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/Ellitoral.com.ar/ Cultura

Josefina Licitra: “Se puede hacer narrativa bajo el periodismo más urgente”

Caá Catí la recibirá el 1 y 2 de septiembre. Allí brindará un seminario sobre Narrativas Urgentes y además, en una charla con Gabriela Bissaro, presentará su nuevo libro: “38 Estrellas. La mayor fuga de una cárcel de mujeres de la historia”. En la misma mesa hablará sobre la producción de libros periodísticos. 

Por Paulo Ferreyra

sapukai.cultura@gmail.com

Especial para El Litoral

 Josefina Licitra es una referencia nacional para el periodismo narrativo. Publicó en varios -muchos- diarios del país como Clarín, La Nación, Perfil, Crítica. Además viene escribiendo para distintas revistas del país y del exterior: España, México, Perú, Colombia, Chile. Su nombre prestigia las antologías del género y en 2004 ganó el premio de la Fundación Nuevo Periodismo. Desde entonces escribe y escribe, pero también dicta charlas, cursos, seminarios y talleres. 

Ha publicado los libros de no ficción “Los otros, una historia del conurbano bonaerense”; “Los imprudentes, historias de la adolescencia gay lésbica en Argentina” y “El agua mala”, entre otros. Cuenta que prefiere no escuchar música mientras escribe, y que necesita absoluto silencio. 

Josefina estará en la quinta edición de la Feria del Libro de Caá Catí, que este año tributa honores a la crónica. Dictará un seminario y además hablará de los libros, de cómo se hacen, y presentará su más reciente trabajo.

“Siempre es un placer viajar al interior del país. Principalmente por toda la zona de la Mesopotamia y del Litoral. Estoy feliz de poder ir a la feria y de hablar de algo que me interesa y que me hace feliz como son los libros y la escritura”, deslizó en la apertura de esta apretada charla.

Pero antes de ingresar a ella, un dato importante: los interesados a asistir al seminario tienen tiempo de inscribirse hasta este 25 de agosto. Deben hacerlo enviando un mail a: bibliotecajuanmanuelrivera@gmail.com. 

—Si bien son jornadas hay poco tiempo, ¿cuál será la modalidad de trabajo en este seminario? 

—El seminario de dos días tiene como idea pensar en la aplicabilidad práctica de la crónica. Por lo general se piensa que se puede escribir crónica periodística si se tiene mucho tiempo por delante o si se tiene mucho espacio para desarrollar un tema. Si bien el tiempo y el espacio son importantes, no son condiciones indispensables para poder trabajar y darle al trabajo periodístico un tratamiento literario, mas estético, con una mirada propia y con una profundidad.

Entonces, lo que quiero trabajar a través de una exposición y de un intercambio con quienes puedan asistir, es en qué medida se pueden aplicar las herramientas de la crónica y de la literatura al periodismo más urgente y cotidiano, de cierre inmediato. Más allá de las variables de tiempo y espacio que pueda imponer el medio periodístico, es posible aplicar estas herramientas.

Al ser dos días de encuentro, claro, no se puede pensar en términos de taller, no sería lo adecuado. En un taller hay más tiempo de trabajo, hay producción dentro del taller y las devoluciones se hacen en función de ese trabajo. Aquí vamos hacer un seminario donde voy hablar sobre la narrativa periodística aplicada al periodismo cotidiano. Todos podrán hacer preguntas, plantear sus inquietudes y vamos tener tiempo para hacer intercambios. Voy a escuchar cómo trabajan, escuchar los conflictos que surgen desde la escritura y cómo se pueden resolver. Siempre pensando en términos de periodismo narrativo.

—En esto del periodismo y la literatura, ¿cuáles son las herramientas que te ayudaron y te ayudan en ese proceso creativo?

—Para mí la herramienta principal para un periodista debe ser la lectura. Para mí es fundamental. Hay que leer mucho. Cuando por razones de trabajo leo menos, siento que la mano se me endurece. Siento que empiezo a escribir repitiéndome, como si estuviera autoplagiándome. Siento que lo que te salva de ese lugar o de la escritura plana y poco atractiva es la lectura. 

Después también hay que entender que el periodismo narrativo y bien pensado -ahí sí en tiempos y espacios más óptimos- no tiene por qué ser el texto diferente de la literatura. Hay literatura de ficción y de no ficción. Uno puede encuadrarse perfectamente y con cierta osadía dentro de la literatura de no ficción, con las herramientas de estilo que da la literatura. Teniendo en cuenta -y en eso sí soy o me vuelvo más purista- de que no debemos olvidar que hacemos periodismo. No hacemos periodismo de ficción. Entonces los hechos que contamos tienen que haber sucedido, los lugares que describimos tienen que existir y las personas de quienes uno habla tienen que existir. Si uno toma ese recaudo se puede escribir con las herramientas de la literatura de ficción. No es tan distinta la escritura de quienes hacemos crónica de la escritura de aquellos que hacen ficción.

—Para hacer una crónica debemos informarnos antes, ¿qué hacemos con esa hipótesis que nos formamos antes de abordar la crónica?

—Antes de contar sobre una persona o contar una historia debemos informarnos con la mayor rigurosidad posible. Algunos piensan que no hay que leer nada para ir con la cabeza limpia o sin preconceptos al lugar. Por mi parte creo que hay que leer lo más relevante sobre la historia que quiero contar o sobre la persona que quiero contar. Ahora, toda esa información la tengo que poner en duda y entender que existe la posibilidad de que cuando uno llega al lugar o se encuentra con la persona, todas esas hipótesis cambian o pueden cambiar. Uno tiene que tener la libertad y la honestidad y el ímpetu de modificar la hipótesis de acuerdo a la realidad que uno encuentra. Cuando hacés las cosas bien, las hipótesis de partida pueden entrar en conflicto y tenés que modificarlas. 

—¿Cuáles son los rasgos de la literatura que encontrás en un texto de periodismo narrativo?

—Un texto periodístico tiene elementos literarios cuando uno puede notar la construcción de los personajes; en el caso del periodismo no son personajes sino que son personas. Otro detalle es la construcción de escenas, de ambientes, de olores, colores. También cuando hay una construcción de diálogos que se hicieron durante la entrevista o la observación directa. Cuando hay una búsqueda o se nota la búsqueda delicada de las palabras correctas para expresar una idea determinada. La búsqueda estética del periodista se puede palpar en esos ambientes que están bien construidos y narrados. Debemos saber que hay herramientas de la literatura de ficción que están puestos y juegan también en el texto periodístico.

—Además del seminario, en la Feria de Caá Catí vas a presentar un libro nuevo, ¿cuál es el libro y de qué se trata esta historia?

—A la feria llego justo con el libro “38 Estrellas, la mayor fuga de una cárcel de mujeres”. La fuga de una cárcel de mujeres más grande la historia mundial. La misma ocurrió en Montevideo, Uruguay, en la década del 70. 

Es un libro que vengo trabajando desde hace un montón de años. Es el libro que más tiempo me tomó y me llevó trabajarlo. Ahora estoy empezando a descansar de la energía que me consumió hacer este libro. Estoy expectante por conocer la reacción de la gente, si gusta, si leen. 

“38 Estrellas” se refiere al nombre de la operación de la fuga que se llamó “Operación estrella”. A cada una de las fugadas se las llamaba las estrellas. Lo voy a presentar en Caá Catí, hay una charla que tengo con Gabriela Bissaro donde cuento cómo se hace un libro y ahí voy a contar cómo hice este libro.

Por lo demás, siempre tengo el radar abierto por si llega algún tema o si se me llega a ocurrir algo, porque si no tengo una idea nueva me siento desamparada y apática. Entiendo que esas cosas toman tiempo y no me voy a desesperar por salir a cazar temas. Voy a poner la energía ahora en la promoción de este nuevo libro. La salida del libro nunca es un disfrute del todo relajado o celebratorio, pero esa es mi forma de vivirlo, nada más. 

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