Desde el Sindicato de Amas de Casa de Corrientes impulsan que las obras sociales garanticen cobertura médica y psicológica en casos de violencia de género, a la vez que sostienen el reclamo por ser reconocidas dentro del sistema previsional y la paridad de género en los espacios de toma de decisiones.
A raíz de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, Elvira Miranda fue consultada por El Litoral sobre los avances en los reclamos del sector.
En el mes de noviembre la Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado Nacional un proyecto para incorporar al Programa Médico Obligatorio de las obras sociales, prepagas y mutuales provinciales la asistencia integral de los tratamientos para las víctimas de violencia de género.
“Nuestra organización está impulsando una ley que incluya el tema de la violencia familiar en las obras sociales, invita tanto a las estatales como las privadas a solventar los costos en caso de violencia de género”, explicó la referente.
“Cuando ocurren casos de violencia contra la mujer, el primer intermediario siempre es el sistema médico”, aseveró, “por lo que esta sería una herramienta muy importante para las mujeres y las trabajadoras”.
Si bien falta la aprobación en el Senado Nacional, Miranda reconoce el desafío: “Las familias trabajadoras que estamos comprendidos en la agrupación de obras sociales sindicalizadas somos un sector laboral inmenso, es un porcentaje de población muy alto de familias y de mujeres, sean las titulares de las obras sociales o esposas de los trabajadores”.
Sin embargo, Miranda califica de indispensable que se destine dinero en detección y acompañamiento dentro del sistema de salud, incluyendo tratamientos psicológicos que son largos y honerosos.
Por otra parte, desde el sindicato afirman que el sector requiere una legislación que ampare las jubilaciones de las amas de casa y su tareas sean reconocidas como trabajo dentro del sistema previsional.
Además, en el marco del 8 de marzo, la referente del Sindicato manifestó la importancia de que Corrientes tenga su Ley de Paridad de Género en cargos electivos.
“La paridad no se limita a la clase política y dirigencial. Es necesario que en todos los espacios de toma de decisiones haya mujeres presentes para diagramar políticas públicas acorde a las necesidades, así como en el diseño de presupuestos provinciales con perspectiva de género”, declaró.
“El 8 de marzo no es una festividad, sino una fecha para generar conciencia y debate, para reflexionar y trabajar por una sociedad más igualitaria”,
Miranda señaló que la equidad entre el hombre y la mujer es una problemática de la que forman parte todos los ciudadanos y ciudadanas, por lo que para un debate amplio es importante la participación igualitaria en los espacios de decisión.
(IRB)