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Desmitificando a San Martín y sus relaciones con los ingleses

Por El Litoral

Domingo, 14 de agosto de 2022 a las 01:00

Por Juan Carlos Raffo
Especial
Para El Litoral

“La liberación de Hispanoamérica debe ser alcanzada a través del deseo y los esfuerzos de sus habitantes, pero el cambio solo podrá operarse bajo la protección y con el apoyo de una fuerza auxiliar británica”, remató Lord Casterlagh cuando era ministro de Relaciones Exteriores de la Corona inglesa en 1812. 
Después de los fallidos intentos de capturar el Río de la Plata (en 1806 y 1807, al mando de Beresford y Withelocke, respectivamente), los británicos se dieron cuenta de que el Nuevo Mundo tendría que ser emancipado por otras vías y no por medio de un ataque armado a la capital del Virreinato, Buenos Aires.
El interés inglés por estas tierras se registra con anterioridad al 1800 y no era otro que “crear una entrada libre para nuestras manufacturas” decía el inglés (como escribió un escocés llamado Maitland del que después profundizaremos). En los comienzos del siglo XIX Inglaterra había perdido parte de su imperio con la independencia de una de sus colonias favoritas, los Estados Unidos; y a su vez, estaba bloqueada en Europa por Napoleón. Necesitaban comerciar sus productos elaborados y abastecerse de materia prima. 
Como ya mencioné, las llamadas Invasiones Inglesas no habían sido fructíferas para el gobierno de Su Majestad.
Fue allí cuando resurgió la idea de llevar a cabo un plan con base en el de Maitland. Este escocés era miembro del parlamento y consejero de guerra de la Corona inglesa, quién entre 1800 y 1803 le pidió que confeccionara un plan para tomar e independizar al Nuevo Mundo. 
Maitland propuso procedimientos innovadores como cruzar la Cordillera de los Andes, y se dio cuenta, como buen estratega que era, que el objetivo no sería alcanzado si no se tomaban simultáneamente las costas del Atlántico y del Pacífico, y principalmente la ciudad de Lima “centro” de las colonias españolas.
San Martín siguió casi al pie de la letra esta estrategia confeccionada en Inglaterra. No se sabe si el “padre de la Patria” conoció el Plan Maitland, pero es un hecho que San Martín compartió parte de su vida con funcionarios ingleses y miembros de logias masónicas. Recordemos que Alvear, su gran amigo, vivió y su madrastra Luisa Rebeca Ward era inglesa y en Londres conoció a su padre Diego de Alvear, después que enviudó en la trágica jornada en que una flota inglesa equivocadamente bombardeo y hundió la nave La Merced en 1804, en la que viajaba Josefa Balbastro y sus seis hijos. Esta provocación, que tuvo lugar el 5 de octubre de 1804, frente a la costa portuguesa del Cabo Santa María, motivó la declaración de guerra de España al Reino Unido el 14 de diciembre de 1804 y fue antesala de la batalla de Trafalgar. Los ingleses llevaron secuestrados hasta Gran Bretaña a los sobrevivientes. Allí, Diego de Alvear conocería a la inglesa con quien contraería matrimonio en segundas nupcias tres años más tarde. A fines de 1805, padre e hijo regresaron a España.
Revisemos un poco su historia. Durante su estadía en España San Martín luchó junto a los ingleses contra Napoleón.
Sorpresivamente en 1811 renuncia al ejército al que había pertenecido gran parte de su vida. Se embarca, con ayuda de funcionarios ingleses (James Duff entre ellos, luego Lord Fife), hacia Londres.  
Permanece en esta capital por cuatro meses donde tiene reuniones secretas con miembros del Parlamento. 
Seguramente su sostén también era Carlos María de Alvear porque más que un amigo era como un hermano. Y recuerdo que, por esa época, Alvear le pide a su padre le adelante la herencia de su madre muerta en la tragedia, dado que era el único heredero con vida, sus hermanitos murieron todos en la tragedia. 
Llega a Buenos Aires en marzo de 1812 con Alvear, Zapiola y otros criollos e inmediatamente crea la Logia Lautaro, instaurando en ésta un régimen de funcionamiento al estilo de las logias inglesas. 
En 1814 le ordenan avanzar por tierra al Alto Perú, pero esto va en contra de “sus” planes y renuncia al Ejército del Norte argumentando que tiene problemas de salud.
Llega, tiempo después, a ser Gobernador de Cuyo y se instala en Mendoza (calificado por Maitland como el lugar “indudablemente indicado” para iniciar la campaña a Chile), allí, con mucho esfuerzo personal y ayuda del Director Supremo (por ese entonces, Puyrredon), prepara un ejército escaso en armamento y hombres.
Pide deliberadamente al Congreso de Tucumán que se declare la independencia. Cruza los Andes y vence a los españoles en Chacabuco y Maipo. En 1818 declara la independencia de Chile y con la ayuda de los ingleses sigue su expedición marítima al Perú. Logra la independencia peruana y rechaza los cargos que le ofrecen para volver definitivamente a Europa.
Como vemos en este resumen, San Martín tenía las “ideas claras” ya que en poco más de 10 años logró llevar a cabo una empresa que le había sido difícil incluso a los ingleses. Mucho se ha dicho y escrito acerca del patriotismo del prócer, y, contrariamente a esta postura, hoy hay mucha gente que piensa – equivocadamente - que San Martín fue un agente inglés. 
El Libertador fue tan “grande” como lo muestra Mitre, luchaba por sus ideales, o sea no hacía todo lo que los ingleses querían.
Terragno argumenta que “San Martín, como hemos visto, buscó el apoyo británico. Esto no lo hace menos patriota. 
La conducción de toda guerra requiere una política de alianzas. Esto no significa identificarse con los ideales o los intereses de los aliados” y más adelante agrega, “En 1811, San Martín bien pudo sentir que el interés comercial británico y el interés político sudamericano tenían una ocasional coincidencia. Eso explicaría la búsqueda de apoyo”. Y la misma se vio manifestada cuando San Martín requirió de la ayuda marítima y militar de Inglaterra. Los británicos, no poco interesados en el asunto, enviaron a las costas del Pacífico barcos (antes utilizados en la Companía de las Indias Orientales) y militares (el más conocido de ellos fue Cochrane que tuvo gran participación cuando su ejército venció a los españoles por mar).
¿Por qué San Martín volvió a su tierra después de tantos años de lucha al frente del ejército español? San Martín tenía ideales y en su época él no estaba solo, había en Europa y América ciertas organizaciones que creían, como él, que España debía dejar de ejercer su poder en estas tierras, abriendo paso al comercio con otros países extranjeros. Sobre este tema se ha dicho que San Martín llegó a Buenos Aires sin saber cómo iba a independizar estos territorios, y que debido a su grandeza como estratega y militar ideó el cruce de los Andes. Es bueno aclarar que este llegó al Río de la Plata con conocimiento (proporcionado por los británicos) acerca de cómo se debía actuar para lograr el objetivo del Plan Continental.
Terragno dice que “San Martín fue un gran estratega, y si se inspiró en el Plan Maitland, no fue por incapacidad sino, al contrario, porque tomó seriamente la empresa que se disponía a emprender”.
¿Cuáles fueron las diferencias entre las invasiones inglesas y el Plan Continental? Como dijo Casterlagh para emancipar las tierras americanas, era necesaria la ayuda de una fuerza externa que hiciera de “incentivador” de los criollos, que ya de por sí estaban buscando una identidad nacional propia. 
 
Fuente: Tomás Bril Mascarenhas, Rodolfo Terragno, Rolando Hanglin, Antonio Calabrese, Casterlagh.

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