Un tribunal en La Pampa absolvió a dos enfermeros por las quemaduras que sufrió una beba prematura en la sala de neonatología y que provocaron la amputación parcial del pie derecho.
Una jueza y un juez sostuvieron en el fallo que ambos enfermeros se dedicaron a salvarle la vida en el momento de nacer y que no era su responsabilidad controlar el ambiente de la habitación.
El hecho ocurrió el 5 de abril de 2015 en el Hospital “Jorge Ahuad” de 25 de Mayo, un pueblo de La Pampa (en el límite con Río Negro y Neuquén). La pequeña Victoria nació prematura, con 31 semanas de gestación. En la sala de recepción de bebés (esa ventana que hay en la sala de partos), mientras le daban las primeras atenciones, le colocaron un caloventor a un metro, lo que causó quemaduras de segundo y tercer grado.
Las quemaduras fueron en la planta y el lado derecho del pie derecho: una semana después, le tuvieron que amputar una parte del pie y deberá utilizar una prótesis de por vida.
En el juicio oral, realizado en octubre de 2020, el juez Carlos Bessi condenó a la enfermera Carina Lambretch y el enfermero Justino García a un mes de prisión por lesiones graves culposas y a un año de inhabilitación. Bessi consideró que “el control y la supervisión” del caloventor estaba a cargo de ambos.
La pediatra Paula Romero, a cargo del parto, nunca fue acusada. El juez Bessi ordenó que se investigue la actuación de una fiscal y un fiscal en la primera instancia y por qué la pediatra no fue acusada.
Pero ahora un fallo del Tribunal de Impugnación Penal (una instancia de casación) absolvió a la enfermera y al enfermero.
(JML)
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