La Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Corrientes (Sala II) confirmó el fallo de primera instancia y rechazó la demanda presentada por la madre de un hombre que murió en un accidente náutico en enero de 2020. La Justicia determinó que fue la propia víctima quien, al realizar una maniobra imprudente en moto de agua, provocó el siniestro fatal.
El hecho ocurrió en la zona conocida como Punta Taitalo, sobre el río Paraná, donde varias embarcaciones navegaban en paralelo. Según la presentación judicial, el joven perdió el equilibrio por el oleaje generado por un yate y cayó al agua, siendo luego embestido por una lancha.
Sin embargo, el tribunal integrado por las doctoras Rosana Magan, Silvia Patricia Álvarez Marasco y con la presidencia de María Beatriz Benítez, concluyó que el fallecido fue el responsable del accidente al cruzar peligrosamente la proa del yate de babor a estribor, sin respetar la distancia mínima de seguridad entre embarcaciones, conducta considerada riesgosa y prohibida en la navegación.
“La víctima habría realizado un cruce cortando la proa del yate, maniobra que representa un alto riesgo y se encuentra prohibida”, argumentó en su voto la jueza Magan, quien también remarcó que el conductor del yate no pudo evitar la colisión debido a un punto ciego estructural en la parte frontal de la embarcación.
La Cámara descartó además que la falta de habilitación náutica del conductor del yate tuviera influencia directa en el desenlace, considerando que no fue un factor determinante en la cadena causal del hecho.
Con esta resolución, la Cámara rechazó la apelación interpuesta por la madre del joven fallecido y ratificó el rechazo a su demanda por daños y perjuicios. El fallo reafirma la responsabilidad del fallecido por incumplir normas básicas de seguridad náutica.
