El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, fue puesto a salvo por el Servicio Secreto después de que alrededor de las dos de la tarde, agentes abrieran fuego contra un hombre sospechoso que fue visto con lo que habría sido un AK-47 mientras el expresidente estaba en las instalaciones, según fuentes policiales.
Las fuentes dijeron que el Servicio Secreto vio a un individuo sospechoso en el campo de golf Trump International en West Palm Beach y abrió fuego disparando varias veces cuando los agentes vieron lo que parecía ser el cañón de un arma. Aparentemente el hombre se encontraba cerca de la cancha algunos hoyos por delante del expresidente.
El campo de golf fue parcialmente cerrado para Trump mientras él jugaba, y los agentes estaban varios hoyos delante de él cuando detectaron a la persona con el arma, dijeron funcionarios. Añadieron que la persona aparentó empujar el cañón del arma por la reja y fue entonces que los agentes dispararon. Por lo que el club fue cerrado inmediatamente.
Posteriormente, el hombre huyó en una SUV blanca para luego ser arrestado por la policía local en la I-95. Según un vocero del departamento de policía del condado Palm Beach en Florida, no se reportaron heridos.
“Hubo disparos cerca de mí, pero antes de que los rumores comiencen a salirse de control, quiero que escuches esto primero: ¡Estos a salvo y bien!”, apuntó en un comunicado de prensa.
El candidato republicano a la presidencia estadounidense, quien el pasado 13 de julio sufrió un intento de asesinato, añadió: “Nada me detendrá. ¡Nunca me rendiré!”.
“El presidente Trump se encuentra a salvo tras los disparos que se produjeron en sus inmediaciones. No hay más detalles por el momento”, dijo Steven Cheung, director de comunicaciones de la campaña de Trump.
“Las fuentes dijeron que Trump nunca estuvo en peligro”, afirmó el New York Post.
La vicepresidenta Kamala Harris también decidió hacer una publicación al respecto y agregar que “la violencia no tiene lugar en Estados Unidos”.
Este episodio se produce casi exactamente dos meses después de que Thomas Matthew Crooks le disparara a Trump durante un intento de asesinato en un mitin en Butler, Pensilvania, el 13 de julio, hiriéndolo en la oreja.