífero, hacer la preparación, el acondicionamiento y la conservación que es súper importante para el posterior guardado del material y una vez que ese proceso esté realizado, los científicos se lo van a llevar para hacer sus investigaciones y albergarlos en las colecciones que ellos crean necesarias, o sea nosotros vamos a hacer solamente un eslaboncito en esa tarea de lo que significa la gran investigación paleontológica.
Uno de los objetivos de LUPA es ser puente entre el público en general y la ciencia, ¿Cuándo se abre? ¿Cuáles son los planes para que la gente se pueda acercar?
Es un proyecto que está muy bien encaminado, pero que todavía está en proceso. Nosotros ya empezamos a trabajar en redes sociales, con la divulgación, haciendo muchísimo hincapié en lo que es la conservación, puntualmente el porqué de conservar, cuál es el trabajo de un conservador, por qué es importante conservar las piezas, no solamente las patrimoniales sino todas las que uno tiene en su casa y que atesora como un patrimonio personal, como algo que nos gusta, y estoy hablando de papeles, de documentos, de diarios y de cosas así. Entonces LUPA no solamente va a trabajar con el patrimonio fosilífero, también vamos a trabajar en lo que es la conservación en general, que eso en nuestra ciudad es un eslabón que falta, es una necesidad y es una cadena súper importante en la divulgación y en el aprendizaje de todos los niñitos y sobre todo son los que más intereses ponen en esto. Entonces aprender cómo cuidar el patrimonio, cómo se limpia, cómo se prepara, en el caso de los fósiles, cómo puedo resguardar y cómo puedo guardar un documento de papel, esa va a ser nuestra función. A raíz de esto vamos a poder armar actividades para distintos grupos que quieran aprender o quieran ver cómo se prepara, por ejemplo, un material fósil. Eso es algo que todavía acá en Bella Vista no se hizo y por suerte contamos con el aval del Instituto de Cultura de la provincia que nos respalda esta actividad y también obviamente con el laboratorio de Palovertebrados que está dirigido por el Doctor Alfredo Zurita.
Por último y párrafo aparte Fanny nos deja un mensaje de concientización que nos hace parte a toda la sociedad: “aprovecho la oportunidad también para decir que las piezas que uno encuentra en la reserva cuando viene a pasear y a conocer, pedimos por favor que no se las lleven, porque ese pedacito de huesito de fósil que uno encuentra puede ser un eslabón muy importante para los investigadores, para los científicos que estudian cada ejemplar. Es muy importante dar aviso, por más pequeño que sea, recurrir a los guías de sitio que siempre están disponibles, avisar en las oficinas de turismo, avisar a cualquier persona responsable que encuentren en Bella Vista o en redes sociales, que nos encuentran a muchos fácilmente porque pueden estar encontrando algo que realmente es importante para la ciencia, para la paleontología en general“.
Para comunicarse con el Laboratorio Urbano Patrimonial y con Fanny en IG @l.u.pa