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La CGT avanza con la primera movilización contra el actual Gobierno

La sindicalismo prepara una protesta para el 17 de agosto. La medida significa un cambio en la política gremial.
 

Por El Litoral

Lunes, 18 de julio de 2022 a las 01:00

El sindicalismo que más apoyaba al presidente Alberto Fernández terminó organizando una marcha de protesta y acercándose a alguien a quien no querían como Cristina Kirchner gracias a la magia del primer mandatario, que sacó de la galera una inflación descomunal e hizo desaparecer el poder adquisitivo de los salarios.
No hay truco que valga para evitar lo que viene: la Confederación General del Trabajo (CGT) saldrá a la calle el 17 de agosto para darle una advertencia al poder político y posicionarse para la pelea electoral de 2023, aunque en formato que envidiaría Harry Houdini, el célebre escapista: evitará la Plaza de Mayo y el Congreso para no mostrar hostilidad hacia el Presidente, la Vicepresidenta y los legisladores en medio de la disputa del Frente de Todos. Saldrá desde el Obelisco y llegará a la Plaza de los Dos Congresos, sin pasar por la Casa Rosada ni el Parlamento. Sin acto ni oradores, en una protesta anunciada “contra la inflación” (como si no tuviera responsables) y en favor de “un acuerdo nacional para superar la crisis socioeconómica” (como si tampoco tuviera responsables.
Curiosamente, los sectores de la CGT que hasta ahora estaban en favor de movilizarse, el moyanismo y el kirchnerismo agrupado en la Corriente Federal, faltaron a la reunión del jueves pasado en el que la mesa chica cegetista avanzó con la primera protesta de la gestión albertista. Y marcaron sus diferencias: el moyanista Omar Plaini (canillitas) dijo que “marchar contra nadie no es una buena definición” y planteó una “confrontación con el sector que define los precios”. Pablo Moyano, cotitular de la CGT, fue el primero que recibió a la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, con un misil en la frente: dijo que sus anuncios fueron “para los mercados y los bancos, y no para la gente”.
Esta fisura puede ser el preanuncio de nuevas tempestades en el gremialismo, pero lo que surge claramente de los últimos movimientos de la CGT es que acaba de soltarle la mano a Alberto Fernández. Nadie disimula demasiado que, en el fondo, la mayoría de la cúpula cegetista le dará un mes a Batakis para que se acomode en el puesto, pero que se está alejando del primer mandatario.Esa actitud quedó graficada en el encuentro que tres de los dirigentes cegetistas más lejanos al mundo K mantuvieron con Cristina Kirchner para sellar un acercamiento basado más en el miedo a un colapso económico que en la convicción política. Andrés Rodríguez (Upcn), Gerardo Martínez (Uocra) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), del sector independiente, se reunieron durante casi dos horas con la vicepresidenta en su oficina del Senado. 
 (FB)

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