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Una mona carayá fue separada de su manada porque estaba en peligro de ser domesticada

El ejemplar recibía comida, agua y un trato no apto para su especie. El animal silvestre tuvo que ser separado de su ambiente natural debido a que adoptó un grado de impronta con los humanos. 

Por El Litoral

Miércoles, 28 de agosto de 2024 a las 18:06

Una mona carayá tuvo que ser separada de su manada porque corría el riesgo de ser domesticada en el Campus Deodoro Roca de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) en Corrientes. Esto se debe a que desde principios de agosto de este año, el animal silvestre comenzó a generar disturbios en las aulas y hasta ingresar a los laboratorios. La actitud que adoptó se debe a que la especie recibía alimento y un trato no apto. 

Esta especie habita en manada en su hábitat natural, donde hay pasafaunas y abundantes árboles, sin embargo, en ese sector de la ciudad convive con humanos que al ver este tipo de animal se sorprenden y quieren acercarse, sin tener en cuenta que esto puede resultar dañino para los primates. 

Al convivir en el mismo espacio que las personas, el ejemplar recibía alimentos no adecuados, desde agua hasta comida, este tipo de animales silvestres debe buscar su propio alimento y tampoco debe recibir un trato humanizado para que no se sientan en peligro o lleguen a casos extremos como los ocurridos. 

La coordinadora del Área de Educación Ambiental del Centro de Conservación Aguará, Catalina Mancedo, señaló a El Litoral: “La mona presentaba un grado de impronta bastante elevado por el hecho de que ella a los humanos ven como un estímulo positivo. Es un claro ejemplo que el hombre es su mayor amenaza, por más que tengamos las mejores intenciones, muchas veces podemos estar cometiendo un error”.

La mona había adoptado actitudes agresivas, golpeaba las ventanas en busca de comida e ingresaba a las instalaciones. Por lo que el Centro de Conservación Aguará debió separarla de su manada y trasladarla al recinto para iniciar una rehabilitación conductual. El animal tendrá que revertir esa conducta para comportarse como un animal silvestre y llegado el momento, será parte de la tropa que está en rehabilitación para liberación en el centro. 

La importancia de hacer hincapié en no dar de comer a la fauna silvestre, tampoco acercarse a ella por lo que hay que mantener una distancia prudente para que no llegue a niveles extremos como el sucedido recientemente en Corrientes. 

“Por más que nosotros tengamos las mejores intenciones muchas veces en querer alimentar a la fauna, en querer acariciarla, en querer hablarlo, la verdad que estamos generando un mal para ellos y que podemos evitarlo. Nosotros tenemos que aprender a convivir con ellos de una manera respetuosa”, explicó Mancedo a El Litoral. 

“Tenemos que disfrutarla desde las distancias sin necesidad de interactuar, porque a esta monita le sacaron la conducta de buscar su propio alimento, de poder comer alimento acorde a su especie, también el hecho de interactuar con individuos de su misma especie”, concientizó la coordinadora del Área de Educación Ambiental del Centro de Conservación Aguará.

Teniendo en cuenta las recomendaciones del Centro Aguará, cuyo objetivo es promover la educación ambiental y acercar a la comunidad la fauna silvestre de una manera adecuada. Con la importancia de resaltar los siguientes lineamientos: 

En caso de ver a un animal silvestre en zonas urbanizadas: no brindar comida ni agua. Ellos están adaptados para buscar su propio alimento y fuentes de agua. 
Mantener siempre una distancia prudencial, de esta manera no se sienten amenazados ni en peligro. 
No los molestes ni lastimes. Es importante recordar que somos nosotros los que invadimos su hábitat natural y debemos aprender a convivir con ellos. 
Protegerlos de las mascotas, una de las causas más habituales de ingreso al centro es por ataque de perros.

Ante cualquier situación o inconveniente con fauna silvestre se pueden comunicar a: 379-5048487.  

(VT)
 

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