Por Eduardo Ledesma
Versión gráfica: Belén Da Costa
Nacido en Ámsterdam, con raíces correntinas, Nino Zannoni es músico y culturalista. Su vida es un puente entre Europa y el Litoral argentino, y su música vibra al ritmo del chamamé. En este episodio de Eduardo Ledesma Pregunta, nos cuenta cómo el Paraná, el viaje, la identidad y el encuentro con Nini Flores le marcaron el alma.
Una conversación íntima sobre pertenencia, sonidos del mundo y el poder transformador de la música. Nuestra música tradicional.
Si le tenés que contar a alguien, ¿quién sos?
Es el holandés chamamecero.
Así nomás.
Así nomás, el holandés. Porque es innegable que yo nací en el corazón de Ámsterdam, con una vivencia sumamente distinta a todo lo que estoy viviendo hoy. Siento que nací varias veces en esta vida. Yo nací en Ámsterdam, después tuve que renacer en Corrientes, y después nací nuevamente en Puerto Alegre, que es otro capítulo. ¿Por qué digo esto? Porque cuando tomé la decisión de venir a vivir a Corrientes a los 25 años tuve que aprender a hablar un idioma. Si bien mi papá es correntino, nosotros en casa hablábamos en inglés.Cuando llegué acá, no sabía hablar ni castellano, menos guaraní. Todo lo que aprendí acá son cosas que tienen que ver con el renacimiento, de convivir con otra cultura, con otras reglas. Si bien me falta mucho que aprender, es muy apasionante ese aprendizaje.
¿De dónde es Marta, tu mamá?
De California.
Hijo de Ernesto, que es correntino. Pero naciste en Holanda. O sea que ya en tu casa había un problema de frontera tremendo.
Un mboyeré. Para mí era siempre normal juntarlas. Tanto así que cuando llegué a la escuela por primera vez, nadie me entendía nada, porque mezclaba el inglés con el español, con el holandés. Y en la escuela pasó algo que sufrí mucho: me sacaron un idioma, porque nadie me entendía. Entonces me sacaron el español. En casa hablamos en inglés y en la escuela holandés. Para mí fue por desconocimiento porque en realidad era bueno que conociera diferentes idiomas.
Tu mamá y papá influyeron mucho en tu presente artístico. Tu mamá era artista, tu padre podríamos decir un viajero, ambos tal vez bohemios.
Sí, totalmente. Ellos acercaron mucho esa vida a mi casa. Mi padre trabajaba en un hotel e invitaba gente todo el tiempo a casa igual que mi mamá. Era un ambiente muy social. Yo creo que eso me despertó mucho la imaginación y el contacto con la música, con los seres humanos desde distintos puntos del mundo.
En eso, empieza la búsqueda que te trajo hacia la tierra de tu padre. ¿Vos conoces la tierra de tu mamá?
No.
¿Y por qué no te llamó eso, y si te llamó la de tu papá?
Yo conozco Estados Unidos porque mi abuela vivía en Arkansas. Era un pueblo, era fantástico. Imagínate el gurí en Estados Unidos. Conocí a Batman en persona más o menos. Fui al cine, hice todo, tomé un milkshake, comí esos tostados, viví todo eso.
Pero, mi padre era un tipo muy expresivo, mi mamá también, pero mi padre le ponía otras cosas. Un tipo muy de su tierra. Él por ejemplo nunca se despegó del Paraná, nunca se despegó de Corrientes. Yo digo que era un inmigrante doliente de su tierra.
En esto, debo confesar que yo de niño, caminando por las calles, y cuando hablamos con mis amigos, siempre sentí como que no iba a quedarme ahí, había algo que me estaba faltando en el inconsciente y eso se me fue por completo cuando llegué a Corrientes. Si bien las condiciones no eran las mismas, económicas, sociales, de zona confort, pero se me fue eso. No sé si era un vacío o un encuentro que todavía faltaba, pero hoy en día, sea como sea la vida me siento lleno. Y en eso tengo todo que agradecer a Corrientes, que de algún modo fue generoso conmigo en hacerme ver cuál era mi llamado en la vida.
Nino, hay una experiencia iniciática muy conocida que habla de lo que siente un niño al conocer el mar. Vos ya lo conocés. Entonces, ¿qué te pasó a vos cuando descubriste el río Paraná?
¿Qué es lo que no me pasó? Me emocione mucho. Para que tengas una idea, el día que tenía que viajar, la primera vez que me volví a Holanda, me fui al río a llorar. Estaba en el centro de Corrientes y de repente me ví subiendo en el remis yendo a la costanera. Me senté ahí en una barranca a llorar sin explicación ninguna. Yo tuve la dicha de viajar un montón, conocer el Mediterráneo, el Atlántico, los Alpes, ví muchos tipos de inmensidades, pero jamás jamás jamás me emocioné de esta forma en la que te estoy relatando. Jamás sentí una emoción así, es algo que no conocía. Y así me pasó las tres primeras veces que volví, me ponía muy triste y no entendía por qué. Después descubrí el chamamé y un montón de otras. Esas cosas que me llevaron a decidir a quedarme a vivir acá y mi padre tiene seguramente mucho que ver con eso porque él me contaba sus vivencias y me contaba del Paraná. Yo no tenía internet para conferir cómo era el Paraná entonces la primera vez que vi el Paraná fue en vivo y en directo y fue muy grande.
Tu vínculo con el chamamé, con la música, ¿cómo es?
A partir de ese relato de mi papá que él me hablaba del yaguareté, del yacaré, de toda la flora y fauna que había que ver. Era una persona tan aventurera junto a su nostalgia, junto a toda la expresión que le ponía el chimichurri. Para mí ahí es donde empieza todo.
¿Vos tenés recuerdo de cuál fue tu primer chamamé?
El chamamé que fue como un puñal para mí fue el de Avelino Flores y Antonio Niz, interpretado por Tránsito Cocomarola. Eso es terrible para mí, es como esa cosa que escucho y aún hoy no, no hay cosa más grande que eso.
Vos tenés una suerte que no han tenido ni los argentinos. Participar de rondas en patios o en casas con todo el generalato chamamecero. Desde Rudi y Nini Flores hasta Miqueri. En múltiples casas y patios. Vos que sos un ser sensible ¿qué crees que pasa ahí para que se alineen tantos planetas en esos lugares y vos puedas estar con con todos los grandes del chamamé?
Yo creo que es el pedido que uno hace al universo. Es lo mismo que pasa con el amor. Es una cosa que vos deseas y vas por ello. A partir de ahí entendí que para todo lo que emprendes tenés que prepararte. Y también para recibir después lo que pedís.
También tenés que ser transparente y permitirte ser parte de eso y no tener miedo a desnudarte un poco de lo que pasa en el arte.
¿Qué pasó cuando conociste a Nini Flores?
Él es para mí el mayor de todos. Es lo mayor de lo que yo he visto, de lo que yo escuché.Yo conviví con Nini en su último año antes de fallecer y en ningún momento él me hizo sentir mi rango
Él nunca te hizo sentir que era Nini Flores.
Sí y yo te debo confesar que recién cuando muere comienzo a hacer todo una conciencia de todo lo que era Nini. Yo no estaba muy consciente de todo eso. Lo que sí te puedo decir que fue un tipo conmigo muy generoso, era una un farol para mí. Realmente me ayudó a crecer un montón sin que yo me diera cuenta.