El número de víctimas mortales en las inundaciones en el centro-sur de Texas aumentó este domingo a 78, según informaron las autoridades. Mientras tanto, cientos de agentes y voluntarios continúan con las labores de búsqueda de desaparecidos.
“Hemos registrado 68 fallecidos en el condado de Kerry”, dijeron fuentes policiales. Las autoridades de Texas confirmaron que al menos otras diez personas murieron tras las lluvias torrenciales que provocaron crecidas repentinas.
En tanto, el gobernador de Texas, Greg Abbott, cifró este domingo en 41 el número de desaparecidos. Ente ellos contó a once niñas y jóvenes del campamento cristiano Mystic, ubicado cerca de la localidad de Hunt y el río Guadalupe, que experimentó una fuerte y rápida crecida de caudal el viernes. Allí acampaban cientos de niñas.
Además, señaló que no se esperan lluvias “de la magnitud” de las caídas en Kerrville pero aseguró que hay “potenciales inundaciones repentinas” con riesgo “mortal” en esa zona en las próximas 24 a 48 horas, así como Big Country, Concho Valley y el centro de Texas, porque la tierra ya está “saturada con agua”.
“Fue una crecida súbita y brutal. La prioridad ahora es encontrar a quienes siguen desaparecidos”, resaltó un vocero del Departamento de Seguridad Pública de Texas. Desde el primer momento, los equipos de emergencia trabajan sin pausa en tareas de evacuación y rescate.
La cifra de personas atendidas hasta el sábado se ubicó entre las 800 y las 850, muchas de las cuales fueron auxiliadas a través de operativos aéreos con helicópteros desplegados por la Guardia Nacional y la Guardia Costera de Estados Unidos. “Estamos ante una situación límite. El esfuerzo de los rescatistas ha sido heroíco”, sostuvo Freeman Martin, director del Departamento de Seguridad Pública.
Dalton Rice, el gestor de la ciudad de Kerrvile, dijo que estas son las peores inundaciones en la zona desde 1987. A pesar de que cientos de personas fueron rescatadas y están en refugios, el funcionario confirmó que aún están desaparecidas las nenas y las cuidadoras del campamento Mystic.
Es probable que la cifra de extraviados sea mayor, ya que las autoridades locales no precisaron un número total. En el momento de las inundaciones había muchos visitantes acampando en el área, a propósito de los festejos por el 4 de julio en Estados Unidos, cuando se celebra el Día de la Independencia.
Las autoridades locales describieron el evento como una tormenta de una intensidad que ocurre una vez cada cien años.
En la zona de Hunt, cerca de Kerrville, hubo más de 16 centímetros de lluvia en apenas tres horas durante la madrugada del viernes. Las condiciones desbordaron toda capacidad de respuesta inmediata.
Mientras se mantiene el estado de emergencia en varios condados, el gobernador Greg Abbott anunció que firmará una declaración de desastre para liberar más recursos ante la magnitud del daño.
“Las misiones de rescate continúan sin interrupciones. No nos detendremos hasta encontrar a todos”, publicó Abbott en su cuenta de X, junto a un video que muestra el salvataje de una mujer atrapada en un árbol.
Preocupación por nuevas lluvias
Aunque el clima mejoró levemente durante el sábado, los expertos meteorológicos advirtieron que podrían registrarse nuevas precipitaciones en las próximas horas, lo que mantiene en alerta a las autoridades y a los equipos de emergencia que siguen trabajando en las zonas más afectadas. “Esto no terminó. Lo que vimos fue una tragedia inesperada en una región donde las crecidas son habituales, pero nunca con esta fuerza”, lamentó Rob Kelly, juez del condado de Kerr.
“La lluvia ha amainado, pero sabemos que se avecina más”, advirtió Freeman Martin, director del departamento de Seguridad Pública de Texas. Rob Kelly, juez del condado de Kerr, dijo que las inundaciones ocurren “constantemente” en la zona y que se trata “del valle fluvial más peligroso de Estados Unidos”.
TN