La invitación que la señora Chico de Arce hiciera llegar a El Litoral, vino acompañada de un pequeño libro editado por el Instituto Histórico del Poder Legislativo de la Provincia, del cual es directora ad honorem y en el que se refleja la vida y actuación del general Luzuriaga.
“Su accionar en Corrientes fue de una gran importancia, ya que calmó la situación de la provincia un tanto alterada y organizó el desenvolvimiento del gobierno jurisdiccional. Debemos igualmente hacer notar que Toribio de Luzuriaga, como militar, actuó junto al general don José de San Martín en las Campañas Libertadoras, siendo como la historia relata, un gran colaborador del Libertador de América”, señala en el prólogo.
Con el acto de mañana, se recordará al General, nacido en Huaraz (Perú), el 16 de abril de 1782. Tanto él como sus hermanos Manuel José y Francisco, vistieron con honores el uniforme de los soldados argentinos, siendo Toribio el que escaló los peldaños más encumbrados de la notoriedad y la fama. Los tres lucharon en las invasiones inglesas y tanto Toribio como Manuel José, fueron signatarios del Acta de Mayo.
Su relación con Corrientes, se relata así: “Después de dos años de revolución, existía un gran desconcierto en la situación interna del país. Militarmente, la situación no podía ser más desastrosa, tanto en el norte como en el centro y el litoral. Corrientes era un semillero de pleitos, lo que agravaba la situación, por ser provincia fronteriza.
Por esa razón, el 3 de agosto de 1812, el Triunvirato designa a Luzuriaga, Teniente de Gobernador de esa ciudad, con instrucciones terminantes de poner orden y pacificar la áspera lucha de fracciones”.
El 15 de septiembre de 1812, arriba a la ciudad de Corrientes, asumiendo el mando. Según señala el ilustre historiador correntino doctor Manuel Florencio Mantilla: “Pese a un cúmulo fatal de circunstancias adversas, fue posible tomar medidas enérgicas, atinadas y civilizadoras, que fueron restableciendo el principio de autoridad, el orden y el progreso”.
Entre sus logros, se menciona la dedicación con que atendió las fronteras, arregló y dio nombres a las calles, dividió la ciudad en cuarteles, creó los alcaldes, los reglamentos de Policía y Bandos de Buen Gobierno, una Capitanía de Puerto para servir a la marina y envió un contingente de reclutas pedidos por el Superior Gobierno, que sirvieron en el Regimiento de Granaderos a Caballo. El sargento Juan Bautista Cabral fue uno de ellos.
Toribio de Luzuriaga falleció en Buenos Aires, el 1 de mayo de 1842, a los sesenta años de edad, abatido por la ingratitud, la miseria y el olvido.
De ese olvido lo rescata la historia argentina y en Corrientes, su nombre quedará grabado en un busto que perpetúa su memoria.