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/Ellitoral.com.ar/ Sociedad

Algunos comedores cerraron y el resto sigue recibiendo a más gente

Voluntarios de algunos centros comunitarios debieron interrumpir su labor solidaria por el contexto epidemiológico. Pese a esto, la demanda de comensales continúa en aumento, y además necesitan alcohol en gel y repelentes. 

Debido a la situación epidemiológica por la que atraviesa la provincia y el país, numerosos comercios, organismos e instituciones han cerrado sus puertas al público, o han reducido los horarios de atención. Si bien algunas de estas entidades no cumplen funciones vitales para la sociedad, hay espacios que son necesarios para mucha gente, como es el caso de los comedores y merenderos.

El pedido de que las personas se queden en sus casas para evitar la propagación del coronavirus, generó que algunos comedores de la ciudad deban cerrar sus puertas, sea por seguridad de las personas que asisten, o por cuestiones de salud de los mismos voluntarios. Pese a esto, el crecimiento de la demanda en los centros comunitarios no se detuvo.

En los comedores Sembrando Sueños, que se ubican en los barrios Río Paraná y La Tosquera, se brindan desayunos y meriendas a modo de vianda. Este trabajo continúa así, aunque ahora con un cuidado extremo en cuanto a la limpieza de los utensilios y alimentos.

“Tratamos de ser lo más higiénicos posible y pedimos a la gente que lleve su vianda y no se quede mucho tiempo”, contó a El Litoral la coordinadora de ambos lugares, Stella Sánchez. Además, señaló que debieron suspender las clases de apoyo y los talleres que suelen dar a los niños y niñas de esas zonas, al menos hasta el 31 de marzo.

Más allá de esto, la voluntaria remarcó que pese al contexto epidemiológico, “solemos recibir a la misma cantidad de gente o incluso más”. Tal y como viene informando este medio, la demanda en comedores y merenderos viene en un progresivo aumento desde hace tiempo. En La Tosquera, por ejemplo, actualmente se alimentan más de 35 familias en Sembrando Sueños y, según Sánchez, “cada fin de semana son más”.

Suspensión

La necesidad de alimentos no cesa más allá del contexto epidemiológico, pero también los voluntarios que se encargan de los comedores están sujetos a los cambios. Este es el caso de Corazón Contento del barrio Patono, que Isabel Ríos administra desde hace muchos años. Ella es una mujer mayor y, para priorizar su salud, en su entorno decidieron suspender la actividad en el centro comunitario, al menos hasta que termine el aislamiento.

“Cerramos el comedor por el momento, ahora no hay nadie. Lo decidimos porque estoy con problemas de salud y no puedo”, dijo Ríos a este medio, con algo de congoja. “La gente que suele venir tiene otras opciones: el comedor del Santa Marta está cocinando, y hay otro que está en el asentamiento por calle San Juan”, agregó la mujer.

Otro de estos espacios que por el momento no estará activo es Piecitos Descalzos, de la zona de Punta Taitalo. “El fin de semana pasado decidimos no ir, y este que viene tampoco lo haremos”, señaló a El Litoral su coordinadora, Gisela Alvarez.

“Estamos muy dolidos por esta situación, de hecho, el domingo pasado iba a acompañarnos gente para ayudar con trámites de la Anses, pero vamos a suspender todo por el momento”, manifestó la voluntaria.

Abastecimiento

El Gobierno anunció la semana pasada que se estableció un sistema de viandas para los comedores que reciben asistencia por parte del Estado provincial, y que reúnan a más de 150 beneficiarios. Estos espacios cuentan con raciones de parte de la Dirección de Seguridad Alimentaria.

Sin embargo, hay otros que se valen de la solidaridad de la gente y del esfuerzo diario de sus voluntarios. Estos espacios requieren de una colaboración constante, por lo que los interesados pueden contactarse con los voluntarios mediante las redes sociales de cada centro comunitario.

Además, Stella Sánchez de Sembrando Sueños solicitó la donación de alcohol en gel y repelentes “para entregar a las familias que asisten a nuestras sedes”. Quienes quieran colaborar, pueden hacerlo comunicándose con ella al 379 4 939777.

(GMC)

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