Es una acción histórica, una respuesta de los habilidosos ante las patadas incansables de los centrales que castigan la habilidad y el talento ajeno. La Bombonera fue el escenario de un capítulo más cuando se cruzaron Pablo Daniel Osvaldo y Leandro Desábato.
El jugador del Pincha, decidido a sacar del partido al delantero Xeneize, lo castigó una y otra vez desde que comenzó el encuentro. En una de las tantas acciones, la nueva figura azul y oro respondió con un gesto elocuente: arrancó un pedazo de pasto y se lo ofreció como regalo.
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