El histórico Teatro Solari de Goya cerró sus puertas tras no lograrse un acuerdo entre el propietario del edificio y el Municipio.
Así lo confirmó el director de Cultura municipal, Manuel Zampar, quien recordó que se trata del primer teatro fundado en el país, en 1873. La falta de negociación entre el dueño, identificado como Olivetti, y la Comuna derivó en la finalización del alquiler y en el cese inmediato de las actividades.
Un patrimonio alquilado
La noticia se hizo viral en redes sociales, donde muchos vecinos expresaron sorpresa al enterarse de que el teatro —presentado durante décadas como un ícono municipal— nunca fue propiedad del Estado.
El inmueble pertenece a un privado y fue alquilado por sucesivas gestiones, que además afrontaron restauraciones y mejoras edilicias con fondos públicos.
En las redes circuló un video donde se ve a trabajadores quitar el cartel del teatro, un gesto que simboliza el fin de un espacio histórico de Goya.
Según explicaron desde la Municipalidad, el punto de quiebre se produjo cuando el propietario volvió a exigir un incremento del alquiler considerado “fuera de contexto” para la situación económica actual.
La administración local sostuvo que el pedido superaba los valores razonables y que resultaba insostenible el pago exigido por Olivetti.
Críticas e incertidumbre sobre el futuro
En paralelo, surgieron críticas respecto a que el Estado invierte anualmente en mantenimiento y restauración de un edificio que no es suyo.
Incluso se recordó que hubo intentos de compra en distintas gestiones, pero nunca prosperaron debido a valores que el Municipio evaluó como inapropiados o imposibles de afrontar sin comprometer recursos públicos.
El cierre del Teatro Solari abre ahora un interrogante sobre el futuro del emblemático espacio cultural, considerado una de las joyas arquitectónicas más antiguas del país.