Luz verde para la Ley de Etiquetado Frontal

GEO - Económicas UBA*

Especial para El Litoral

El pasado 23 de marzo el Gobierno argentino reglamentó la Ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable, popularmente conocida como ley de etiquetado frontal. El principal objetivo que persigue esta ley es advertir e informar a los consumidores sobre los verdaderos componentes de los productos que consumimos regularmente. Principalmente, informa sobre los excesos de grasas, sodio y azúcares, con el fin último de ayudar a combatir algunas de las enfermedades que más afectan a la población: la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos. 

La nueva reglamentación implica un sistema de etiquetado que advierta cuando un producto contenga leyendas como: “exceso en azúcares”, “exceso en sodio”, entre otros. Además, se incluyen otras advertencias como la presencia de cafeína y sustancias similares. 

Bajo este marco, Marcelo A. Corti, director ejecutivo del Centro de Desarrollo Sustentable GEO, destaca que “es clave tener buena información disponible para tomar mejores decisiones. 

El etiquetado frontal es una forma de alertar a la ciudadanía para que pueda elegir lo que realmente consume”. Uno de los aspectos más relevantes a destacar de esta iniciativa lo constituye la imposibilidad de publicitar comercialmente este tipo de productos para públicos como niños/as y adolescente; así como ser vendidos en establecimientos educativos. 

En adición, aquellos productos que contengan más de un tipo de advertencia en su etiquetado no podrán incluir dibujos animados, personajes, figuras públicas, regalos ni elementos que llamen la atención del sector de la población ya mencionado. 

El punto principal de esta ley recae en su relación directa con la construcción de un consumo más responsable, premisa que implicaría la adopción de hábitos, no solo más saludables, sino también más sostenibles. 

Corti agrega que “lo que esto va a hacer es visibilizar el hecho de que un alimento puede ser poco saludable y, de este modo, ponderar aquellos que son más saludables. Nos va a permitir tomar una decisión más acorde a cada uno de los productos”.

Al ser más claro, honesto y comprensible el etiquetado de los productos de las góndolas, los consumidores tienen la posibilidad de identificar los componentes críticos en exceso y optar por comprar desde la lógica de la salud y no desde la lógica del consumismo o del marketing. 

A modo de conclusión, Corti reflexiona que “va a haber que fomentar un proceso de transición, que está bueno para que los industriales lo tomen como una oportunidad y no como una amenaza”.

* El Centro de Desarrollo Sustentable GEO es un espacio colaborativo y multidisciplinario, dependiente de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.