Rubén Poletti
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El estadio José Antonio Romero Feris del club Huracán Corrientes volvió a cobijar ayer a cientos de hinchas de Boca Juniors que se acercaron, como cuando la ciudad recibía al fútbol grande, a ver y tributar homenaje a exfiguras de una de una de las épocas doradas de su equipo.
La excusa fue un amistoso por la categoría senior frente al conjunto local, nutrido también de varios exfutbolistas profesionales, además de otros que actuaron en el ámbito liguista, que vienen participando del torneo de Primera División Nacional, además de la Copa Argentina y el Regional de la categoría.
Desde mucho tiempo antes del horario fijado para el inicio del partido –se demoró bastante por la tardía llegada del equipo visitante- los alrededores al escenario del barrio Berón de Astrada se vistieron con los colores auriazules, con la presencia de muchas familias que se dieron cita para presenciar un espectáculo deportivo distinto. La presencia de la escuela de samba de Imperio Bahiano ayudó a amenizar la espera, mezclada por la ansiedad de grandes y chicos por ver en vivo y en directo a sus ídolos de ayer. El plantel boquense fue recibido con gritos y aplausos cuando ingresaron al campo de juego para hacer movimientos precompetitivos, y después cuando ingresaron oficialmente para disputar el encuentro.
El primer tiempo del encuentro transcurrió de la misma forma, cada vez que “Chicho” Serna hacía un cambio de frente, o que Hugo “El Negro” Ibarra se proyectaba por el lateral derecho, como en sus mejores tiempos. También cada vez que intervenía el “Chipi”, Antonio Barijho o el “Tito”, Roberto Pompey.
El toque de distinción en esa etapa lo dio Ariel Rosada, que con un años menos que el resto, mostró su categoría, al igual que las mandadas por derecha de Pablo Ledesma, y la velocidad de Matías Donnet, que con un estado físico impecable, complicó en más de una vez al fondo correntino.
El primer grito de la tarde no tardó en llegar. Ibarra jugó profundo por la derecha para Donnet, que desbordó y envió un centro al segundo palo que Pompey cacheteó para Barijho, quien se apoyó atrás con Ledesma, quien dio muestra de su gran pegada, con un remate que superó la estirada de Ibáñez para meterse cerca del ángulo superior izquierdo. Golazo, que lo gritó todo el estadio.
Huracán Corrientes salía jugando prolijamente desde el fondo y tenía la tenencia de la pelota, pero no lograba perforar al fondo “Xeneize”, más allá de algunas pelotas profundas que acercaron peligro por derecha con Ricardo Zárate Aguirre y Gabriel Mosevich.
Del otro lado, Ibáñez se lució en un par de oportunidades para evitar la caída de su arco, primero tapándole un remate de media distancia a Donnet, y luego una definición a Barijho.
El empate llegó producto de una combinación en ataque de Miérez con Mosevich. El defensor ingresó al área a pura “gambeta” y remató fuerte, escurriéndose la pelota por debajo del cuerpo de Muñoz para ingresar al arco como pidiendo permiso.
En el complemento, Huracán modificó prácticamente todo el equipo. Aún así, se puso en ventaja cuando Caballero aprovechó un desvío de cabeza para hacer gala de su velocidad y dejar atrás a Muñoz, aunque se quedó sin ángulo. Su media vuelta y remate dio en el palo derecho, recibiendo el rebote a Zibelman, que la empujó al gol.
Fueron los mejores minutos del Globo correntino, con Diego Ortíz haciendo pasar de largo a cuanto jugador de Boca se lo cruzaba con sus endiablados enganches y su zurda prodigiosa. Sin embargo, el local siguió moviendo el banco, y Boca llegó a la igualdad con una gran jugada colectiva que culminó con un tiro cruzado de Donnet ingresando al área, que dejó sin chance al arquero Leandro Sánchez.
El desequilibrio llegó cerca del final, cuando otra buena acción grupal de la visita, que fue abriendo la pelota de izquierda a derecha, terminó en un centro que Martín Andrizzi conectó ingresando por el segundo palo para establecer la diferencia definitiva.
El pitazo final encontró a los hinchas boquenses cantando y celebrando el triunfo de sus ídolos, como si fuese un partido por los puntos de esa época dorada no tan lejana. La “Copa Ciudad de Corrientes” puesta en juego se la llevó Boca Juniors, pero el verdadero premio fue para sus hinchas, que volvieron a copar el estadio Berón de Astrada para alentar a su equipo como hace 25 años, la única vez que se cruzaron en primera división ante Huracán Corrientes.