@veroechezarraga
Dolor y alegría son dos emociones opuestas, pero que se unieron el viernes en el corsódromo Nolo Alías cuando un grupo de héroes sin capa pisó la avenida de Momo. Eran los bomberos voluntarios de Berón de Astrada que llegaron a la capital nacional del carnaval luego de haber atravesado momentos tan duros que marcaron un quiebre en sus vidas. El pueblo correntino y el pueblo argentino les agradece, y paradójicamente ellos agradecen al pueblo: “Nosotros combatimos el fuego con un viejo tractor, un tanque de 8 mil litros, una rastra, un acoplado y en alpargatas pero con el corazón del pueblo correntino a nuestras espaldas, ese fue nuestro apoyo”, dijo entre lágrimas el jefe del cuerpo activo de bomberos voluntarios Omar Laphitz luego de recibir una ayuda de 150 mil pesos por parte de la comparsa Ara Bera.
A simple vista son hombres valientes, rudos, fuertes, parecen de esos tipos que no se rompen con nada. Pero se rompen, y se rompen mucho porque son humanos de carne y hueso, seres que se dejan atravesar por la vida y por las circunstancias, tanto por las malas como por las buenas. Son los bomberos voluntarios que muchas veces pasan desapercibidos en el trajín cotidiano, pero que en los últimos meses ocuparon la primera plana de los medios porque tuvieron sobre sus espaldas la misión de ayudar a salvar al ecosistema y a pueblos enteros del avance de las llamas, y lo hicieron en alpargatas y con elementos de campo como tractores, rastras y tanques de agua. Todo esto puso al descubierto que nadie los miraba, y que nadie valoraba su tarea.
“Nosotros tenemos dos años como asociación civil de bomberos voluntarios, pero dos meses de actividad. El 14 de enero fue nuestro bautismo de fuego cuando la localidad de Berón de Astrada estuvo por cinco días rodeada de fuego. Desde el primer momento trabajamos con ayuda de la gente, de los hombres de campo, de la policía con los vecinos, los empleados municipales y las pocas herramientas que teníamos”, contó Omar Laphitz a El Litoral luego de recibir el cheque simbólico de 150 mil pesos por parte de la comparsa Ara Bera. “Hoy recibimos simbólicamente el cheque, pero eso ya está depositado en nuestra cuenta y queremos agradecer mucho a esta comparsa y a todo el pueblo correntino y argentino porque con todo esto nos dimos cuenta de que no estamos solos”, aseguró entre lágrimas.
Omar es jefe de policía retirado y comerciantes además de estar al frente el cuartel de bomberos voluntarios de Berón de Astrada, y al igual que sus compañeros, no dudo en hacer a un costado su vida para ponerse al servicio de la lucha contra las llamas. “Nuestro presidente Felipe Zacarias (presidente de los bomberos voluntarios) es profesor de colegio secundario y muchos de los chicos son policías, albañiles, enfermeros que trabajan en el hospital y ellos dejaron todo para estar el servicio del pueblo” resaltó.
Durante la charla con El Litoral Omar se quebró varias veces, pero no se quebraba cuando contaba como hicieron para enfrentar el fuego, lo que a Omar y a sus compañeros los quiebra (en el mejor sentido de la palabra) es el afecto que recibieron y siguen recibiendo por parte de la gente de su pueblo, de su provincia y de su país. El pueblo argentino está agradecido a los bomberos, pero al hablar con ellos queda claro que los bomberos son los que están más agradecidos. “Queremos agradecer al pueblo de Berón de Astrada al pueblo de la provincia de Corrientes y a la Argentina” dijo sin poder contener las lágrimas y continuó: “Nos dieron tanto apoyo, tanta solidaridad, y Santiago Maratea nos dio la grata sorpresa de que el lunes o el martes a más tardar estaríamos recibiendo nuestra primera unidad 0 km”.
En el mismo sentido aseguró: “Hubo momentos en que el fuego nos superaba, pero el acompañamiento de la gente, los vecinos, el hombre de campo, los policías, personas que nos conocían, todo eso nos daba fuerza y los muchachos recuperaban las energías perdidas y era un golpe anímico tan grande que salíamos a dar batalla”. Omar habló además de la ayuda de la naturaleza: “Las lluvias nos ayudaron un montón, y el cambio en la dirección del viento fue fundamental, pero lo más importante fue el apoyo de la gente, sin ellos los bomberos voluntarios no somos nada”.