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/Ellitoral.com.ar/ Cultura

Mariano Martínez, de Attaque 77: “El grupo encontró su identidad”

El guitarrista y voz líder de una de las bandas destacadas del rock argentino, con más de 30 años de carrera, habló con El Litoral sobre el concepto de “Triángulo de Fuerza”, su nuevo disco y del momento del trío: “Somos como las tres patas de una cosa: si falta uno, el equilibrio se rompe”, graficó.  
Power Trío. Mariano Martínez, en el centro de la imagen, habló con El Litoral sobre el show en Hangar.

Gustavo Lescano

glescano@ellitoral.com.ar

Con el aplomo de 30 años de carrera, Mariano Martínez entiende que este es el mejor momento de Attaque 77, porque encontraron su identidad siendo trío y están tan fusionados que el concepto de “Triángulo de Fuerza”, el título de su nuevo disco, describe a la perfección esa unidad interna que se encarga de resaltar el guitarrista y voz líder de una banda con historia dentro del rock argentino. “Este es el mejor momento del grupo en muchos sentidos”, reafirma en diálogo con El Litoral, horas antes de emprender el viaje a Corrientes donde mañana por la noche se presentarán. 

Al describir el nuevo disco, Mariano coincide en que es una obra que condensa la trayectoria grupal, por las distintas vertientes del rock que confluyen en los 12 temas del material: desde el punk-rock de los inicios hasta el ska, o algo más acústico, pasando por el reggae e incluso por una canción con aires de folclore, que la grabaron con Peteco Carabajal y Vitillo Abalos de invitados. 

“Siempre estamos tratando de correr un poco el límite, de un estilo, de un sonido”, explica Martínez en la charla telefónica. Con esa amplia gama musical y compositiva llegan a la capital correntina y eso se transmitirá en el show, según anticipó: “Habrá canciones que son más raras y que nunca tocamos, a las que sumamos los temas clásicos del grupo, que siempre los hacemos y que nunca faltan, además de las canciones nuevas, claro”. 

En la charla también aclaró sobre las versiones de un parate del grupo que circularon no hace mucho, y sobre lo que siempre se habla: la posible vuelta de Ciro Pertusi, el cantante inicial y cara visible de Attaque 77 por un par de décadas. No faltaron reflexiones sobre la actualidad del país, el punk, el rock y la rebeldía perdida.

 

—¿Qué concepto plantea este Triángulo de Fuerza, el de un power trío reafirmado en sus vértices? 

—Sí, es un poco así, tiene que ver con la identidad que fue afianzándose en los últimos años del grupo. Sabés, en su momento nos convertimos en trío, hace 10 años más o menos, y en los últimos años creo que fue cuando fuimos encontrando la identidad de grupo, como trío. Empezamos a trabajar en las Sierras de Córdoba, donde hicimos nuestro estudio, y en el que llegamos como cuarteto y nos convertimos en trío. Y un poco la idea del título es esa: somos como las tres patas de una cosa, y si falta uno de nosotros ese equilibrio se rompe. 

—¿Hay un par de temas con fuerte denuncia social, como A Cielo Abierto y Sin Tierra, una característica que se repite en la historia de la banda? 

—Siempre estamos de gira, viajando, tomando contacto con la gente y también con la problemática de cada lugar. Es data de primera mano la que nos llega hablando con la gente. Por ejemplo, recorrimos Catamarca y San Juan, donde nos dijeron: ‘Tenemos que mudarnos porque el agua está contaminada’. Esto es una información que después en los grandes medios de comunicación no aparece. Nuestro aporte es hacerlo más visible con una canción. 

—En el nuevo disco hay algo de folclore también, ¿cómo surgió el tema Canto Eterno? 

—Hace unos años produje a una banda de folclore en Córdoba. En ese momento, si bien ya había escuchado folclore de chico, tomé más conciencia de que la música folclórica está en nuestro ADN, se combina con las influencias del rock que tenemos desde siempre. Y me parece que ahí está la clave de nuestra identidad musical. El rock argentino tiene tanta personalidad y es una música con un sonido tan personal, justamente por eso: se mezcla con nuestras raíces. 

De grande somos un poco más conscientes de eso y lo tenemos en cuenta para componer y así salió algo con un aire folclórico. De inmediato surgió invitarlo a Peteco (Carabajal), porque es un artista que nosotros admiramos desde siempre, nos parece que es un tipo bastante trasgresor en lo suyo, y quien hizo mucho por correr un poco esos límites del sonido del folclore más tradicional. Siempre lo admiramos.

Y Vitillo (Abalos) es, obviamente, un prócer de nuestra música, que lo contactamos por medio de un amigo nuestro, guitarrista de Ciro y los Persas, quien es su pariente. Enseguida lo contactamos y fue un lujo que nos dimos. 

—También aparece otra de las raíces del grupo, el punk-rock, en el tema Lobotomizado grabado con “Campino” (Andreas Frege, cantante del grupo alemán Die Toten Hosen). ¿Cómo se dio ese encuentro? 

—Campino es un amigo de la música de tantos años, tantos escenarios en todos estos años, desde las primeras veces que vinieron en los 90. Y esta es una canción que nos sonaba mucho a nuestros comienzos: podría haber sido para nuestros primeros discos. También nos llevaba a su voz, porque sonaba a sus primeros discos. Nos pareció que estaría bueno que cantara él y rápidamente se dio todo, porque ellos vienen muy seguido a tocar a la Argentina y siempre nos vemos. 

—En cada disco de Attaque subyace una manera de reinventarse. ¿Eso está pensado o es algo que se da naturalmente? 

—No es tan intencional, va saliendo. Lo que nos pasa es que siempre estamos tratando de correr un poco el límite, de un estilo, de un sonido. Tratamos de buscar cosas, somos un poco curiosos al componer, tratamos de hacerlo con una estructura distinta, con un sonido diferente, saliéndonos un poco de nuestros propios vicios al momento de hacer una canción. Y tratando también de no repetirnos tanto en fórmulas. 

Creo que el grupo igual tiene ya una identidad, un sonido propio. Por ahí nos juntamos y sólo sonamos de un modo. Dentro de eso tratamos de buscarle una vuelta y el resultado es este disco. Los últimos años fuimos encontrándonos en un estado en que sentimos que no tenemos que demostrar nada a nadie, sino tratar de ser sinceros y consecuentes con nosotros mismos. Y hacer la música que nos gusta y que nos representa.

—En los 30 años de carrera se pueden visualizar tres fases: una primera de crecimiento, otra de evolución y una tercera de consolidación: ¿hoy la etapa actual se puede denominar de identidad, como mencionaste? 

—Sí. Comenzamos siendo adolescentes, apenas tocábamos nuestros instrumentos, estábamos empezando a aprender, y nos tocó grabar discos en medio de ese aprendizaje. Tuvimos la suerte de tener buenos productores como Michel Peyronel y Juanchi Baleirón, gente que nos ayudó a que esas grabaciones sonaran un poco más maduras. Tuvimos que hacer todo ese recorrido, todo ese crecimiento hasta finales de los 90 y principios de los 2000, cuando empezamos a saber más lo que queríamos y a encontrar en el estudio el modo de llegar a esa idea. Y así yo creo que el grupo comenzó a hacer discos un poco más convincentes. Pero igual me parece que cada disco es una buena fotografía de cada momento del grupo. Y está bien... 

—Ahora, ¿con qué show nos vamos a encontrar en Corrientes, uno con mucho del nuevo disco, o uno con distintos segmentos y ambientes? 

—Un poco de todo. Porque el festejo de los 30 años sirvió como para desempolvar un montón de canciones que estaban un poco olvidadas, y que desde hace mucho no tocábamos, incluso con algunas que nunca las tocamos o que en muy pocas ocasiones lo hicimos. Esto le dio algo interesante a los shows, como una especie de Lado B. Los que son más seguidores del grupo lo agradecen mucho porque son canciones más raras, que se suman a los temas clásicos del grupo, que siempre tocamos y que nunca faltan, y también hacemos las canciones nuevas, claro. Así, con toda esa ensalada, sale un show bastante variado.  

—También en sus shows se suman las distintas generaciones de su público... 

—Exactamente, se da como una especie de reunión familiar en muchos casos, porque los seguidores del grupo de más de nuestra edad, de 40 y pico, vienen con sus hijos y comparten la música. Y está bueno eso, ¿no? A nosotros por ahí no nos pasaba tanto compartir la misma música con nuestros padres: no entendían lo que escuchábamos y nosotros tampoco lo que ellos escuchaban. En este caso se da eso de compartir la música que se transmite de padres a hijos. Está buenísimo ese cambio que se ha dado. 

—El año pasado hablaste de un parate del grupo, ¿era por una cuestión de salud tuya o por otro motivo? 

—No, no. En realidad, yo había tenido unos problemitas de salud y no había podido hacer un par de shows y sentía que tenía que disculparme por eso. Por suerte no fue algo grave, sino sólo una circunstancia del momento. Lo que pasó después es que en realidad me permití una reflexión en público: estábamos anunciando unos shows de celebración de nuestros 30 años y mi reflexión era que después de 30 años no sabemos cuánto más vamos a seguir tocando. Puede ser que estemos haciendo nuestras últimas cosas como grupo, aunque no lo sabemos exactamente. Pero llegado los 30 años lo bueno es juntarnos, celebrar el presente del grupo, porque no sabemos cuánto tiempo más va a durar. Tiene que ver con eso nada más, no con un anuncio de separación, sino una reflexión sobre todos estos años de trayectoria. 

La idea era celebrar los 30 años, sacar un disco nuevo y después ver qué sucede. Y justamente en eso estamos ahora. 

—Y en esa celebración de los 30 años de Attaque, Ciro (Pertusi) subió como invitado y se hablaba de su vuelta al grupo. ¿Hoy cabe esa posibilidad? 

—No. Nunca tuvimos en mente eso porque en realidad creo que el grupo está en un gran momento y Ciro tiene sus propios proyectos. Y somos buenos amigos, tanto con Ciro como con otros ex miembros del grupo. Somos como una familia y viste que como tal a veces nos juntamos y otras no podemos...

No nos gusta mucho eso de mirar para atrás y esa cosa de la nostalgia. Creo que lo que hicimos en algún momento está bien y hoy nos toca tener caminos por separado e igualmente ser buenos amigos. Creo que ese es el mejor punto que encontramos para el presente. No me gusta mucho la idea esa de pensar en volver a ser lo que fuimos alguna vez.

—Más que nada vivir el presente y seguir el camino… 

—Sí, sin dudas. Y creo además que este es el mejor momento del grupo en muchos sentidos. Suena muy bien, llega de un modo más contundente a la gente en los shows. Así como estamos, estamos perfecto... 

—¿Cómo ves el presente del país? ¿Lo explicarías con sus canciones: sería un “Todo está al revés”, un “DGI”, un “Buenos Aires en llamas” o directamente un “Exodo-ska”? 

—Jajaja... No sé... Muchas veces hablamos que algunas canciones que escribimos hace 20 o 25 años suenan muy actuales. Supongo que por una realidad que nos toca afrontar: una especie de crisis que se da de una manera cíclica. Me parece que tiene que ver más con un orden mundial que con una realidad interna, nuestra. 

Me parece que actualmente, y de manera particular, sería más optimista en la forma de pensarlo: para generar un cambio deberíamos hacer más una autocrítica como sociedad y no esperar tanto soluciones de los políticos. Ver en qué colaboramos todo este tiempo, como sociedad, para que esta crisis cíclica se siga repitiendo. 

Supongo que deberíamos empezar intentando comprendernos un poco más entre nosotros y acercarnos un poco más, porque ya hay demasiados estímulos para dividirnos, como la política, el fútbol o la religión. 

Creo que hoy lo más revolucionario que podemos hacer es tener un poco más de empatía entre nosotros, de comprendernos más, y tratar de entender por qué tenemos este modo tan precario de relacionarnos.

—Entonces, el mensaje estaría más relacionado con “Donde las águilas se atreven”, ¿no?... 

—Sí, sí. jajaja. Me parece que sí, es más por ese lado (“Podrán pasar mil años/ verás muchos caer, pero si nos juntamos/ no nos van a detener”, dice el estribillo del tema).

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El show

Attaque 77 se presentará mañana en Paseo Hangar, costanera Sur. Desde las 20 subirá la banda local La Murga. 
Las entradas se pueden adquirir en costanera Sur y Lamadrid, hoy de 18 a 20. También en Pieton (Junín y San Juan), Hotel Confianza (Mendoza 1127), Que Sea Rock Corrientes (Pellegrini 1427), y en Resistencia en Opui (Mitre 225) y Que Sea Rock Resistencia (Entre Ríos 8). El valor es de $700 más $50 de service charge. Además, por www.fullticket.com.