Paula Pareto, consumada su despedida olímpica con la eliminación en Tokio 2020, pidió “perdón por no hacerlos tan felices como en Río (2016)”, evento en el que se colgó la medalla dorada.
“Como a cualquier deportista, no me gusta perder, me entristece, pero no es tan malo un diploma olímpico. Objetivamente, está bien”, analizó con lágrimas. Pareto, de 35 años, concluyó: “Estoy muy contenta por todos los mensajes que recibí en esta semana, el cariño de la gente es algo que a mí me hace muy feliz. Me sentí muy querida y apoyada por todos. No deja de sorprenderme”.