Una bebé correntina en grave estado fue derivada a un hospital de Buenos Aires

Ángeles Ramírez, la bebé de un año y tres meses que se encontraba internada en el área de terapia intensiva  del hospital Pediátrico Juan Pablo II, fue trasladada ayer hacia un establecimiento de salud de Buenos Aires.

Los familiares de la niña, frente al grave estado de salud y a la falta de un diagnóstico concreto, iniciaron una campaña en redes llamada “Todos por Ángeles”, cuyo principal pedido fue el de conseguir una cama en el Hospital Garrahan.

Finalmente, fue otro establecimiento de salud en la ciudad de Buenos Aires el que hizo caso del pedido para Ángeles: ayer por la mañana, alrededor de las 8,30, el avión sanitario de la provincia trasladó a la bebé y a su madre, Jesica, hacia el Hospital de Niños Doctor Ricardo Gutiérrez.

Por la tarde, Ángeles ya se encontraba en la Capital del país, realizándose los estudios necesarios para poder determinar el origen de su condición, algo que los médicos locales pudieron lograr pese a todos los análisis realizados. 

El dar con un diagnóstico certero para la infante resulta crucial, ya que recién en ese momento se podrá indicar un tratamiento.

“Estamos a la espera de buenas noticias”, indicó Sandra, la tía de la bebé, a El Litoral. 

El caso

La mujer explicó que Ángeles estuvo en Neonatología cuando nació, pero que luego su crecimiento fue normal. 

El problema inició con la aparición de una fiebre constante y llagas en la boca durante enero. 

Sin embargo, tras los correspondientes controles que indicaron que no había nada anormal en la niña, la familia creyó que se debía a la salida de sus dientes. 

En marzo la situación de Ángeles empeoró: “Dejó de comer, se la veía decaída y ya no quería comer”, enumeró Sandra e indicó que, finalmente, la beba quedó internada en el Hospital Pediátrico a principios de abril, por bajo peso y deshidratación. 

“A Jésica, la mamá, los médicos le dijeron que la nena estaba bien y los análisis daban resultados normales: hasta le hicieron una biopsia de médula ósea”, contó Sandra e indicó que “pese a eso, la fiebre nunca cesó”. 

El cuadro de Ángeles se agravó dramáticamente un sábado en que le aplicaron un medicamento para la tuberculosis. “Le hizo muy mal, la bebé se descompensó y se le inflamó la panza: hasta la tuvieron que reanimar porque dejó de respirar”, indicó Sandra. 

A partir de ese momento Ángeles quedó en terapia intensiva y comenzó el pedido de ayuda en redes sociales por parte de la familia: la infante necesitaba con urgencia una cama en el área de terapia intensiva del Garrahan, cama que jamás llegó. 

Una semana después del pedido desesperado, fue el Hospital de Niños Doctor Ricardo Gutiérrez quien dio respuesta y ofreció la plaza. 

Sin embargo, para ese momento, Ángeles se encontraba en estado crítico, entubada y con oxígeno, por lo que no podía ser trasladada. 

“Por suerte, durante el fin de semana que pasó Ángeles mostró una mejoría: empezó a comer y el domingo le sacaron la sonda”, explicó Sandra y agregó: “Ángeles es un milagro viviente”.  Con tal mejoría, la niña pudo ser finalmente llevada hacia Buenos Aires. 

En tanto, su padre y sus dos hermanas permanecen en la ciudad a la espera de buenas noticias. 

En tal sentido, el pedido solidario se amplió hacia la situación habitacional de la familia, para que cuando Ángeles esté en condiciones de volver, pueda recuperarse en su hogar del barrio Patono. Para Ángel, su padre, solicitaron un trabajo estable en gastronomía. 

Finalmente, la tía de la niña se emocionó y relató: “Antes de irse en el avión, Ángeles nos regaló una sonrisa a todos los que estamos pendiente de su salud, con la que queremos que vuelva. Ella es nuestra guerrera, nunca se rindió”. 

(ME)