El dato saliente que se vivió en el marcó de la elección de los chicos fue en el momento de la coronación. Una participante del público, nada más ni nada menos que una abuela de 80 años que aún vive a pleno la magia del carnaval, se encargó de coronar a Fede y -por si fuera poco- le estampó un afectivo beso que despertó el aplauso del público y la envidia de las señoritas presentes.
“Tengo 80 años y este puede ser mi último carnaval”, fueron las palabras de la abuela que hizo que Fede se arrodille a sus pies muy emocionado. Una apostilla para recordar que ratifica que Momo no respeta edades para desatar su ira.