Jair Bolsonaro reaccionó agresivamente contra periodistas que le preguntaron sobre un escándalo de corrupción que involucra a sus hijos: a uno lo insultó con expresiones homofóbicas y a otro de los reporteros le respondió con un comentario grosero.
“Vos tenés una terrible cara de homosexual y no por eso yo te acuso de ser homosexual”, dijo el presidente de Brasil en el ingreso al Palacio de Alvorada, la residencia presidencial, ante un grupo de reporteros.
El mandatario se refirió en estos términos contra el periodista del diario O Globo, que le preguntó si su hijo Flavio, ahora senador, no podía haber cometido un “desliz” en su conducta cuando era miembro de la Asamblea General de Río de Janeiro.
El escándalo, que ya llegó al primer nivel de gobierno, tiene que ver con funcionarios “ñoquis” desde 2006 hasta 2018, la época en la que Flavio, segundo hijo de Bolsonaro, fue diputado en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro.
Según las pesquisas de la Fiscalía de Río de Janeiro, Queiroz habría lavado más de 500.000 euros a través de transacciones inmobiliarias y de una chocolatería que posee.
En ese sentido, tal y como indicó el periódico brasileño Folha de Sao Paulo, Queiroz habría depositado unos 5.000 euros en una cuenta bancaria a nombre de la primera dama de Brasil, Michelle Bolsonaro, en 2016.
El presidente aseguró que se trataba del pago de una parte de un préstamo que le hicieron a Queiroz por valor de casi 9.000 euros. “Pregunta a tu madre si el comprobante que le dio a tu padre es correcto”, respondió Bolsonaro cuando se le cuestionó si disponía de algún tipo de documento que justificase ese préstamo.
La comparecencia del jefe de Estado ante los medios ha estado marcada por los continuos ataques hacia los profesionales, los cuales han sido jaleados y apoyados por algunas decenas de seguidores del presidente que allí se encontraban.
“¿Usted tiene un comprobante de ese reloj que lleva? No. ¿Lo tiene de sus zapatos, de su coche? Conozco a Queiroz desde 1985 y nunca tuve ningún problema. El pescaba conmigo, estaba conmigo en Río, andaba con mi hijo. Si él ha cometido alguna estupidez, él responde por sus actos”, ha sentenciado el presidente brasileño.
El caso está conmoviendo el ambiente político de Brasil porque además de afectar el discurso anticorrupción del clan Bolsonaro, vincula a la familia presidencial con miembros de la policía que forman parte de las llamadas “milicias”, las bandas parapoliciales que operan en Río de Janeiro.