Israel y Hamas se acusaron este sábado de entorpecer las negociaciones indirectas para alcanzar un alto el fuego en la Franja de Gaza. En paralelo, el ejército israelí intensificó su ofensiva en las últimas horas.
Las delegaciones de ambas partes comenzaron a negociar la tregua el domingo pasado en la capital de Qatar, Doha, y desde entonces se mantienen firmes en sus exigencias.
Una fuente palestina señaló a la agencia internacional AFP que las negociaciones enfrentan "obstáculos y dificultades complejas" debido al rechazo de Israel de retirarse del territorio.
“Hamas exige la retirada total de las fuerzas israelíes de todas las zonas tomadas por Israel después del 2 de marzo de 2025”, declaró a AFP otra fuente palestina, que acusó a Israel de “retrasar y poner trabas al acuerdo, para continuar con su política de guerra de exterminio”.
Uno de los principales puntos que no permite que la negociación avance es "la insistencia de Israel" de atenerse a un mapa que prevé el “mantenimiento de sus fuerzas en más el 40% de la superficie de la Franja de Gaza”.
La misma versión, pero con distintos motivos, llegó desde Israel. Un responsable político israelí acusó a la organización terrorista de negarse a “hacer concesiones” y llevar a cabo una "guerra psicológica destinada a sabotear las negociaciones".
“Israel ha demostrado su voluntad de mostrarse flexible en las negociaciones, mientras que Hamás sigue intransigente y se aferra a sus posiciones”, denunció el responsable israelí.
En medio de las acusaciones cruzadas entre ambos países, Estados Unidos, Egipto y Qatar intervienen como mediadores para alcanzar una tregua de al menos 60 días.
Antes de regresar el viernes de una visita a Estados Unidos, donde se reunió con el presidente Donald Trump, el primer ministro Israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que estaba dispuesto a negociar un alto el fuego permanente en Gaza tras una eventual tregua de 60 días.
Pero lo condicionó a que Hamas se desarme y a que abandone el gobierno de Gaza, que está bajo su control desde 2007.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reafirmó que, con esta guerra, su país busca liberar a los rehenes cautivos en Gaza, destruir las capacidades militares y de gobierno de Hamas y expulsar al grupo palestino de Gaza.
Hace algunas semanas, el mandatario afirmó públicamente que tiene el objetivo de tomar el control del territorio palestino.
Aun así, dio cuenta de “avances” en cuestiones como la ayuda humanitaria y el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos en Israel.
De las 251 personas secuestradas durante el ataque terrorista del 7 de octubre, 49 siguen en Gaza, 27 de las cuales han sido declaradas muertas por el ejército israelí.
Israel intensificó su ofensiva
El ejército israelí intensificó en las últimas semanas la ofensiva que lanzó en respuesta al ataque de Hamas del 7 de octubre, que dejó más de 1.200 muertos en varias localidades del sur de Israel.
Los ataques de las fuerzas israelíes dejaron este sábado más de 20 muertos, según informó en las últimas horas la Defensa Civil gazatí.
Entre los fallecidos había un hombre, su esposa y su hijo, que murieron cuando su carpa fue alcanzada por un bombardeo nocturno en el campo de desplazados de Deir al Balah, en el centro del territorio, indicó Mahmud Basal, portavoz del cuerpo de rescatistas.
Por su parte, el ejército israelí indicó que había “bombardeado unos 250 objetivos terroristas” en las últimas 48 horas, por todo el territorio palestino.
Al menos 57.882 palestinos, en su mayoría civiles, han muerto en las operaciones de represalias del ejército israelí en Gaza, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, considerados fiables por la ONU.
TN