A 30 años del adiós a Eustaquio Vera

Eustaquio Vera correntino de la ciudad de Mburucuyá, provincia de Corrientes, nació el 20 de septiembre del año 1928.Una vez que terminó el servicio militar obligatorio, ingresó a la escuela de Policía de la Provincia de Corrientes. “Nene” como lo llamaban sus amigos era músico intuitivo solía tocar la guitarra, cantar en fiestas y reuniones familiares.

En el año 1949, durante una reunión informal en “La Querencia”, mientras cantaba Salvador Miqueri, “Nene”  Vera  es invitado a hacerle el dúo. A los presentes les gustó como salía la vocalización por lo que les animaron a los cantores a armar unas piezas más. Esto transcurría dentro de la agrupación denominado “Los Gauchos de Mburucuyá” dirigido por el bandoneonista Eustaquio Miño.

Salvador Miqueri utilizaba el seudónimo de “Argentino Lucero” para desempeñarse libremente en su faceta artística, debido a que ejercía como maestro de escuela. De esta manera arrancaba el dúo “Vera-Lucero”dentro del mundo del chamamé. Un tiempo dónde predominaban cantores solistas. El dúo vocal permaneció en “ Los Gauchos de Mburucuyá” por espacio de nueve meses. Completaban la formación Eustaquio Miño, su director y el acordeonista Fortunato Fernández. 

Viajaron al interior de Corrientes y Santa Fe, realizando algunas presentaciones y también con la intención de grabar a Bs.As. Pero sin embargo la suerte no los acompañó. Tiempo después se encuentran con Tránsito Cocomarola, que les ofrece integrar su agrupación y grabar discos. Ante tal oferta, el dúo no lo rechazó y acepta el ofrecimiento.

Con el Trío Cocomarola el dúo “Vera-Lucero” arranca grabando el 16 de julio de 1952, con las obras “Ilusión Perdida”, “El Huerto Triste”, “Mi Selva Eterna” y “Sin Pensar”. Con Cocomarola permanecen hasta el año 1956 registrando el tema “Reencuentro” de Eustaquio Vera, dejando 20 temas vocalizados. El dúo marcó un antes y un después dentro del canto en el chamamé. Las obras han quedado inmortalizadas, son piezas inoxidables, enmarcadas en un tiempo de oro para el género.

Tiempo después “Vera-Lucero” forma su propia agrupación, acompañados por Fortunato Fernández en acordeón y “Tito” Miqueri en bandoneón. Juntos graban varios temas como “Destino Ingrato”, “Mi Revancha”, “EL Susurro “ y  “Triste Evocación” en discos 78rpm para el sello TK. En 1958 salen Tito Miqueri y Fortunato Fernández e ingresan  Avelino Flores como bandoneonista al igual que Norberto Gómez en acordeón . Juntos graban obras como “Mujer Sin Par”, “Mburucuyá de mi Infancia”, “Canto a mi Madre” entre otros.

El camino del dúo se afianzaba profundamente dentro del chamamé. Cada éxito que grababan eran ejecutados por conjuntos de la época e incluso algunas fueron grabadas por varios colegas.

En noviembre de 1960 se abre un paso importante, grabar en discos Odeón, acompañados por el acordeonista Arcadio Flores, sellando éxitos como “Tu Pañuelo”, “El Truco”, “Te Quiero”, “La Topada”, entre otros hasta 1962, allí se produce un silencio musical por dos años. El dúo vuelve en marzo de  1964. Ingresa como acordeonista Brígido González grabando obras como “Pago Porá”, “Indifirencia” y “Nuestra Dicha”.

Después de las  grabaciones y presentaciones, el dúo Vera- Lucero sufre una separación. El público siempre pedía por la vuelta de los vocalistas. La oportunidad se dió años más tarde, en el año 1970, de la cual se acoplan en varias actuaciones para el conjunto de Tránsito Cocomarola. También realizaron pruebas de grabaciones pero no salieron a la venta porque el dúo estaba disfónico.

En 1973 registra un disco para el sello RCA Víctor con Toto Maidana en bandoneón, Raúl Cáceres en acordeón, con las voces de Ramón Úbeda, Héctor y Félix Chávez. Allí graba obras como “Añoranzas”, “Mi Pena y Tu Olvido”, “Reencuentro” y “Monte y Cañada”.

En 1979 surge la posibilidad de juntarse nuevamente con Salvador Miqueri, por lo que citan a Manuel Zbinden en acordeón y un ex compañero de muchos años Avelino Flores en bandoneón. Juntos registran para el sello Music Hall el disco “Mi última Flor”, un tema homónimo que fue grabado por la mayoría de los conjuntos chamameceros. 

Eustaquio Vera y Salvador Miqueri mantuvieron una relación artística con algunas fricciones a lo largo de su vida. A pesar de que el chamamé les dio muchas satisfacciones existieron algunas ausencias por varios años. Eustaquio era de una vida bohemia, diferente al carácter justo y recto de Salvador. También fue un impulsor de la carrera del bandoneonista Luis Cardozo, que ayudó a iniciar su primera grabación en cassette.

Eustaquio Vera murió el 21 de junio de 1989 en el barrio La Boca, en la ciudad de Buenos Aires. A 30 años de su silencio, su voz permanece en los discos al igual que Salvador Miqueri.Desde el año 2002 sus restos descansan en el cementerio “La Piedad” de la ciudad de Mburucuyá, Corrientes.

Autor de varios éxitos como “Mburucuyá de mi infancia” y “Te Quiero” con Julio Chapo, “Estero Maloya” con Modesto Barrios, “Destino Ingrato”, “El Costero”, “Indiferencia”, “Añoranzas” con Salvador Miqueri, “Mi Saludo”y “Compañera” con Polito Castillo. “Reencuentro”, “Cabo Ortigoza”, “El Rebenque” y “El Aserrador” de su sola autoría.