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/Ellitoral.com.ar/ Opinión

Muestra pornográfica de poder

Son una verdadera muestra pornográfica de poder”. Así calificó el Defensor de la Tercera Edad, Eduardo Semino, a la resolución judicial que habilitó a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a cobrar una pensión, que con retroactivos alcanza los 100 millones de pesos. Un cachetazo a todos los jubilados. 

Cristina Kirchner cobrará casi 1,7 millones de pesos por mes sin pagar impuesto a las Ganancias y retroactivos por 100 millones.

Un haber bruto de jubilación liquidado en diciembre del 2019 a un exjuez de la Corte llegó a $770.128 pesos, y el máximo de una pensión fue de $612.860 pesos. Entonces, Cristina cobraría $770.128 por su pensión más $612.860 de la pensión de Néstor, es decir $1.382.988 por mes en total.

A esa suma hay que agregar su sueldo de vicepresidente que es de $315.591, según la llamada Asignación Salarial de las Autoridades Superiores del Poder Ejecutivo Nacional información Jefatura de Gabinete de Ministros.

De la suma de las dos pensiones y el sueldo de vicepresidenta se llega a 1,7 millones de pesos mensuales.

Es evidente que hay dos Argentinas: porque hasta a los discapacitados se les exige que para cobrar otra pensión renuncien a la no contributiva de 14 mil pesos.

Cuatro millones de jubilados cobran la mínima de 19 mil pesos, y en un año de gobierno de Alberto Fernández estamos ante una pérdida a tal punto de que los jubilados, que los 19 mil pesos que cobraron en diciembre del 2020 son el mismo número que cobraron en diciembre del 2019, un año antes la mínima era de 14 mil pesos, pero les dieron un bono y entonces terminaron cobrando también los mismos 19 mil pesos.

Las pensiones otorgadas recientemente por la Justicia a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y que con reatroactivos hará que perciba cerca de 100 millones de pesos.

La ley está vigente. La política nunca tocó esas jubilaciones de privilegio, muchas veces se habló de las jubilaciones de privilegio, pero esas no se tocaron.

Esas pensiones no contributivas de los expresidentes son de la misma naturaleza jurídica de las que reciben los discapacitados en la Argentina. 

Una pensión no contributiva de un discapacitado es de 14 mil pesos, pero si ese discapacitado tiene un papá o una mamá jubilados que fallecen, para recibir la jubilación de su papá o mamá de 19 mil pesos tiene que renunciar a la no contributiva de 14 mil pesos. ¿Qué claro?

Por eso la situación de los haberes de Cristina Kirchner habla de dos Argentinas.

Durante el 2020, los haberes de jubilados y pensionados recibieron 100 mil millones de pesos menos. Todos los reajustes que se hicieron desde que se puso en marcha la movilidad fueron hacia la baja, inclusive, aunque parezca  olvidado, la del mes de marzo en la que se acható la pirámide, porque los jubilados de la mínima habían recibido lo que la ley decía, pero de ahí hacia arriba se aplicaron índices decrecientes.

Lo que los jubilados y senadores deberían discutir es cómo recomponer esos 40 puntos que perdieron los haberes de los jubilados durante los últimos 3 años, y cómo financiar esa pérdida, porque cada vez hay más trabajo en negro, y de los impuestos, el que más perjudica a los pobres es el IVA, pese a que en el resto del mundo los impuestos al consumo se han reemplazado por impuestos a las rentas.

La situación es desesperante, porque con la administración anterior (de Mauricio Macri) los jubilados perdieron 20 puntos, y el entonces candidato Alberto Fernández decía que iba a recomponer esos haberes vendiendo las leliqs apenas asumiera, cosa que no pasó.

Esta fórmula de movilidad jubilatoria que votaron, si es neutra, a lo sumo lo que va a hacer es mantener los valores de miseria que cobran los jubilados, porque nadie puede explicar cómo pueden vivir casi  5 millones de personas cobrando 19 mil pesos, luego de aportar y trabajar durante 30 años.

Los jubilados siguen siendo los principales afectados por la pandemia, y ahora que tanto se habla de las vacunas, en muchísimas jurisdicciones los trabajadores que atienden a los jubilados, en residencias y geriátricos, no están incluidos como personal de salud. Ellos atienden a adultos mayores, a personas postradas, todos los días, no hay relajamiento, su trabajo no baja nunca, y no se los consideran entre el personal de salud para vacunación.

 

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