Hace diez años, Corrientes fue escenario de un hecho histórico con la reintroducción del guacamayo rojo, una especie que había desaparecido del territorio argentino hace más de 150 años. El desafío, impulsado por la Fundación Rewilding Argentina y acompañado por organismos provinciales, marcó un antes y un después en la conservación de la fauna silvestre nacional.
Especie extinta hace un siglo
El guacamayo rojo, que alguna vez habitó los montes del noreste, cumple un rol clave en los ecosistemas al consumir frutos y dispersar semillas, contribuyendo a la regeneración natural del bosque. Su extinción había dejado un vacío ecológico y simbólico, pero su regreso devolvió color y equilibrio al paisaje del Gran Parque Iberá.
Primera liberación del guacamayo rojo
Desde la primera liberación en 2015, los ejemplares se adaptaron con éxito, comenzaron a reproducirse y hoy vuelan libremente sobre los esteros correntinos. La iniciativa, además de restaurar una especie emblemática, abrió paso a un modelo de desarrollo sustentable basado en el turismo de naturaleza.
El avistamiento de guacamayos en libertad se convirtió en uno de los principales atractivos del Iberá, atrayendo a visitantes de todo el país y del exterior. Esto generó un impulso para las economías locales como guías de turismo, artesanos, emprendedores y familias encuentran nuevas oportunidades vinculadas al cuidado del ambiente y a la valoración de la identidad correntina.
A una década del inicio del proyecto, el vuelo del guacamayo rojo simboliza mucho más que la recuperación de una especie. Representa una historia de compromiso, trabajo conjunto y esperanza. Una muestra de que la convivencia entre las comunidades y la naturaleza puede ser el motor de un futuro más equilibrado y sostenible para Corrientes.