Como suele ser habitual, los establecimientos educativos en la provincia son más propensos a sufrir robos, destrozos o actos vandálicos durante los días de inactividad, ya que son pocos los que cuentan con una seguridad apropiada. Uno de los ejemplos más claros de esto es la Escuela N° 404 “Doctor Eduardo Wilde”, en donde personas aún no identificadas ingresaron ayer al edificio para llevarse un inodoro y un lavatorio de uno de los baños utilizados por los docentes.
El problema se acentúa porque no es la primera vez que sucede un hecho de estas características en este colegio, sino que se trata del tercer hurto en lo que va de este año, y el cuarto registrado en los últimos tres meses. En todas estas oportunidades, El Litoral dialogó con los directivos, quienes advirtieron que se trataba de una problemática de vieja data y que estaban desde hace tiempo pidiendo por mayor seguridad, algo que hasta ahora no se cumplió.
Desde el establecimiento habían solicitado a la Comisaría Séptima la posibilidad de contar con mayor patrullaje policial, pero sólo recibieron una guardia en la puerta por un breve lapso; luego de haber sido víctimas del robo de 30 mil pesos de la cooperadora, los cuales iban a ser destinados para refacciones en el edificio.
Ventiladores
Otra de las instituciones, víctima de la inseguridad durante el fin de semana pasado, fue la Escuela N° 275 “Supervisor Isidro E. Moreira”, del barrio Laguna Seca. Personas que tampoco fueron identificadas aún, ingresaron por la fuerza rompiendo puertas y candados, y una vez dentro se llevaron ventiladores de techo que estaban instalados en las aulas. También rompieron material preparado para el inicio de clases.
“Arrancaron los ventiladores y destrozaron lo que pudieron, las seños habían preparado material para recibir a los más pequeños, se llevaron cortinas, rompieron puertas, candados, habíamos conseguido que un tutor soldara las cerraduras y fueron las puertas vulneradas este fin de semana”, contó a Radio Dos la directora del colegio, María Lasala.
“Vamos a ver qué podemos hacer para comprar de nuevo los ventiladores. Lamentablemente no nos alcanza para pagar un sereno, la escuela tiene alarmas pero llega a la biblioteca y sala de Computación”, manifestó la directiva; quien remarcó la dificultad que significa para el establecimiento el tener que afrontar estos gastos.