Del éxtasis a la agonía oscila nuestro historial. Podemos ser lo mejor, o también lo peor, con la misma facilidad”, reza una de sus canciones más célebres de Bersuit Vergarabat, “La argentinidad al palo”. Es cierto, los argentinos nos auto-percibimos dentro de un amplio espectro de adjetivos que en teoría se presumen antagónicos y, sin embargo, son igual de precisos.
En una sociedad tan diversa en sus orígenes y tan intensa en lo autorreferencial como la Argentina, el interrogante de la o las categorías que más nos definen no tiene una respuesta sencilla. Para indagar en este sentido el Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo 21 desarrolló meses atrás un estudio a nivel nacional para conocer más sobre la personalidad y otras características clave de la población argentina.
Este análisis, ya realizado en 2016 y repetido este año en más de mil casos, arroja resultados generales sobre las tendencias de personalidad de los argentinos. Después de someter a distintos cuestionarios a hombres y mujeres entre los 16 y los 65 años de edad de Ciudad de Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Corrientes, Mendoza, Rosario y San Miguel de Tucumán los resultados fueron reveladores. Los cuatro estilos de personalidad que prevalecen entre los argentinos (incluso superponiéndose, ya que no son excluyentes) son: narcisistas (45%), obsesivos (32%), histriónicos (32%) y paranoicos (30%). Otras personalidades como evasivas o dependientes también fueron evaluadas, pero sin demasiada prevalencia cuantitativa.
A lo largo de su vida, todas las personas conforman de a poco una serie de creencias que determinan en gran medida como interpretan la realidad y, en consecuencia, como van a actuar y sentirse ante diferentes estímulos. Muchas de estas creencias son perdurables en el tiempo y comienzan desde temprana edad a configurar nuestro comportamiento, afecto y funcionamiento interpersonal. Cuando estos patrones se vuelven típicos y estables, se puede hablar de una personalidad conformada.
Para averiguar cuáles son los aspectos, valores y creencias que rigen la vida de los argentinos y que por lo tanto marcan su personalidad, en el estudio se administró una versión argentina del Personality Belief Questionnaire, un método utilizado internacionalmente, donde el participante debe marcar su acuerdo o desacuerdo con una serie de creencias y afirmaciones. Aaron Beck, el psiquiatra y profesor estadounidense de la Universidad de Pensilvania que creó este cuestionario, fue además quien aprobó la versión utilizada en este estudio. A medida que cada creencia va sumando puntaje, se afianzan estilos diferentes de personalidad.
En el caso del narcisismo, es un tipo de personalidad que se caracteriza porque la persona se cree “especial y superior”.
Las personalidades obsesivas, por otra parte, se caracterizan por un patrón dominante de preocupación por el orden, perfeccionismo y control mental.
Pero estos no son los únicos rasgos que nos definen. Un 32 por ciento de los participantes estuvo de acuerdo con muchas de las creencias que definen un patrón de personalidad histriónica. Este tipo de personas se caracteriza por buscar constantemente atención, tener una necesidad insaciable de aprobación, teatralidad y una excesiva emocionalidad.
Concretamente se observó que un 25% de los argentinos señaló que es “horrible” que las personas los ignoren y un 35% estuvo en desacuerdo con la afirmación “los sentimientos y la intuición son más importantes que el pensamiento racional y la planificación”, en antagonía con el 55% que estuvo de acuerdo con que debería controlar sus emociones. Una proporción menor, aunque significativa del 13% señaló también que “necesita” que las personas le presten atención para ser feliz.