El cruce que se dio durante la noche del jueves y la sprimera shoras de ayer entre Daniel Parisini, alias Gordo Dan, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue un efecto no buscado pero grave de un problema que desde hace meses anida en La Libertad Avanza (LLA): el enojo y el desánimo de las tropas militantes digitales con algunos actores del propio espacio político.
Desde el fatídico cierre de listas en la provincia de Buenos Aires en adelante, a los principales cabecillas tuiteros (esos que día a día marcan el pulso de las redes libertarias) les cuesta poner el cuerpo a todas las causas del Gobierno como los soldados que siempre fueron.
Ilustrativo de este estado de ánimo fue un tuit que esta semana publicó Parisini en X, dirigido a sus bases: “Podrán gustarte más o menos las listas, podrá gustarte más alguna que otra medida o algún que otro personaje menor dentro del gobierno, pero JAMÁS hay que soltarle la mano al Presidente que destruyó la inflación en la Argentina (...) Yo acá me mantengo FIRME HASTA EL FINAL y apoyo a mi Presidente”. Los referentes tuiteros acumulan descontentos, pero siguen militando por la “causa mayor” que para ellos encarna Javier Milei.
Con ese batifondo, que desde hace tiempo los exhibe más apagados y con falta de protagonismo, los principales líderes de opinión en las redes -con el Gordo Dan a la cabeza- vienen haciendo algunos intentos para volver a las bases, retomar el espíritu combativo y seguir “pegando piñas”. Tienen que encontrar causas políticamente incorrectas para agitar la conversación digital y elegir a enemigos de turno para movilizar a sus cientos de miles de seguidores. Desde hace varias semanas, el senador Luis Juez viene siendo blanco de tuits muy violentos de parte de los tuiteros mileístas.
Los libertarios se ensañaron con él porque votó a favor de la ley de emergencia en Discapacidad y de la ley que actualiza jubilaciones, ambos proyectos luego vetados por Milei. Juez votó en sentido contrario al oficialismo en esas iniciativas, pero no dejó de ser un aliado de LLA. Cerró un acuerdo electoral con los violetas en Córdoba (incluso después de aquellas votaciones en la Cámara alta). Y adicionalmente, tiene un vínculo de amistad personal con el Presidente. Es uno de los pocos senadores que fue invitado más de una vez a cenar a la quinta de Olivos.
La escalada contra Juez cruzó un límite ayer cuando el Senado rechazó el veto presidencial y ratificó la ley de emergencia en discapacidad (con el voto de 63 senadores, incluido el del senador cordobés). Parisini, principal líder de opinión de la militancia mileísta, se refirió a Milagros, la hija del legislador cordobés que tiene parálisis cerebral, y escribió en X: “Luis Juez le acabó adentro a una mujer que no era su esposa y tuvo una hija. No se hizo cargo de la nena hasta que la justicia lo obligó. Y ahora la usa para hacer política poniéndole palos en la rueda al plan para sacar de la miseria a los argentinos del presidente Milei”. El mensaje, además de grosero, es incorrecto: Milagros no es hija extramatrimonial de Juez.
En ese momento, Guillermo Francos optó por interceder. En comunicación telefónica con el canal TN, el jefe de Gabinete salió a despegarse de Parsini y calificó como “inaceptables” sus dichos. Francos sostuvo que la declaración le pareció “absolutamente fuera de lugar” y defendió al senador. “Creo que no puede aceptarse de ninguna manera la grosería ni la forma en la que se expresa ni el fondo de la cuestión. Juez ya había anticipado en su votación anterior cuál era su posición”, dijo.
Un colaborador del Gobierno señaló: “Guillermo salió a decir eso por cómo es y por el lugar que ocupa, ante la fragilidad que tiene el oficialismo en el Congreso”, publicó ayer La Nación.